Amor y verdad | Una introducción a la manera de Dios

[Actualización, última: día 17 julio, 2023 (añadido audio 5 y versión 1.06, con muy pocos cambios, del texto)]

Índice

– Enlaces a los audios
Índice del texto
– Descripciones de los audios
– Audio 1
– Audio 2
– Audio 3
– Audio 4
– Audio 5

Enlaces a los audios

En esta serie de audios (y también con enlace al texto acompañante):

– audio 1: descarga // en ivoox // en spotify

– audio 2: descarga // en ivoox // en spotify 
(es más largo, sobre «la cruz», y sobre el tema del anterior, aplicado a este «caso extremo»)

– audio 3: descarga // en ivoox // en spotify
(en el audio 3 comienzo a leer el texto «amor y verdad», y precedo la lectura de una introducción muy importante sobre el amor divino y su recepción)

– audio 4: descarga // en ivoox // en spotify 

– audio 5: descarga // en ivoox // en spotify

Enlace al texto: pdf   (versión 1.06. 17 julio 2023)

Índice del texto (versión 1.06)

Parte I 
Introducción 1: nota fundamental sobre la relación con Dios
Introducción 2: ¿esfuerzo a la hora de poder recibir más amor de Dios?
El aprendizaje sin “esfuerzo” (tal como solemos entender “esfuerzo”)
Lo que el niño sí hace
Parte II
Introducción a la parte II
¿Qué veremos en los siguientes apartados?
La verdad libera. La rebeldía contra las leyes naturales como jaula (jaula de rebeldía)
Verdad y mundo social: a vueltas con la rebeldía a-cósmica
Cuerpo físico… ¿y cuerpo social?
¿“Democracia” en el sentido de Dios?
¿“Cuerpo” universal?
Apéndices
Apéndice A: nota básica sobre el alma y la vida como relación
Apéndice B: Verdad, leyes, y algunas formas de amor implícito a Dios

En la serie de audios vemos las cosas que comento en sus presentaciones, que son estas:

Descripciones de los audios

Audio 1

¿Problemas con la palabra «verdad»? 🙂

Tómese este audio, en alguna dosis 🙂

¿Problemas para entender por qué no hay amor sin verdad?

Lo mismo 🙂

En esta especie de introducción breve vemos estas cosas, de un modo bastante apasionado, digamos, y además ha salido un final ilustrativo, bastante espontáneamente.

Muchas gracias Dios (y muchas gracias por esta «segunda venida», ahora la de verdad).

Audio 2

Este audio 2 se titula: «¿Qué pasó realmente en «la cruz»? Amor y verdad, 2 | UnPlanDivino«

Continuamos con este polémico y manido tema de «la cruz»: ¿Qué pasó realmente en esa no-muerte de Jesús?

(Pues, recordemos, nadie muere, claro está, sólo se deja atrás el cuerpo físico.)

¿Qué podemos decir sobre los elementos más básicos en esto que podríamos llamar la manera de Dios, o el camino del amor de Dios o «divino»?

De eso hablamos en este audio 2, de esta serie*.

Atamos algunos cabos en torno a esas claves sencillas sobre «la cruz», ya que el propio Jesús y otros que lo vivieron han contado algo sobre eso.

Y claro, si esto es importante básicamente lo sería para ilustrar algunas cosas fundamentales sobre las leyes en torno a la relación con Dios (relación de amor).

Es decir, lo más importante en este camino es eso, y no por ejemplo las leyes en torno a ese hecho de «dejar el cuerpo físico atrás» ─que todos experimentaremos─.

Y bueno… es que «la muerte» no es ninguna pérdida (como en general «se sabe» en todo «camino espiritual» que se precie, y desde hace mucho tiempo).

Y ─comenta Jesús muy a menudo─ en realidad nadie pierde ni gana nada con ese evento de dejar atrás el cuerpo físico. Nadie gana nada sustancial, pues con «la no-muerte» sólo se adquiere una verdad más:

Que seguimos vivos… aunque quizá no nos demos cuenta de que estamos en un cuerpo-espíritu, y tampoco de que, en realidad, lo que somos es el alma, que es lo que Dios creó digamos «directamente», y que es lo que da la vida a los dos cuerpos, es decir:

– al cuerpo-espíritu,

– y también da vida al cuerpo físico, si todavía lo tenemos, si aún estamos encarnados.

Cuando estamos encarnados ─recordemos─ nuestro cuerpo-espíritu está «muy pegado» al cuerpo físico durante la vigilia (cuando estamos despiertos, «de día»).

Pero, cuando el cuerpo-espíritu se despega del físico al dormir, sólo se queda uniendo a ambos cuerpos una especie de «cordón», pero el alma (la vida dada a nosotros por Dios ahí, como almas) es también lo que le sigue dando vida a «nuestro» cuerpo físico ─cuando estamos durmiendo, descansando, «en la cama»─.

