Las madres como "fábrica" de machistas y de potenciales maltratadores y asesinos (más sobre las dolorosas consecuencias tragicómicas de no haber implantado el "carnet amoroso de padre-madre" :) )

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Dicen que muchas mujeres siguen educando a los hijos de forma machista.
¿Qué quiere decir «machismo»?
En realidad quizá sea más preciso decir que las mujeres (y los hombres) educan a los hijos de forma demencial, loca.
Literalmente mucha gente hoy cría a los niños potenciando la posibilidad de una literal locura de las personas, una literal enfermedad.
¿Por qué?
Se cría a los niños año tras año lanzándoles mensajes contradictorios. Y creo que el machismo, o los potenciales asesinos y maltratadores, son uno de los resultados más espectaculares que derivan de tal práctica «educativa».
¿Qué es eso de «mensajes contradictorios»?
En realidad es un tema muy célebre en psicología, y es tan tragicómicamente divertido… que es una pena que no hayamos tratado más sobre ello en clases sobre psicología básica en la escuela elemental 🙂 .
Este proceso, el de ofuscar a las mentes infantiles con «mensajes contradictorios», se llama doble vínculo (double-bind).
Es un proceso que queda ejemplificado en tres sencillos puntos, y que en seguida ponemos; el ejemplo es relativo al tema del «machismo», y en él concretamos y ampliamos el sencillo esquema que aparece en el artículo que acabo de enlazar sobre el doble vínculo. Primero ponemos el esquema sin desarrollar, y luego con algunos pocos comentarios:

1. El niño varón tiene que hacer tareas domésticas, debe hacerlas.
2. En realidad, y a la vez, no tiene que hacerlas, no debe hacerlas.
3. No se pueden hacer comentarios sobre lo absurdo de la situación –sobre esta contradicción.

Y desarrollándolo un poco más:

1. El niño varón debería hacer tareas domésticas, o hacer más tareas.
   La madre quizá siente profundamente que lo lógico es eso.
   Y quizá hasta a veces se lo exprese al niño… y por tanto quizá el niño tiene claro, al menos a ratos, que sí, que tiene que hacer las tareas –aunque es muy importante tener claro que con los niños no hace falta que las cosas se expresen explícitamente, pues en realidad lo captan todo.
   Y además es bueno quizá tener en cuenta que a la mayoría de los niños les gusta mucho participar y sentirse queridos –es decir, sentir que ayudan.
2. Por otro lado había y hay, en ciertos entornos, unas creencias muy claras que dicen que un niño pequeño varón no debe hacer ese tipo de tareas –o bien casi ninguna tarea–, lo que entra en conflicto con el primer punto.
   El entorno de las madres a veces actúa de forma muy visible, pues puede incluso que convivan con los abuelos, es decir, con sus propias madres y padres, reforzando las ideas distorsionadoras de muchas abuelas y abuelos.
3. Además, y aquí está lo más pasmoso… no se pueden hacer comentarios sobre lo absurda o lo incomprensible que es la situación.

