Judas: la tercera esfera | 19 de septiembre de 2001

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Al hilo de los mensajes de Padgett -que hemos comentado y usado ya aquí un poco-, durante los cien años que han pasado desde entonces, ha habido mucha gente que los ha seguido.

Algunas de estas personas parece que han desarrollado bien sus capacidades de conexión con los planos de desencarnados, y de vez en cuando han recibido mensajes de personalidades muy cercanas a Jesús, como por ejemplo de «Judas Iscariote» (Judas de Queriote) -e incluso hasta muy cerca de nuestras fechas-.

Con este texto/audio seguimos la pequeña serie que empezamos aquí. Vemos cómo los mensajes de Judas encajan muy bien tanto con partes de lo contado por Alan John Miller/Jesús, así como con lo que se da en los mensajes de Padgett.

De hecho, Miller, aparte de recomendar, lógicamente, los mensajes de Padgett… si recuerdo bien también comentó en algún encuentro que realmente Judas y otros habían hablado a través de varias de estas personas recientemente.

Esta serie trata de forma breve sobre la sucesión de planos y sobre la progresión del alma en ellos.

Nota: Un mensaje anterior, via Padgett, y muy relevante, es este (dado en este caso por Jesús).

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La tercera esfera
19 de septiembre de 2001
Recibido por H.
Cuenca, Ecuador

Mi querido hermano, acudo a ti para reanudar mi discurso sobre la vida en las esferas del mundo de los espíritus*.

Recordarás que en la última etapa de la segunda esfera los espíritus llegan a darse cuenta de que tienen que llevar a cabo algún trabajo, siempre para ayudar a otros. A este trabajo lo llaman “tarea de expiación”, pues según su comprensión, se trata de un trabajo que tienen que realizar en parte para pagar por sus pecados, y en parte para devolver la ayuda que ellos mismos han recibido, y que de hecho siguen recibiendo.
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Judas: varias preguntas sobre la transición de la «muerte» | 9 de septiembre de 2001

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Al hilo de los mensajes de Padgett -que hemos comentado y usado ya aquí un poco-, durante los cien años que han pasado desde entonces, ha habido mucha gente que los ha seguido.

Algunas de estas personas parece que han desarrollado bien sus capacidades de conexión con los planos de desencarnados, y de vez en cuando han recibido mensajes de personalidades muy cercanas a Jesús, como por ejemplo de «Judas Iscariote» (Judas de Queriote) -e incluso hasta muy cerca de nuestras fechas-.

Con este texto/audio seguimos la pequeña serie que empezamos aquí. Vemos cómo los mensajes de Judas encajan muy bien tanto con lo contado por Alan John Miller/Jesús, como con lo que se da en los mensajes de Padgett.

De hecho, Miller, aparte de recomendar, lógicamente, los mensajes de Padgett… si recuerdo bien también comentó en algún encuentro que realmente Judas y otros habían hablado a través de varias de estas personas recientemente.

Esta serie trata de forma breve sobre la sucesión de planos y sobre la progresión del alma en ellos.

Nota: Un mensaje anterior, via Padgett, y muy relevante, es este (dado en este caso por Jesús).

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Varias preguntas sobre la transición de la «muerte»
9 de septiembre de 2001
Recibido por H.
Cuenca, Ecuador

Mi querido hermano H., habiendo concluido ya la descripción de los planos terrestres, que, como comprenderás no es en absoluto exhaustiva, creo que vale la pena abordar las preguntas que Geoff ha hecho en este contexto.

La primera es sobre el túnel de luz que tantas personas describen en sus experiencias cercanas a la muerte. En la descripción de mi propia muerte no mencioné este fenómeno.

La segunda pregunta trata de la recomendación de los espiritistas acerca de que los espíritus oscuros de los planos terrestres deben ir a la luz. Si esos espíritus viven en los planos terrestres ello se debe a la condición de su alma. Entonces, ¿qué significa ir a la luz? ¿Se trata de que lleguen hasta los límites de su consciencia, o de que acudan a ver a algunos espíritus brillantes?

Y lo tercero que plantea Geoff en su indagación, se refiere a un mensaje recibido por James Padgett, donde un esposo y una esposa parecen haberse «perdido» en el plano terrestre, es decir, en la Tierra, después de su muerte y de la separación respecto a sus cuerpos físicos. ¿Cómo es esto posible? (nota 1)

Empecemos por el túnel de luz. Existe la idea de que este túnel es un fenómeno muy especial, pues quienes tuvieron una experiencia cercana a la muerte describen ese túnel que los atrae por la fuerza. Algunos incluso logran atravesarlo, tal como lo describen, y en el otro extremo encuentran una atmósfera de absoluta paz y felicidad. Y esta experiencia no depende de la cultura, religión o educación de las personas.

