Empezando a leer «Echar raíces»: Las necesidades del alma (Simone Weil) | ¿Cómo se relacionan amor y «obligación»?

En este audio, tras la introducción que hice en el anterior sobre «Echar raíces», comenzamos con este libro (a la luz de la verdad divina, que estamos asimilando).

Enlaces al audio: en ivoox / descarga

Al principio igualmente hago una introducción ya más concreta para situarlo en el contexto de lo que hemos visto en la verdad divina.

Antes de tratar una a una lo que Simone llama «necesidades del alma», ella hace una introducción donde habla de qué significa realmente obligación y derecho… etc.

Ha sido increíble poder hacer este comentario, haber llegado hasta aquí.

Para todo lo hecho de Simone Weil en esta web, ver este enlace con el hilo (etiqueta o «tag» Simone Weil):
https://www.unplandivino.net/tag/simone-weil/

 

La raíz espiritual de las conflictividades políticas

Para disolver la primitiva «conflictividad política ambiental»,
en la que parecemos movernos…
parece que viene bien… o que es evidente… hablar de estas cosas ↓ :

Quizá todo son equilibrios delicados, que en cierta medida dependen de que, en el fondo, no se puede burocratizar la solidaridad.

Es decir, parece evidente que se necesita despejar la nube o la borrasca mental que IMPIDE que la supuesta mentalidad «de izquierdas» ENTIENDA que los IMPUESTOS son un «concepto» ATERRADOR.

De hecho, este parece ser el problema más práctico y más metafísico a la vez… que pueda existir… ya que parece que cubre tanto lo personal como lo colectivo.

¿Por qué? Quizá porque en gran medida nuestro «único problema» es que asociamos, demasiado frecuentemente…:

– amor (bondad, etc.)…

– con obligación.

Esto de «imponer» es si acaso un «mal menor» (pero es un mal)… por así decirlo.

Es un «mal» el hecho de que un Estado (es decir, algo con el monopolio de la fuerza)
tenga que OBLIGAR a pagar impuestos…
es decir, tenga que imponer algo (bajo la amenaza de usar su fuerza si no lo cumples)…
PARA QUE LA GENTE SEA BUENA Y QUIERA REDISTRIBUIR
(para asegurar que la gente tiene cada vez más igualdad de oportunidades, etc.).

Es un horror el populismo (en Europa o donde sea…)…
el populismo que se apropia «inocentemente» (o inconscientemente… quizá porque no saben lo que hacen… o simplemente «porque el camino al infierno está sembradito de buenas intenciones»)…
se apropia inconscientemente… decíamos…
de la máquina estatal…
e ideologiza y personaliza todo lo que puede ese mismo «horror mecánico» en el que está metiendo al «pueblo»… es decir, limpia la cara a este hecho tan miserable (espiritualmente miserable):

el hecho de QUE HAYA QUE IMPONER LA BONDAD
(es decir, la dañina asociación sistemática entre amor y obligación).

El fascismo tiene que ver con no distinguir entre Nación y Estado… entre sociedad civil y Estado.

Los partidos, o los grupúsculos más o menos mafiosos que erróneamente se arremolinan en torno a las maquinarias burocráticas de los Estados…
esos partidos o grupos…
consiguen en gran parte la meta del fascismo.

¿Que es cuál?

La meta de integrar a las masas en el Estado
(indistinguiendo así la Nación del Estado,
es decir, realizando una especie de «endiosamiento»…
endiosándose unos cuantos cabecillas, o una familia de políticos… con sus redes clientelares más o menos ideologizadas…
y que, cual Césares, se vuelven o pretenden volverse a la vez «la esencia de la Sociedad Civil», de la Nación, del Estado, de la Justicia, etc.).

El Estado, si crecemos como personas…

(es decir, si sabemos cada vez mejor valorar el concepto de servicio, si ensalzamos las instituciones fundamentales de la humanidad….)

… el Estado… decíamos… parece que entonces tendría que ser (o bien tenderá a ser) una maquinaria lo más invisible posible… simplificando leyes… adelgazando las imposiciones y regulaciones…
…para facilitar los intercambios, la alegre y pacífica vida comercial y la redistribución que surge realmente del ánimo cada vez más personal de unos ciudadanos cada vez más educados en la cooperación, la paz… y todo cada vez lo más sanamente posible
(sin ensalzar a ningún diosecillo que populistamente se encarga de tapar el horror conceptual que contiene el hecho de que «los impuestos molen», y ese tipo de cosas)…
o sea,
cada vez con menos imposiciones… con más «sociedad civil libre» que construye, trabaja, crea…
que crece personalmente y hasta se siente orgullosa en general de servir… incluso de trabajar limpiando la calle.

