A.5. Fundamentos. Leyes y principios de la existencia y de Dios. Fe

Índice
Leyes y fe
– Ley de la atracción
– Ley de causa y efecto
– Ley de compensación
– Leyes divinas: en torno a la ley del arrepentimiento y del perdón
– La definición de pecado desde la perspectiva de Dios
– El mundo al revés: perdonamos cuando tenemos que arrepentirnos, y viceversa
– Ética y moralidad
– Las leyes de Dios en relación a cómo gobiernan el amor por uno mismo y por los demás
– El regalo del libre albedrío
– Ley de vinculación y comunicación con espíritus
– MATERIALES

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Leyes y fe

Podéis asumir que todas las leyes tienen un Creador.

Constatamos que hay leyes en el nivel físico (gravedad, etc.).

También es un hecho que, al conocer más leyes físicas, aumenta nuestra libertad, y también aumenta nuestra dicha, es decir, podemos disfrutar más (por ejemplo podemos volar en un avión gracias a la combinación de los saberes acerca de las leyes de la gravedad y de la aerodinámica, etc.).

Si hay leyes en el ámbito físico, podemos suponer o asumir que hay leyes en los otros niveles que mucha gente también parece experimentar o reconocer como ámbitos de su experiencia. Miller los denomina -aparte del ámbito físico-:
– el espiritual (cuerpo espiritual, que a veces se llama «energético»),
– y el ámbito del alma.

Lógicamente, podemos asumir que, si nos enfocamos en la relación con Dios, el creador de nuestra alma y de las leyes… y si nos enfocamos en las leyes que gobiernan nuestra relación con Él o Ella… entonces, este enfoque nos servirá enormemente, así como puede servir a los demás.

Pero normalmente no tenemos fe, y por lo tanto no podemos cambiar.

No tener fe equivale a no practicar el proceso de experimentar y descubrir las leyes espirituales y álmicas (y tampoco más leyes físicas), porque no confiamos en que hacer eso conlleve un beneficio personal para nosotros.

Nuestras emociones, deseos, acciones, intenciones… están o no están en armonía con el amor y la verdad tal como los entiende y siente Dios.

Así es como vamos experimentando el regalo de la vida en estas condiciones concretas terrestres.

Al vivir con el otro regalo que es el libre albedrío, experimentamos los efectos de dicha armonía o falta de armonía (una falta de armonía que simplemente podemos llamar «pecado»), con más o menos consciencia de las leyes que regulan nuestra existencia en todos los niveles.

A más consciencia o saber, más crecimiento y más reconocimiento de cuál es nuestra «posición» en los diferentes marcos de la existencia en Dios (más libertad y más alegría de existir).

Las experiencias que vivimos como hechos cuando por ejemplo sentimos un cierto desajuste con respecto a las leyes y principios de Dios, están siempre enmarcadas también dentro de algunas de las leyes y principios de Dios (ley de la compensación, etc.).

En el proceso de existir, en cada plano o dimensión, al crecer, vamos sintiendo y captando -con todo nuestro ser y cada vez mejor- las numerosas y ricas leyes que regulan cada dimensión.

Pese a que tanto el ámbito de las leyes como el de los principios que las regulan son ámbitos infinitos… y siempre se están creando nuevas leyes… sí podemos captar cada vez mejor los principios fundamentales y lo que regula los grandes grupos de leyes… teniendo una existencia cada vez más plena y más consciente de nuestra unión con nuestro Creador, como almas.

[En el apartado de materiales abajo está enlazada por ejemplo la página de los talleres de Miller y Mary del 2016 que presentan este tema de los principios y las leyes, ordenadamente.]

Ley de la atracción

Todo lo que nos pasa, ahora que ya hemos desarrollado un poco nuestra «autoconsciencia» como individuos (tras las «grabaciones» emocionales que adquirimos más fuertemente sobre todo durante los 7 primeros años de vida, y que «nadie se merece»)… todo lo que nos pasa, ahora… lo ha atraído la condición de nuestra alma.

Y cuando, por ejemplo, esas cosas nos parecen negativas, en general es para que sintamos las emociones que necesitan ser procesadas en el alma (ver página guía A.4 sobre emociones, y los materiales de la sección dedicada a ello en esta misma página, abajo).

¿Por qué?