Bien, esta no es exactamente la verdad. Mucha gente percibe lo que acabo de escribir, pero no todos, sino tal vez solo la mitad. Otros perciben un túnel de oscuridad, y otros no ven ningún túnel. Hay muchas razones de que existan estos puntos similares y divergentes en las experiencias cercanas a la muerte.

Primero, tenemos que entender que el momento de la muerte, o incluso de la “casi muerte”, es un momento de gran estrés que involucra cierta variedad de cambios fisiológicos.

Cuando el nivel de oxígeno disminuye en la sangre y al mismo tiempo aumenta el de dióxido de carbono, el cerebro reacciona con una serie de experiencias subjetivas, debido a la falta de aire y a la continuidad de cierto nivel de metabolismo. Por ejemplo, la gente ve pasar su vida frente a ellos, como en una película. Este fenómeno se describe con mucha frecuencia y su explicación es absolutamente fisiológica, o más bien patológica.
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Judas: La zona en penumbra y Summerland | 8 de septiembre de 2001

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Al hilo de los mensajes de Padgett -que hemos comentado y usado ya aquí un poco-, durante los cien años que han pasado desde entonces, ha habido mucha gente que los ha seguido.

Algunas de estas personas parece que han desarrollado bien sus capacidades de conexión con los planos de desencarnados, y de vez en cuando han recibido mensajes de personalidades muy cercanas a Jesús, como por ejemplo de «Judas Iscariote» (Judas de Queriote) -e incluso hasta muy cerca de nuestras fechas-.

Con este texto/audio seguimos la pequeña serie que empezamos aquí. Vemos cómo los mensajes de Judas encajan muy bien tanto con lo contado por Alan John Miller/Jesús, como con lo que se da en los mensajes de Padgett.

De hecho, Miller, aparte de recomendar, lógicamente, los mensajes de Padgett… si recuerdo bien también comentó en algún encuentro que realmente Judas y otros habían hablado a través de varias de estas personas recientemente.

Esta serie trata de forma breve sobre la sucesión de planos y sobre la progresión del alma en ellos.

Nota: Un mensaje anterior, via Padgett, y muy relevante, es este (dado en este caso por Jesús).

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La zona en penumbra y Summerland
8 de septiembre de 2001
Recibido por H.
Cuenca, Ecuador

Mi querido hermano, hoy vengo a continuar con mi descripción de los planos terrestres. Antes de seguir, te recuerdo que cuando te hice saber un poco sobre el significado de la palabra “luz” en el mundo espiritual, te conté cómo pasé desde mi infierno a la región llamada zona de penumbra. También te informé de que esta es la zona más poblada del mundo de los espíritus, y que la gran mayoría de ellos inician el viaje hacia su perfección en este lugar -hacia la perfección en el amor natural o en el Amor Divino-.

Realmente es una zona muy atractiva para muchos espíritus. No hace ni frío ni calor excesivos, la gente vive en libertad, no hay dominio ni esclavitud, y allí los espíritus no necesitan preocuparse por cómo ganarse la vida, pues como ya sabes, los espíritus no necesitan comer, su ropa no se desgasta… en definitiva, se trata de un ambiente de libertad y felicidad. Es por eso que muchos espíritus permanecen allí muchos años, contentos con su situación, que de hecho en la gran mayoría de casos es mucho mejor que la condición en la que tuvieron que vivir en la Tierra. Continuar leyendo «Judas: La zona en penumbra y Summerland | 8 de septiembre de 2001»

Jesús: el alma, lo que es y lo que no es | 2 de marzo, 1917

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Un mensaje anterior y también muy relevante es este (también dado por Jesús).

Este tema del alma es enormemente práctico y simple (se trata de volvernos seres «plenamente emocionales», dicho rápidamente -aunque esto se puede malentender-). Este asunto básico lo he resumido en la página principal o guía de la web, en sus primeros puntos (A.1, A.2, etc.).

Para ver enlaces a varios materiales prácticos sobre el alma (audios, vídeos), más modernos, dados por Miller de forma más desenfadada, gráfica y risueña (complementariamente a lo tratado en este mensaje), ver los apartados dedicados al alma en la página A.3.
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Jesús: El alma, lo que es y lo que no es
(mensaje via Padgett, 2 marzo 1917)

Estoy aquí, Jesús.

Vengo esta noche a escribir mi mensaje sobre el alma, y ​​lo haré, si podemos establecer el vínculo que se necesita.

Bien, el tema es de gran importancia y difícil de explicar, pues no hay nada en la Tierra -nada conocido por el hombre- con lo que se pueda hacer una comparación; y, por lo general, los hombres no pueden comprender la verdad ni la naturaleza de las cosas excepto por comparación con algo que ya saben que existe, y cuyas cualidades y características conozcan.