Este bloqueo, por llamarlo de alguna manera… el del punto 3… es muy chocante.
Yo he vivido esto con mi madre y con mi abuela (en cierto grado por duplicado, pues «me criaron» ambas), y cuando se constata ese tercer punto, cuando se experimenta claramente esa sensación pasmosa de «no poder hablarlo»… es algo un poco tragicómico y desconcertante.
Esta debe ser una de las prácticas más claras («de libro») con las que poder definir lo que son las relaciones tóxicas.
Entonces, uno, ante lo absurdo de la situación, solo puede pensar que a su vez a mi madre le habrán hecho lo mismo o mucho peor… en torno a otros aspectos de la vida. Pues en gran medida casi todos vamos por el río de la vida… actuando un poco como zombis, por pura ignorancia.
Y es que de entrada, a esa edad a veces tan joven en la que los padres «se ven obligados» a asumir una parte de la crianza de los hijos, a esa edad… muchos padres ni siquiera saben lo que significa «educación».
Y muchos de ellos nunca han recibido nada que se pueda llamar «educación», es decir, no han recibido en realidad ningún «apoyo moral» profundo de nadie… de corazón a corazón… así que los padres también vienen de situaciones donde meramente han sido estabulados (por un lado estabulados en la escuela… y por otro en muchas familias donde la «incomunicación emocional» reina).
Decimos que los padres solo asumen (si la asumen) «una parte» de la educación… porque obviamente una gran parte se realiza en esos «campos de concentración» -las escuelas- donde los adultos se ven literalmente obligados a arrojar a los niños, ya que simplemente no hay ni tiempo, ni imaginación, ni instituciones, ni dinero… para otra cosa.
Entonces, ¿qué ocurre?
Simplemente a los hijos no se les deja participar en cosas en las que quieren participar (y a muchas niñas también se les hace… no solo a los varones).
Así es como muchas madres (y padres) han potenciado el machismo y se han convertido en una parte muy importante del mecanismo que termina sirviendo como «fábrica» de machistas y de posibles maltratadores y asesinos.
Cualquiera que haya estado con niños sabe que les encanta aprender las cosas de los mayores… y ayudar, participar…
Pero según todo está montado (empezando por el tamaño de los muebles…)… a menudo sucede que lo cómodo es que los niños «no hagan nada», pues hay poco tiempo… con ellos se tarda más… «es peligroso»… etc. etc.
Y así se va cocinando una especie de atmósfera de resentimiento y desunión.
Las mujeres, según he visto por experiencia propia, van guardando inevitablemente cada vez más resentimiento.
En concreto, para colmo existen familias donde las madres se rebajan enormemente a sí mismas… se «sacrifican» enormemente… y se dejan influenciar (en mi caso por mis abuelos) y se colocan muy por debajo de los hijos… y por supuesto, realizando unos gestos que en principio son de «buenas intenciones»… pero que terminan dando resultados más o menos espantosos –como es lógico.
Por ejemplo, en mi caso en concreto se cometió la estupidez de darme a mí una habitación muy diferente, una «mejor» que la que pasó a ocupar mi madre (ella, por cierto, no se había independizado de sus padres, y tras la muerte de mi abuelo al final mi madre ha pasado toda la vida con mi abuela, su madre).
Así que muchas madres empiezan tales actividades «educativas» o de crianza… estando a menudo muy confusas… y ese resentimiento y esa confusión… esa falta de comunicación… termina dando esas atmósferas y esos comportamientos donde tienen lugar por ejemplo aquellos «dobles vínculos»… aquellas atmósferas enloquecedoras… de «absurdo».
Estas atmósferas, con tantos mensajes contradictorios, son situaciones psicológicas que dan pie a una experiencia psicológica con mucha potencialidad destructiva.
Yo, como dije, habiendo vivido esto en cierto grado… cada día me parece más inverosímil que la humanidad siga existiendo y no nos hayamos extinguido ya.
Así que las madres (o padres), habiendo aceptado ese papel y esas creencias en torno al sacrificio… en torno a lo que significa el «amor»… propagan esas mismas ideas… que son muy contagiosas… y los niños acaban dejándose aplastar, por miedo y por fidelidad… entre esos dobles vínculos y demás prácticas «tóxicas» o «esquizógenas».
Y ese miedo que tenemos… y esa fidelidad por la que nos dejamos aplastar cuando somos pequeños… son cosas obviamente casi inevitables cuando somos muy pequeños, ya que dependemos de los padres para casi todo (y son inevitables a no ser que haya instituciones, u otros adultos, que puedan proteger a los niños de esas atmósferas tóxicas… y que a la vez «eduquen» a los padres sobre «ser padres»… y lo hagan todo con respeto, alegría, amor… y en proporción a la necesidad que tengan esos padres de ser «educados» en «ser padres»).
Hablando más en general, hay muchas cosas (aparte del tamaño de los muebles, no apto para los niños)… hay muchas cosas que consiguen apartar o enclaustrar a los niños en atmósferas irrespirables… que de cierto modo resuenan con esa otra atmósfera o ese otro retiro forzoso admitido que es la escuela o el colegio (esa especie de retiro intelectual y «ortopédico»… con sus 5 o 6 horas diarias de sentarse a digamos que «adorar» por ejemplo el hecho de que el cerebro ha madurado).
Hace muy poco puse otro texto aquí sobre estos temas (el que trata brevemente sobre el «Permiso para ser padres»). En él hablábamos muy en general de que hay una perversa asociación entre amor y obligación. Y como es fácil entender… de esa asociación perversa depende el machismo, y en general casi cualquier «problema».
Así es que tenemos lo que tenemos… es lógico… y en gran medida es gracias a que no tenemos una mínima cultura donde podamos hablar claramente de lo que es el amor, y donde poder plantearnos con claridad que el amor no contiene como algo esencial la obligación.
Se dice que en mi país, España, en el pasado el «machismo flagrante» era todavía más común.
Y también «se sabe» que hoy hay mucha más sensibilidad… y en realidad vemos que casi todo aspecto de «lo social» es machista… y que «antes»… el machismo flagrante… era simplemente lo tradicional y una norma (hace no muchos años las mujeres en la España franquista no podían hacer ciertas cosas elementales sin tener el permiso de los maridos, etc.).