Porque en el alma (emociones, pasiones, deseos, intenciones, creencias) normalmente no todo está en armonía con el amor (en el alma).

Y las leyes amorosas de Dios funcionarán siempre de forma perfecta para mostrarnos aquello que está en desarmonía con el amor en el alma (y que lo podamos corregir, para «nuestro bien»).

En el alma tenemos todas esas cosas «desalineadas» debido a las grabaciones que nos pasamos entre nosotros, «sin querer queriendo», durante milenios… y debido a los traumas, a veces desde que somos concebidos… y que nos hacen bloquearnos más, aumentando el aparente peso de esas grabaciones y bloqueos.

Los llamamos «bloqueos» porque es un estado en el que no queremos sentir cosas y las guardamos.

Así, creamos una adicción emocional (ver la página sobre emociones y la de los talleres de los grupos del 2014), es decir:

– encubrimos el deseo de no sentir esas emociones bloqueadas

– justificamos el deseo de no sentir esas emociones causales… profundas…

– ¿cómo? Con adicciones emocionales. Nos hacemos adictos a «creencias emocionales» y a emociones de sustitución… a creencias justificadoras…

– eso nos sirve para no sentir la emoción causal

– así, no podemos desbloquear el alma, es decir, nos impedimos a nosotros mismos soltar por ejemplo una pena profunda… para poder crecer… poder hacernos íntegros.

Cuando hablamos de «perdón», como ya sabréis, sería algo muy práctico, por el hecho de que no es algo personal, y en cierto sentido no es que «tengamos algo que perdonar a otro»… sino que se trata de ejercitar la humildad de desear sentir las heridas causadas por el entorno o desde el entorno (familia, profesores, etc.), y así, aprender a relacionarnos con nuestra ley de la atracción y en general con los principios amorosos impresos en las leyes de Dios, y a ser posible, con Dios.

Así pues, si por ejemplo estamos airados, se trataría de pedirnos (a la vez que nos permitimos sentir la ira, y la expresamos sin hacer daño ni justificarla)… de pedirnos, de pedir… dentro, a Dios y/o a nuestros guías reales… que se nos muestre más el alma, lo que «quieren decirnos» el alma y Dios (las leyes). Es decir, que se muestre aquello que esa ira está queriendo tapar, ya que la ira apunta hacia algo que no queremos sentir, hacia algo que no es esa ira.

Ley de causa y efecto

(Ver en la siguiente entrada todos los enlaces (texto y vídeos subtitulados) de un taller completo sobre el tema (2011): entrada sobre la ley de causa y efecto.)

Para aclarar la relación entre la anterior y esta ley de causa y efecto:

El nexo, o la conexión entre causa y efecto es la ley de la atracción. Pero cada evento concreto, real, es creado por cierta causa.

La ley de la atracción crea el nexo. La ley de la atracción es aquello que crea el evento, en el sentido de que esa ley correlaciona causas y efectos. Esa ley es el mensajero de la verdad, para nosotros, por así decirlo. Pero podemos, o bien ignorar las causas y tratar con los efectos, o podemos empezar a tratar las causas. Ahí está el poder que tenemos. Y la ley de la atracción no es lo que determina eso, sino nuestra elección. Tenemos el regalo del libre albedrío para ignorar la causa y tratar con el efecto.

La ley de causa y efecto es lo que nos pone en la disyuntiva de poder tratar con las causas o bien con los efectos, en cierta ocasión donde un evento haya sido atraído por nuestra ley de la atracción. Pero la causa de ese evento habrá sido algo en mi alma.

Vamos a ver un ejemplo sobre la causa de la enfermedad, por ejemplo asma, en una niña pequeña. Esta enfermedad es causada en este caso por las emociones del alma de una madre: en concreto, es causada porque la niña habrá absorbido un miedo concreto de la madre: el miedo que tiene la madre a sentir una pena propia a la madre.

La niña no tiene ese problema debido a ninguna pena que provenga de ella. En este caso concreto, la causa está en un miedo de la propia madre, un miedo a sentir su propia pena (un pesar que puede tener por cualquier motivo).

Veamos cómo sucede.

Cuando tenemos miedo, no entendemos cómo afectamos a los niños, por ejemplo. Muchos pensaríamos aún que protegemos a los niños si tenemos miedo por ellos y por su bienestar. La realidad es que el miedo es la peor emoción posible que podemos proyectar hacia cualquier criatura viviente. ¿Cómo la proyectamos? Al no asumirla, al no sentirla.