No hay nada en el mundo material que pueda proporcionar una base de comparación con el alma, y, por lo tanto, para los hombres resulta difícil  comprender la naturaleza y las cualidades del alma mediante las meras percepciones intelectuales y la razón. Y para comprender la naturaleza de esta gran creación -el alma- los hombres deben tener algo de desarrollo espiritual y la posesión de lo que puede ser conocido como las percepciones del alma. Sólo el alma puede comprender el alma, y ​​el alma que busca comprender la naturaleza de sí misma debe ser un alma viva, con sus facultades desarrolladas al menos en un pequeño grado.

Primero diré que el alma humana es necesariamente una criatura de Dios, y no una emanación de Él, como parte de Su alma; y cuando los hombres hablan y enseñan que el alma humana es parte de la Super-Alma, enseñan algo que no es cierto.

Esta alma es simplemente una criatura del Padre, al igual que lo son las demás partes del hombre -como el intelecto, el cuerpo espiritual y el cuerpo material-, unas partes que antes de la creación del alma no existían.

El alma no ha existido desde el principio de la eternidad, si puedes imaginar que la eternidad alguna vez tuvo un principio. Quiero decir que hubo un tiempo en que el alma humana no existía; y no sé si alguna vez llegará el momento en que algún alma humana deje de existir, ni tampoco ningún espíritu lo sabe; solo Dios conoce este hecho. Continuar leyendo «Jesús: el alma, lo que es y lo que no es | 2 de marzo, 1917»

Daniel (el profeta) describe su experiencia en el mundo espiritual y su vida en la Tierra

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Un mensaje anterior y muy relevante es este (en este caso dado por Jesús).
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Daniel describe su experiencia en el mundo espiritual y su vida en la Tierra
      (21 Jul 1915)
(Daniel, el profeta de Dios, del Antiguo Testamento)

Estoy contigo esta noche porque tienes razones para creer que has sido seleccionado para realizar la obra de Jesús de transmitir sus mensajes a la humanidad; y quiero sumar mi testimonio al de los demás que me han precedido.

Soy un seguidor del Maestro, aunque viví en la Tierra muchos años antes de que viniera a anunciar la restitución del gran Amor Divino del Padre, y a mostrar el camino por el cual todo hombre que lo desee puede obtenerlo.

Nunca supe lo que era este Amor hasta que Jesús vino y lo declaró al hombre y a los espíritus tal como lo hizo. Y cuando vino al mundo de los espíritus, después de su crucifixión, nos predicó a los que estábamos en las esferas espirituales la gran doctrina del plan de salvación de Dios.

Los hombres no deben pensar que los mortales son los únicos destinatarios de este Amor, o los únicos que tuvieron el privilegio de conocer el camino a este Amor, pues, como te digo, Jesús vino a los espíritus que vivían en los cielos espirituales, dio a conocer este gran plan y enseñó el camino a la Inmortalidad.

Yo era, antes de su venida, un espíritu que gozaba del favor del Padre en tanto que mi amor natural se desarrolló hasta el grado más alto, y en ese amor era comparativamente feliz.

También poseía un gran desarrollo intelectual. Sin embargo, en cuanto al Amor Divino que ahora poseo… de él no sabía nada, ni tampoco sabía nada ningún espíritu que viviera en ese momento.

Esto te puede parecer extraño, pues a partir de mi relato, tal como está contenido en el Antiguo Testamento, podrías suponer naturalmente que yo gozaba del gran favor de Dios, y así era; pero ese favor no iba más allá de recibir de Él una gran cantidad del amor natural que Él había otorgado a toda la humanidad, y de saber -por mis percepciones espirituales y por el poder de la naturaleza psíquica que poseía- que Dios se preocupaba por mí y me utilizaba para convencer a las naciones paganas de que había un solo Dios, y que solo Él debía ser adorado.

Nunca conocí la realidad de lo que era el Amor Divino, ni sabía que me encontraba en otra posición diferente a la que podría haber tenido si ese Amor no le hubiera sido arrebatado a la humanidad cuando nuestro gran padre terrenal cometió su fatal acto de desobediencia.

En aquellos tiempos, antes de la venida de Jesús, ningún espíritu podía progresar de ninguna manera más arriba de la esfera donde existían este amor natural y este desarrollo intelectual, en su mayor grado de perfección.

Así pues, como ves, nunca fui un espíritu poseído por esta naturaleza Divina hasta después de la venida del Maestro; y en ninguna parte del Antiguo Testamento encontrarás ninguna declaración ni promesa relativa al hombre y a su posesión de esta naturaleza Divina, y nosotros -los que vivíamos en aquellos días de mi vida terrenal- estábamos satisfechos, y solo esperábamos los favores y dones de Dios que pudieran afectar a nuestra prosperidad y felicidad terrenales.