Las madres como "fábrica" de machistas y de potenciales maltratadores y asesinos (más sobre las dolorosas consecuencias tragicómicas de no haber implantado el "carnet amoroso de padre-madre" :) )

[Este texto para su escucha, en formato audio (en este botón y en el enlace):
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parque
Dicen que muchas mujeres siguen educando a los hijos de forma machista.
¿Qué quiere decir «machismo»?
En realidad quizá sea más preciso decir que las mujeres (y los hombres) educan a los hijos de forma demencial, loca.
Literalmente mucha gente hoy cría a los niños potenciando la posibilidad de una literal locura de las personas, una literal enfermedad.
¿Por qué?
Se cría a los niños año tras año lanzándoles mensajes contradictorios. Y creo que el machismo, o los potenciales asesinos y maltratadores, son uno de los resultados más espectaculares que derivan de tal práctica «educativa».
¿Qué es eso de «mensajes contradictorios»?
En realidad es un tema muy célebre en psicología, y es tan tragicómicamente divertido… que es una pena que no hayamos tratado más sobre ello en clases sobre psicología básica en la escuela elemental 🙂 .
Este proceso, el de ofuscar a las mentes infantiles con «mensajes contradictorios», se llama doble vínculo (double-bind).
Es un proceso que queda ejemplificado en tres sencillos puntos, y que en seguida ponemos; el ejemplo es relativo al tema del «machismo», y en él concretamos y ampliamos el sencillo esquema que aparece en el artículo que acabo de enlazar sobre el doble vínculo. Primero ponemos el esquema sin desarrollar, y luego con algunos pocos comentarios:

  1. El niño varón tiene que hacer tareas domésticas, debe hacerlas.
  2. En realidad, y a la vez, no tiene que hacerlas, no debe hacerlas.
  3. No se pueden hacer comentarios sobre lo absurdo de la situación –sobre esta contradicción.

Y desarrollándolo un poco más:

  1. El niño varón debería hacer tareas domésticas, o hacer más tareas.
    La madre quizá siente profundamente que lo lógico es eso.
    Y quizá hasta a veces se lo exprese al niño… y por tanto quizá el niño tiene claro, al menos a ratos, que sí, que tiene que hacer las tareas –aunque es muy importante tener claro que con los niños no hace falta que las cosas se expresen explícitamente, pues en realidad lo captan todo.
    Y además es bueno quizá tener en cuenta que a la mayoría de los niños les gusta mucho participar y sentirse queridos –es decir, sentir que ayudan.
  2. Por otro lado había y hay, en ciertos entornos, unas creencias muy claras que dicen que un niño pequeño varón no debe hacer ese tipo de tareas –o bien casi ninguna tarea–, lo que entra en conflicto con el primer punto.
    El entorno de las madres a veces actúa de forma muy visible, pues puede incluso que convivan con los abuelos, es decir, con sus propias madres y padres, reforzando las ideas distorsionadoras de muchas abuelas y abuelos.
  3. Además, y aquí está lo más pasmoso… no se pueden hacer comentarios sobre lo absurda o lo incomprensible que es la situación.

Este bloqueo, por llamarlo de alguna manera… el del punto 3… es muy chocante. Continuar leyendo «Las madres como "fábrica" de machistas y de potenciales maltratadores y asesinos (más sobre las dolorosas consecuencias tragicómicas de no haber implantado el "carnet amoroso de padre-madre" 🙂 )»

La necesidad de instituir un "permiso" para ser padre/madre

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parque
Otro de los rasgos más tragicómicos de nuestra sociedad quizá sea el de que no tenemos una educación profunda y divertida para los «futuros padres» en torno a lo que conllevan los niños.
Y el ambiente que absorben los niños de pequeños es muy importante (literalmente lo absorben).
Esto es tragicómico porque es como una inmensa muestra de masoquismo generalizado, relacionado quizá con esa extraña frase hecha que dice que «el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra».
Es tragicómico tener un «carnet» o permiso de conducir automóviles, y no tenerlo para los hijos.
Y es que estamos viviendo una gran mentira, porque nosotros no somos animales, es decir, nuestro entorno no es directamente «natural» o «biológico», sino cultural. Es decir, no salimos de nuestra guarida y nos comemos lo primero que nos encontramos por ahí, como hacen básicamente los animales.
Nosotros interaccionamos primero con un entorno de ideas materializadas e instituciones, y de gran parte de la humanidad casi literalmente se podría decir que «come dinero».
Igualmente, por eso mismo, si queremos que las cosas funcionen con alegría, armonía, abundancia… no debemos dejar que los padres tengan hijos como los tienen los animales, es decir, «espontáneamente».
Si queremos vivir en paz no nos podemos engañar: lo humano no es «espontáneo» en ese sentido.
Para nuestro estado humano lo «natural» sería que hubiera mucha comunicación en torno a la crianza, es decir, que los padres tengan una educación profunda, divertida, amable… sobre lo que significa la crianza, el amor, etc., pues, como hemos dicho, está demostrado incluso «científicamente» que los primeros años de los niños son fundamentales*.
Es decir, no hablamos de aplicar prohibiciones o restricciones, como las que creo que hay explícitamente en China en cuanto al número máximo de hijos… sino que hablamos de «saberes», de sabiduría… es decir, de comunicación amable sobre la realidad de los sentimientos y de las necesidades de los niños y de las personas cercanas a los niños en general. Continuar leyendo «La necesidad de instituir un "permiso" para ser padre/madre»