Así, siempre que esta madre no asumía y sentía su propio miedo, la niña siente todo el torrente de ese miedo. Y en ese momento no hay amor. El miedo y el amor no pueden coexistir al mismo tiempo.

Tan pronto esa madre tiene miedo, ya no hay amor proveniente de ella, y, de inmediato, la niña ya no siente amor. Automáticamente eso provoca una respuesta negativa.

Así pues, en este caso, el alma de la madre, y su negación de su pena, crean ese comienzo de asma. Y luego, a medida que crece la niña, automáticamente tendrá menos asma al desconectarse cada vez más de la madre, o sea, al estar menos conectada a las emociones de la madre.

Así pues, la pena de la niña y la pena de la madre son muy diferentes. La de la niña es sobre no sentirse amada. Es decir, es acerca de que, cada vez que la madre tenía miedo a su propia pena (pena causada por el motivo que sea, propio de la madre), entonces la niña no sentía amor.

Esto ilustra lo que podríamos llamar la conexión causal, que se da en el nivel de las almas. Nuestras propias emociones negadas, ese «miedo» a sentir, es proyectado automáticamente, y todo lo que haya en el ambiente responde a eso (aunque si se trata de otros humanos, de otras almas, su respuesta y su absorción dependerá de su condición álmica).

Ahora, fijémonos en esto: todas las leyes son amorosas.

En este caso, la niña asmática muestra ahí fuera el efecto de la negación miedosa que hace la madre de ese pesar que ella tiene dentro. Así pues, gracias a ese «espejo» que a menudo y en general es nuestro entorno (niños, etc.), esta mamá puede verse «llamada» por el universo (es decir, por esos efectos que muestra la niña) a procesar la emoción causal (aunque normalmente todos nos enredamos con los efectos y sus paliativos, etc.).

Ley de la compensación

Ver abajo del todo, en el apartado de materiales, y también lo que habrá en la serie ordenada hecha en el 2016 por Miller y Mary.

Esta ley es evidentemente muy importante en relación a los procesos de arrepentimiento y perdón, por contraste con ellos.

Leyes divinas: en torno a la ley del arrepentimiento y del perdón

(Esta parte está leída en audio aquí: el perdón y la injusticia. Y el texto entero está en este enlace. Hay más audios sobre este tema tan importante en la sección de Materiales abajo.)

Veremos abajo en otro apartado el aspecto del arrepentimiento, inseparable del perdón, pero, centrándonos ahora en el lado o la cara del «perdón», podemos ver lo siguiente:

Habrás perdonado a todos si estás preparado para sentir el dolor que todo el mundo haya podido crear dentro de ti. Esta es una ley divina de las más elevadas. Si no nos implicamos en esta ley del perdón, tendremos que pasar por leyes como la de la compensación, etc. Eso hará que tome más tiempo la resolución del asunto que sea.

Todo lo que me pasó, en la vida, doloroso, que fuera injusto (que son una gran cantidad de cosas desde que nacemos en un planeta en este estado) …

FUE INJUSTO.

No nos podemos engañar con eso.

Si nos permitimos sentir la pena a fondo, la pena asociada a eso, podremos liberar las emociones causales.

Pero sentir la pena NO ES «SENTIR QUE FUE INJUSTO» (eso es algo «cerebral»), sino que simplemente es sentir, es sentir la pena asociada, muy concreta, a cada cosa injusta (es volver a la humildad de un niño pequeño que simplemente siente).

El perdón es llegar a comprender profundamente que todo dolor dentro de mí, causado injustamente, tuvo realmente una causa injusta, y todo lo que necesito hacer es sentir la pena por ello.

Tan pronto como le tenga miedo a esa pena, o tan pronto como quiera sentir que es injusto (en vez de sentir simplemente la pena), entonces estaré enfadado, enfadada… y nunca sentiré esa emoción causal de pena, de pesar -no la podré procesar-.

Para leer el texto entero sigue aquí.

La definición de pecado desde la perspectiva de Dios

En los diferentes ámbitos hay diferentes leyes. En el físico, por ejemplo, si no tenemos cuidado con la gravedad (una ley a la que nos acostumbramos de forma natural), podemos cometer un «error» (tropezar en un acantilado) y experimentaremos las consecuencias, que, lógicamente, no son castigos («morir» físicamente).