Yo era un profeta, tal como está escrito, y a través de sus espíritus Dios me decía aquellas cosas que yo declaraba a la gente. Dios también me capacitó para predecir muchas cosas que iban a suceder, y que de hecho sucedieron. Pero este gran favor y regalo no me trajo la posesión del Amor Divino ni la naturaleza del Padre; y cuando morí, llegué al mundo de los espíritus como uno que poseía sólo el amor natural y el gran desarrollo moral que me habían proporcionado las comunicaciones tenidas gracias a mis asociaciones con los espíritus del Padre. Continuar leyendo «Daniel (el profeta) describe su experiencia en el mundo espiritual y su vida en la Tierra»

Sócrates escribe sobre la experiencia de su progreso

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Un mensaje anterior y muy relevante es este (en este caso dado por Jesús).
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Sócrates escribe sobre la experiencia de su progreso
(Mensaje via James Padgett, 8 julio 1915)

Estoy aquí, Sócrates, el griego.

Supe que pensaste en mí, y tu pensamiento me atrajo hacia ti.

Cierto espíritu puede encontrarse en vinculación contigo, o bien tener una cualidad de alma similar; pues bien, esa condición álmica es lo que hace de medio, de gran medio, por el cual se da dicha atracción.

Ya he estado contigo antes, y hay una creciente vinculación entre nosotros surgida a raíz de las cualidades de tu alma. Ahora soy un creyente en la doctrina cristiana de la inmortalidad del alma, y ​​en las enseñanzas de Jesús sobre la forma de obtener el Amor Divino del Padre, tal como lo estás haciendo tú, y, por lo tanto, nuestras cualidades álmicas son similares.

Ahora soy un seguidor del Maestro, y creo en su misión Divina en la Tierra, aunque él no vino a la Tierra cuando yo vivía. Después de convertirme en espíritu, comprobé mi creencia en la continuidad de la vida después de la muerte, y viví en el mundo de los espíritus hasta muchos años después de la llegada de Jesús, antes de que yo aprendiera y creyera en su verdad más amplia acerca de la inmortalidad.

Por supuesto que, cuando yo enseñaba, solo tenía una esperanza, que casi era certeza, de que seguiría viviendo por toda la eternidad, pero no tenía más fundamento para esa creencia que las deducciones de mi capacidad de razonar, y las observaciones del funcionamiento de la naturaleza.

Había oído hablar de las visitas de los espíritus de los difuntos, pero nunca había tenido ninguna experiencia personal en ese sentido, aunque creía sin reparos que eran verdad.

Mi convicción acerca de la verdad de la continuidad de la vida en el futuro era tan fuerte que equivalía a una certeza, y por lo tanto, cuando morí, consolé a Platón y a mis otros amigos y discípulos diciéndoles que no debían decir que Sócrates iba a morir, sino que su cuerpo era lo que moriría; su alma viviría para siempre en los Campos Elíseos. Me creyeron, y después Platón hizo más extensa mi creencia.

Y efectivamente, Sócrates no murió, pero tan pronto como su aliento abandonó el cuerpo -lo cual no fue muy doloroso, a pesar de que la fatal cicuta hizo su trabajo de manera segura y rápida-, entró en el mundo espiritual como una entidad viviente, lleno de la felicidad que le brindó la constatación de sus creencias.
Continuar leyendo «Sócrates escribe sobre la experiencia de su progreso»

Jesús: acerca del amor de los seres humanos

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Este mensaje, dado via James Padgett, fue dado muy poco después del anterior que hice para esta web, y en este caso también habla Jesús.

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Jesús: acerca del amor del hombre
4 de marzo, 1915.

Aquí estoy, Jesús.

Esta noche quiero escribir sobre el amor del hombre.

Este amor es uno que la humanidad no comprende en su particularidad más relevante. Me refiero a que este amor no es suficiente para dar al ser humano el más alto grado de felicidad que pueda obtener en la vida mortal o en la venidera.

Este amor es de una naturaleza tal que cambia dependiendo del cambio en las ideas y en los deseos de los hombres, y no tiene ninguna estabilidad que sirva para que este amor mantenga al ser humano constante en sus afectos.

Ningún hombre que tenga sólo este amor podrá jamás estar en condiciones de decir que continuará teniendo este amor durante más tiempo que el presente; y si piensa que su amor nunca podrá cambiar, o abandonarlo, tan sólo está deseando con sus pensamientos.

Pero este amor es uno que puede durar mucho tiempo y, a veces, parece que nunca puede morir o disminuir; sin embargo, por su propia naturaleza, no tiene ese tipo de constancia que le pueda asegurar una duración más que momentánea.

No quiero decir con esto que este amor natural sea menospreciable, pues sin duda se trata del mayor regalo que el Padre ha otorgado a la humanidad, y sin él, los hombres estarían en una condición muy infeliz.

Sin embargo, no es el Gran Amor del Padre que podrían recibir todos los hombres si tan sólo lo buscaran y se esforzaran por obtenerlo mediante la oración y la fe.

El amor natural es el que hace que los hombres y las mujeres tengan unidad en la Tierra, y les permite acercarse más a una vida de felicidad que cualquier otra cualidad humana; pero todavía tiene un peligro, que siempre lo acompaña, y que consiste en que, en algún momento, de alguna manera, puede dejar de existir.

El amor de las madres es el más fuerte de todos los amores dados a los mortales, y aparentemente nunca puede terminar ni envejecer; sin embargo, puede llegar un momento en que ese amor muera o deje de retener toda su vitalidad o belleza. Sé que se dice que el amor nunca muere; pero esto no es cierto con respecto a este amor natural; y nadie puede asegurar que su amor en el día de hoy vaya a seguir siendo el amor de dentro de unos pocos años.

Sin embargo, hay un amor que puede considerarse como un tipo de amor natural que durará para siempre, siempre y cuando estas almas busquen y obtengan el Amor Divino, y este amor se trata del amor que Dios ha implantado en dos almas que ha diseñado para convertirse en una sola en la vida espiritual.

Este amor no son realmente dos amores, sino un mismo amor manifestado en los dos sexos opuestos [Miller nos comenta actualmente, añadiendo a esto y habiendo recordado su vida durante 2000 años como Jesús en diversos planos, que las almas gemelas en un porcentaje no muy grande pueden también ser homosexuales], y que solo está completo cuando estas dos almas, aparentemente independientes, se unen en perfecta unidad.

Esto es lo que comúnmente se llama amor de almas gemelas, y se trata de aquella esencia de amor espiritual que hace que la felicidad de los dos espíritus de los mortales parezca completa. Sin embargo, este amor no es de naturaleza divina, sino simplemente el tipo más elevado de amor natural.

Entonces, cuando los hombres hablan del amor de un mortal por su prójimo, se refieren simplemente al amor que su naturaleza humana es capaz de tener y dar a otro mortal.

No deseo que se entienda esto como si de alguna manera implique que ese amor no es una gran bendición para la humanidad, porque lo es, y sin él no se daría la armonía que existe en la Tierra; sin embargo, en este momento (Primera Guerra Mundial), el odio y la ira parecen haberse hecho su espacio en los corazones de muchos hombres que hoy luchan por matar y destruir.

Pero esto es solo por una temporada; la guerra cesará, y entonces los hombres se darán cuenta, más que durante mucho tiempo, de que solo el amor mutuo puede hacer de la Tierra un lugar feliz y deseable para vivir.

El amor, cómo sé que se dice… es el cumplimiento de la ley, pero ningún hombre puede comprender esto completamente hasta que sepa lo que es el amor.

No quiero decir que para cumplir toda ley el hombre deba tener el Amor Divino del Padre, porque hay leyes que gobiernan la existencia Divina y leyes que gobiernan la existencia humana y meramente espiritual. El Amor de lo Divino es el cumplimiento de las primeras leyes, y el amor natural es el cumplimiento de las segundas.

Por tanto, debes entender que sólo cuando los hombres tienen el Amor de lo Divino, pueden satisfacer las leyes de la existencia Divina; y así, en tanto que tengan meramente amor natural, podrán satisfacer solo la ley natural.

Pero este amor natural no podrá hacerlos uno con el Padre, como he escrito antes; y el máximo de los poderes y funciones de este amor está en darles la felicidad que recibirán al vivir la vida de un espíritu o de un hombre no redimido.

No diré que el hombre no debería cultivar este amor por su prójimo en la mayor medida posible, porque debería hacerlo; y si esa fuera la única clase de amor que pueda tener, ya sea en la Tierra o en el mundo espiritual, cuanto más posea, más feliz será y mayor será la felicidad de su prójimo y espíritu semejante.

Así pues, cuando dije, cuando estuve en la Tierra, que los hombres debían amar a su Dios y amar a sus semejantes como a sí mismos, quise decir que debían hacerlo con todas las posibilidades del amor que pudieran tener.

Sin embargo, los hombres realmente pueden aprender que no es necesario tener solo el amor natural, sino que todos pueden buscar el Amor Mayor, y obtener una felicidad y una inmortalidad correspondientemente mayores.

No obstante, los hombres no se dan cuenta de esto, y parecen estar satisfechos con este amor natural y con los placeres que resultan de su posesión.

No quisiera que hicieran nada que pudiera disminuir este amor o cerrar sus corazones a su influencia, cuando es puro y bueno; sin embargo, no puedo evitar tratar de inculcales la gran conveniencia de tener el Amor superior en sus almas.

Sí, soy un amante de todos los hombres, y quiero que sientan la felicidad de la afluencia del Amor Divino y, de ese modo, aprendan lo que significa el Amor de Dios y lo que pueden tener si tan sólo buscan.