Esos «errores», en el ámbito del alma, tienen otro nombre  («pecado»), y son simplemente nuestro desajuste o desarmonía con respecto al marco de leyes que rige el ámbito del alma.

Nuestra alma es maravillosa, grandiosa, mucho más compleja de lo que podamos imaginar o calcular… y como almas tenemos el enorme regalo de poder hacernos responsables de todo lo que causamos debido a los efectos de esas «armonías» o «desarmonías» que «ejercemos» en el marco de leyes amorosas que rigen el alma (que es una creación de Dios).

El pecado es causado por la existencia de voluntad o de deseo en desarmonía con el amor de Dios y con los principios de Dios, o bien es causado por la ausencia de voluntad o de deseo que estén en armonía con los mismos (amor y principios de Dios), y sea o no que se lleve a cabo dicha voluntad o dicho deseo.

Recordemos (ver la página A.3 para algunas notas sobre los principios del deseo y la voluntad): nuestra voluntad es la condición actual de nuestra alma; el deseo es mi aspiración o anhelo hacia el futuro.

Los efectos del pecado son lógicamente lo que yo creo, son mi creación, al encontrarme en el estado definido arriba.

(Ver más en los audios y vídeos en los materiales abajo.)

El mundo al revés: perdonamos cuando tenemos que arrepentirnos, y viceversa

Texto leído en audio aquídescarga.

Lo siguiente es solo un fragmento (está completo aquí):

Muy a menudo practicamos, sin darnos cuenta, una especie de arrepentimiento (contrición) con respecto a la gente que en realidad tenemos que «perdonar».

Insistamos de nuevo en que en realidad todo esto es un asunto emocional, en el sentido de que nos pasamos la pelota de las grabaciones emocionales.

Y sí, efectivamente, nadie tiene «la culpa»… pero al final, tampoco nadie se responsabiliza (pues hay muy poca gente humilde, en el sentido en que lo definimos aquí).

Para ver el caos que se forma debido a que nadie se responsabiliza, y ver cómo es que no sabemos responsabilizarnos (emocionalmente), podemos tratar el ejemplo -quizá muy típico- de las madres, que de alguna manera «son sagradas» (en este sentido erróneo):

Yo te parí, así es que autocúlpate todo lo que puedas…

…y ese tipo de cosas.

(este texto sigue aquí.)

Ética y moralidad

Sobre ética y moral, Miller dio un taller en 2012 muy instructivo. La página con los enlaces a todos los materiales (vídeos, pdf, etc.) es esta: Ética y moral

Las leyes de Dios en cuanto a cómo regulan el amor por uno mismo y el amor por los demás

En el apartado de materiales abajo voy a ir poniendo los enlaces a los audios sobre los encuentros -muy básicos- que hizo Miller en el 2009 sobre los temas de este apartado (a día de hoy hay pocos de ellos).

El regalo del libre albedrío

(Para más elaboraciones sobre el libre albedrío, ver la página del punto A.3.)

Es muy importante que entendamos que el libre albedrío no es un derecho, es un regalo. Esto es probablemente lo primero y lo más importante a entender.

La ley del libre albedrío simplemente dice que podemos hacer lo que queramos, ya sea que esté en armonía con el amor y la verdad, o no lo esté.

Siempre que lo que hagamos esté en desarmonía con respecto a la verdad y al amor, entonces, alguna de las demás leyes de Dios funcionará automáticamente, dándonos así el regalo de poder darnos cuenta de «qué es lo que estamos haciendo» (si lo podemos decir así).

La razón de que todos en la humanidad causemos tantos problemas, es que todos creemos que el libre albedrío es un derecho.

El libre albedrío se aplica al alma, es dado al alma, no a la mente.

Mientras intente usar la mente para regular, para controlar el libre albedrío… estoy demostrando en ese mismo momento que no entiendo el libre albedrío.