Este amor por lo puramente natural no será suficiente para las tentaciones que acosan a los hombres en la Tierra; y, además, no asegurará contra las tentaciones cuando se conviertan en espíritus. Lo sé, y por eso lo afirmo con la claridad de quien realmente lo sabe -podrías decir que lo digo con autoridad-.

Como estás cansado, debo detenerme.

Con todas mis bendiciones y amor,
soy tu hermano en espíritu,
Jesús

Index: PJE19150304A
Author: Jesus
Receiver: James E. Padgett
Location: Washington D.C.
Date: 04 Mar 1915
Sources: True Gospel, Vol II, page 21
True Gospel, Vol III, page 74

¿La separación de la humanidad?: una posible sorpresa en cuanto al amor natural y al amor divino | Mensajes de Jesús via Padgett: 3 de marzo, 1915

Índice
– Introducción
– Mensaje
– Comentario 1 (general)
– Comentario 2 (sobre este relativo y aparentemente posible «cierre de los cielos»)
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Introducción

[ Enlaces al formato audio de este mensaje:   audio / descarga ]
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Miller, en esta vida, recordó ser Jesús, y por lo tanto, recordó ser quien había dado a James Padgett algunos mensajes a principios del siglo XX (siendo como digo Jesús, en realidad, y habiendo ya recordado su ser, su alma, en esta vida, en Australia).

He introducido un poco este tema de los mensajes de Padgett en algunos audios. Ver los puntos B.2 y B.9, en la página principal o guía, donde enlazo por ejemplo el primero que hice: Helen, la mujer de Padgett, relata su experiencia de dejar el cuerpo y marchar al mundo espiritual: audio / descarga.

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Mensaje

Mensaje de Jesús (3 de marzo de 1915):

Aquí estoy, soy Jesús.

Esta noche estás en mejores condiciones, y continuaré con mis mensajes.

«Dios es un Dios de amor, y nadie puede venir a Él si no recibe el Amor del Padre en su alma».

Como los hombres son pecadores por naturaleza…

permitidme que detenga aquí el discurso de Jesús en este mensaje, para que no se malinterprete.

Si habéis seguido un poco los materiales últimos y simples divulgados en UnPlanDivino (y en youtube e ivoox)… hemos visto que ya sentimos y entendemos más o menos bien, por un lado, el concepto de pecado (o «error» si lo queréis decir así), y la importancia de no malinterpretarlo pero sí de tenerlo en cuenta a la hora de -por así decirlo- sentir el nivel del alma y sus leyes.

Por otro lado, en cuanto a la afirmación de «ser pecadores por naturaleza»: fijémonos en que ahí no está diciendo que el alma esté ya «manchada» en su naturaleza misma. No, el alma no… sino que es el ser humano, y no el alma, lo que de alguna manera es en seguida «manchado».

Es decir, como hemos comentado ya muchas veces… las condiciones de esta Tierra están tan delirantemente distorsionadas que, en cuanto somos concebidos, todos empezamos a absorber en el alma múltiples errores (bajo la forma de emociones, intenciones, etc.), y lo hacemos muy profundamente en nuestra alma «natural», es decir, en nuestra alma que viene con el potencial del amor natural (no viene ya con amor divino, sino que este amor divino es algo que hemos de pedir, y que hemos de querer a propósito, con nuestro libre albedrío, para evolucionar o no con él).

Sigue el mensaje:

…y están inclinados al error y la violación de las leyes de Dios, es sólo obteniendo este Amor como pueden ser redimidos de ese pecado; y eso sólo se puede obtener mediante la oración y la fe en la disposición de Dios para otorgar este Amor a quien lo pida.

Con esto no quiero decir que tengan que existir oraciones formales o se necesite cumplir con credos o dogmas de la iglesia; pero la oración que es eficaz es la que emana del alma y de las sinceras aspiraciones del hombre. Por lo tanto, haced saber a los hombres que, a menos que tengan en el alma un verdadero anhelo por este Amor, no se les dará. Ningún mero deseo intelectual será suficiente para recibir amor divino.

El intelecto no es la facultad con la que el hombre puede unirse a Dios. Sólo el alma está hecha a semejanza del Padre, y a menos que esta semejanza se perfeccione, llenando el alma con el Amor Divino del Padre, la semejanza nunca será completa.

El amor es único y es lo más grande que existe en la economía que Dios dispone para la existencia real. Sin amor todo sería caos e infelicidad; pero donde hay amor también existe armonía y felicidad. Esto lo digo porque sé por experiencia personal que es verdad.

Que los hombres no piensen que Dios es un Dios que quiere el culto humano desde las meras facultades intelectuales de los hombres, pues no es cierto.

Su Amor es lo único que puede unirlos a Él. Este Amor no es el Amor que forma parte de la existencia natural del hombre.

El amor que tienen los hombres que no han recibido una parte del Amor Divino, no es suficiente para hacerlos uno con el Padre; ni ese amor es el tipo de amor que les permitirá entrar en las Esferas Celestiales y convertirse en Ángeles llenos de este Amor Divino, que hacen siempre la Voluntad del Padre. Este Amor sólo se encuentra en las almas de aquellos que lo han recibido mediante el ministerio del Espíritu Santo -el único instrumento, dentro de los mecanismos de Dios, que se usa para lograr la salvación de los hombres-.

He visto las operaciones del Espíritu sobre las almas de los hombres y sé que lo que digo es verdad. Ningún hombre debe descansar en la seguridad de que cualquier otro instrumento o medio que no sea el Espíritu Santo le permitirá obtener este Amor. No debe descansar en el pensamiento de que sin esto puede convertirse en parte del Reino de Dios, pues ningún otro amor que no sea este Amor Divino puede autorizarlo y calificarlo para entrar en ese Reino.

Cuando estuve en la Tierra enseñé la doctrina de la salvación sólo mediante la obra del Espíritu Santo en el cumplimiento de los mandamientos del Padre. Sin este Amor, la mera creencia en mí o en mi nombre nunca permitirá a ningún hombre convertirse en poseedor de este Amor.

De ahí el dicho: «para que todos los pecados contra mí o incluso contra los mandamientos de Dios sean perdonados a los hombres, pero el pecado contra el Espíritu Santo no les será perdonado, ni mientras estén en la Tierra, ni cuando estén en el mundo de los espíritus».

Esto significa que, mientras un hombre rechace las influencias del Espíritu, estará en pecado contra él, y tal pecado le impide recibir este Amor Divino; y por lo tanto, en ese estado no es posible que se le perdone y se le permita entrar en el Reino Celestial del Padre.

El Amor de Dios no necesita del amor del hombre para darle a este amor humano una Esencia Divina, sino que es al contrario, es el amor del hombre el que, para llegar a ser Divino en su naturaleza, debe estar completamente envuelto o absorbido por el Amor Divino del Padre.

Por lo tanto, que el hombre sepa que su amor no es más que la mera sombra de lo que es el Amor del Padre, y que mientras se niegue a recibir este Amor del Padre, se verá obligado a permanecer apartado del Padre y a disfrutar únicamente de la felicidad que le brinda su amor natural.

Si tan siquiera lo buscan de manera auténtica y con fervor y deseo sincero, estoy tan seguro de que todos los hombres pueden recibir este Amor, que sé que es posible que todos los hombres se salven. Pero los hombres tienen el gran don del libre albedrío, y el ejercicio de ese don para la búsqueda y el hallazgo de este Amor parece ser una dificultad que va a impedir que una gran mayoría de la raza humana reciba este gran don redentor.

Mi Padre no desea que ningún hombre viva toda la eternidad sin este Amor; pero llegará el tiempo, y muy pronto, en que el privilegio de obtener este Amor será retirado de la humanidad; y cuando ese gran evento tenga lugar nunca se volverá a restaurar más adelante ese privilegio; y los hombres que entonces carezcan de Él se verán obligados a vivir toda la eternidad tan solo con su amor natural para consolarlos y obtener la felicidad que puedan obtener de tal amor.

Los hombres pueden pensar que este tiempo de separación nunca llegará, pero en eso están equivocados, y cuando sea demasiado tarde, se darán cuenta.

La armonía del universo de mi Padre no depende de que todos los hombres reciban este Amor Divino, porque con los mecanismos de las leyes de la armonía de Dios, en las almas de los hombres, se erradicará todo pecado y error, y sólo quedará la verdad; pero la mera ausencia de pecado no significa que todas las partes de la creación de Dios vayan a estar pobladas por espíritus y hombres igualmente felices o llenos de la misma clase de amor.

El hombre que está libre de pecado y solo tiene su amor natural, estará en perfecta armonía con otros hombres que poseen el mismo tipo de amor; pero no estará en armonía con esos espíritus que tienen este Amor Divino y la felicidad suprema que Él da. Y, sin embargo, tales diferencias en amor y en felicidad no crearán discordia ni falta de armonía en el universo.

Adán y Eva, o quienes ellos personifican,

Continuar leyendo «¿La separación de la humanidad?: una posible sorpresa en cuanto al amor natural y al amor divino | Mensajes de Jesús via Padgett: 3 de marzo, 1915»

El increíble sinsentido o «nube» en la que estábamos con el curso de milagros, el curso de amor, vía de la maestría, y demás «Yeshua» falsos

  • Nota (actualización): una entrada posterior sobre este tema, más detallada, es esta:
    – «Preguntas «frecuentes»: ¿Qué piensas de otras canalizaciones que dicen ser dadas por la misma alma de Jesús? (cartas de Cristo, ucdm…)»
    https://www.unplandivino.net/preguntas-1/
  • Aclaración: En el vídeo (un audio con una conversación) que acompaña arriba a este artículo, se tratan algunos temas relacionados. Por eso lo enlazo aquí.