Ley de vinculación y comunicación con espíritus

– Ver esta entrada dedicada al tema con los enlaces a los vídeos y el texto de este taller básico del 2009.
– El taller sobre «mediumnidad y sanación, sesión 1», es lo siguiente en continuación a ese sobre la ley de vinculación: ver esta otra entrada
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Materiales

Índice de Materiales:
– Enlace fundamental: la página de materiales sobre el Arrepentimiento y Perdón, y la compensación
– Leyes en general
– Ley de causa y efecto
– Ley de atracción
– Serie ordenada sobre fundamentos, principios y leyes
Ética y moralidad
– Leyes de Dios en relación a cómo gobiernan el amor por uno mismo y por los demás
– Libre albedrío
– Pecado
– Fe
– Ley de vinculación y comunicación con espíritus

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Enlace fundamental: la página de materiales sobre el Arrepentimiento y el Perdón, y la ley de Compensación

Materiales sobre la ley de compensación, y las leyes del arrepentimiento y el perdón

Leyes en general

– En la siguiente serie sobre la fe y la oración se habla de forma sencilla y mucho de las leyes, al principio: Desmitificando la fe. (Fe y oración, 1) La fe se basa en hechos, como la ciencia: parte 1 / descarga 1  || parte 2  – Fe y oración (2) / descarga 2 ||
Las leyes de Dios definen lo que Ella siente sobre el amor: vídeo (breve)
La comprensión de las leyes amorosas de Dios, hechos fundamentales a tener en cuenta: vídeo
El cambio es imposible si tu voluntad y tu deseo están en armonía entre sí (en tu alma) : vídeo
Los accidentes en la perspectiva de Dios: exposición de la condición álmica de los involucrados: vídeo
Conversación: amar a Dios a través del conocimiento y del sentimiento de los principios de sus leyes: vídeo

Ley de causa y efecto

– El material principal, ya enlazado arriba, es este: entrada sobre la ley de causa y efecto (ahí están los enlaces al texto y a los vídeos subtitulados de un taller sobre el tema -2011-)
– Audio suplementario: ley de causa y efecto, adicciones.

Ley de atracción

– Entrada con todos los enlaces (vídeos, pdf, etc.) sobre el taller de la ley de atracción (2009): Ley de atracción
«No fue necesario que pasara»: Contraste entre los caminos del amor natural y el del amor divino (vídeo con dibujos)
Nota breve sobre la ley de la atracción (texto)

Ley del deseo

Ver enlaces y texto en español del taller del 2010 sobre esta verdad en torno al deseo, esta ley del deseo, en esta página: taller del deseo

Serie ordenada sobre fundamentos, principios y leyes (del 2016)

Página dedicada a estos encuentros (con el resto de materiales):
Encuentros 2016: principios de las leyes de Dios

(Más abajo, en los otros apartados de estos materiales, hay cosas muy concretas e interesantes sobre por ejemplo la ley de la compensación, etc., dadas en el 2017, etc.)

Hechos fundamentales: La comprensión de las leyes amorosas de Dios, hechos fundamentales: vídeo ||

Sigue en la página enlazada: Encuentros 2016: principios de las leyes de Dios

Ética y moralidad

Arriba en el apartado correspondiente enlacé la siguiente página, para ver todo lo relativo a este tema: Ética y moral

Leyes de Dios en relación a cómo gobiernan el amor por uno mismo y por los demás (solo muy poco de estos talleres tempranos de Miller):

Las leyes de Dios en cuanto a cómo regulan el amor por uno mismo: parte 1 / descarga (nube) || parte 2 / descarga || parte 3 / descarga || parte 4 / descarga ||

Libre albedrío

– Ver página guía A.3 y sus materiales (está el taller completo sobre libre albedrío)
Libre albedrío (ley divina) (youtube, breve)

Pecado

No cultivar tus deseos más «bonitos»… es casi el mayor «pecado»: vídeo || 2ª parte
Despertar es despertar a cómo tu voluntad y deseo están en desarmonía respecto al amor y la verdad: parte 1, parte 2,
– Texto con algunas cosas muy básicas sobre el tema tratado en los anteriores vídeos: El increíble sinsentido o «nube» en la que estábamos…

Fe

Fe es «mover el trasero» (mover el c**o, decimos aquí) (youtube)
– Ver arriba en el apartado sobre las leyes en general, donde enlazo la serie «La fe y la oración», ya que al principio de ella se habla mucho de las leyes.

Ley de vinculación y comunicación con espíritus

Ver el último punto del texto principal, arriba, antes de los materiales.