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Podemos ver cómo, en los temas que lamentablemente yo divulgué, se trata banalmente del concepto de «pecado» (y como siempre, es así para no tener que sentir y solo sentir, pues tenemos realmente pánico a sentir).

Y antes de nada, advertir muy claramente que aquí no estamos hablando de ninguna «religión» institucional, ni volviendo a ningún dogma.

Entonces, se dicen cosas como que Jesús demostró que el pecado no existe… lo cual es simplemente un sinsentido.

Como hemos visto, Dios creó nuestras almas.

Para ellas, en su ámbito, hay unas leyes o principios, igual que hay leyes para los demás ámbitos (físico: gravedad, etc.).

El pecado es simplemente la palabra que nos sirve, si queréis decirlo así de entrada… como sinónimo de error o desarmonía, pero en ese ámbito, muy concreto, de las almas.

Pero necesitamos no perder palabras por el simple hecho de que no queremos sentir, es decir, no queremos ser humildes.

Entonces, y más concretamente… hay pecado -como vemos en la serie de vídeos que empieza en este-:

– cuando en nosotros hay voluntad y deseo que están en desarmonía con los principios y el amor de Dios…

– cuando en nosotros hay carencia de voluntad y deseo que están en armonía con esos principios y ese amor.

Con esas leyes o principios del alma nos vamos ritmando, y es gracias a que nos hacemos sensibles a nuestras muy variadas «desarmonías» con respecto a esos principios y ese amor (es gracias a darnos cuenta del hecho de que no estamos ritmados con ese amor y esas leyes… de formas muy concretas), es gracias a eso…
que nos podemos ir acercando a hacernos sensibles a cómo Dios nos ve realmente…
a cómo somos en verdad…
a cómo Dios nos ve de forma completa, con nuestras desarmonías claramente reconocidas…
y así, podemos acceder a más verdad… y a la vez, y por lo tanto… a más amor.

A esas leyes nos vamos haciendo sensibles a través del «órgano» que tradicionalmente se llama «conciencia» (sin la ese, para referirse a lo moral… como cuando se decía aquello de «la voz de la conciencia»).

El «pecado» es, pues, un hecho muy simple, y es algo que, gracias a Dios, no puede ser eliminado mágicamente, pues, de ser así, nos quitarían el libre albedrío -cosa esta que podría ser, en parte, el objetivo que está detrás, en el fondo, de muchas canalizaciones suplantadoras de Jesús…, de mucha seudoespiritualidad, etc.-.

El pecado, como hemos visto, es por ejemplo el hecho de hacer cosas (o de contener emociones, en el alma…, etc.)… que están en desarmonía con el amor y con los principios de Dios.

Es decir, el pecado no es un mero error, sino que es un «no dar en el blanco», un «no darle a la diana»… pero en el ámbito de las leyes y principios del alma, es decir, al respecto de la verdad y del amor tal como Dios los ve (al amor y a la verdad) -es decir, tal como realmente son-.

El pecado es eso… y podríamos decir que para distinguirlo del simple error -por ejemplo del «error ético», o del error físico (cuando uno se cae al suelo 🙂 )…-.

La verdad acerca del arrepentimiento y del perdón

Ya estoy haciendo poco a poco algunos audios de estos talleres que hizo Miller en Brasil en el 2012, y de los que sí hay traducción en español. Y aunque en este caso hay algunas partes de la traducción que no están muy cuidadas, este taller en concreto sobre el arrepentimiento y el perdón da un material muy importante, y se entiende lo esencial.

En algún momento quizá tranquilamente pueda ponerme yo también a traducir más 🙂 … aparte de lo que llevo hecho, por ejemplo para el caso del tema de la responsabilidad (con una pequeña parte de una sesión que hizo sobre ello (ver punto A.3)), o con el tema de la fe y las leyes (ver punto A.5).

Estamos viendo ya algunos audios y resúmenes tanto en ivoox como en youtube… así como aquí, en la guía de esta web (pues hay cientos de transcripciones de los talleres de Miller y Mary).

En este enlace de esta misma web ya coloqué varios enlaces para descargar muchos textos.

Abajo están los enlaces a los audios de la lectura de esta charla sobre el arrepentimiento y el perdón -tanto a ivoox como a la descarga directa de la nube-.

La verdad acerca del arrepentimiento y del perdón (parte 1) [descarga directa]
// (parte 2) (descarga directa)
// parte 3 (descarga directa)