* La serie podemos decir que trata en principio sobre cómo es que el amor y la verdad van juntos, aunque esta sería en realidad la sustancia de todo este proceso de la vida, como vimos. Y en esta serie en realidad se puede decir que retomamos, de otra manera, aquel lema de «Cómo funciona la manera de Dios», que dio título a otra serie de audios. 

Audio 3

Este audio se titula: «Amor y verdad… ¿sin esfuerzo? Niños y verdad universal | Amor y verdad, 3«

Aquí vemos los dos primeros apartados del texto que acompaña a esta serie de audios, a partir de ahora (los audios 1 y 2 no tienen transcripción o guión desarrollado). 

En este audio 3 hago una introducción ─la «introducción 1», y que ya tiene una transcripción ampliada, a partir de la versión 1.02 del texto─, aprovechando a matizar algo muy simple e importante sobre la recepción del amor de Dios, en contraste con su verdad, y lo que ella nos detona, etc. 

Recordemos que lo más simple es a menudo lo más difícil de entender de verdad (con el ánimo, el alma, con el «eureka» del alma). Pero, de hecho, como «sabemos», abrirnos a lo más simple nos va a dar paso a una eternidad de profundización en justo eso mismo, eso que es aparentemente «tan demasiado simple». 

Los apartados leídos aquí son:
Introducción 2: ¿esfuerzo a la hora de poder recibir más amor de Dios? 
El aprendizaje sin “esfuerzo” (tal como solemos entender “esfuerzo”)

En el audio también introduzco brevemente lo que hay en el resto de apartados del texto.

Audio 4

Título: «Amor y verdad, 4: Lo que el niño sí hace«

En este audio leo el siguiente apartado del texto.

El título del apartado es:
– «Lo que el niño sí hace»
(y lo comento un poco). 

También hago una introducción previa, de unos minutos, que es casi meramente un «anuncio», aunque bastante «apasionado», digamos:

Es un anuncio de un audio futuro que seguramente haga, tratando de nuevo el tema del aborto, el arrepentimiento, etc.

Ha sido a raíz de una llamada telefónica con mi madre biológica, que tuve el mismo día de grabar este audio 4. En ella hemos tratado este tema de nuevo, pero con aparentemente un poco más de «despliegue emocional» por su parte.

Esto se dio, tal despliegue, tras meramente empezar a conversar con cierto deseo (al menos bastante, por mi parte… y un deseo que parece «contagioso»)… cierto deseo de ver todos los intríngulis de «la lógica del aborto»; es decir, las justificaciones, la falta de ellas, etc. 

Surgieron varias de las muchas creencias en torno a este «problema», donde estuvimos apuntando varias veces a lo que podemos llamar «una simple aplicación lógica de la ética» ─de la ética aplicada en este caso, claro está─.

Y recordemos, la «ética» como aquello ─que ya vimos─ que se traduce con «lemas» como…: «no hacer lo que no nos gustaría que nos hagan», etc.

En eso estamos muy «faltos» casi todos, en realidad, por cierto… faltos de la más simple ética en muchísimas más ocasiones de las que nos gusta reconocer. Mismamente yo lo estoy en esta relación con mi biomadre… lo estoy «por diseño de inercia que promueven las heridas».

Esto sucede en el fondo, como motivo más simple para nuestra inercia «no-ética», porque casi todos ─tal como lo está mi biomadre─ vamos por la vida con muy poco deseo de conocernos como lo que realmente somos (ánimo/almas: almas animadas por deseos a purificar, etc.). 

Mi biomadre, como le pasó a tantas madres y padres… y como tanto nos cuesta reconocer a todos porque sacralizamos sobre todo a las madres ─anteponiéndolas a quien nos dio realmente la vida─… mi biomadre (y yo, por cierto), casi nunca debió estar realmente «bien asentada en sí misma como alma única», «como esencia única».

Esto también nos pasa a los hijos, de manera a veces muy similar, repitiendo cosas.

Las primeras y más profundas heridas (error emocional) las absorbemos inevitablemente de la madre, sobre todo de ella, como ya vimos…, y algo padre, etc., también a nivel muy básico. (Pero luego siguen ambos, o los adultos que haya, a la vez… reforzando esa especie de «anestesia del alma»… y lo harán mucho o poco, así como incluso invitaciones a la degradación directa de nuestra alma.

Entonces, como vimos también, eso luego lo reforzamos mucho con nuestros propios errores (es decir, el «pecado» técnicamente hablando, ya que la mayoría de esos errores no son «sólo errores», sino que degradan el alma).

Es decir, todos vivimos mucho en la fachada, poniendo esa fachada al yo herido, y de ese modo es imposible ejercer un deseo realmente sincero de conocernos a nosotros mismos, y, por supuesto, menos aún conocer de verdad, de sentir, a aquellos que arrogantemente llamamos «nuestros hijos» (lo cual nos pone en desarmonía enorme con Dios, pues Dios, alma infinita, desea sentir la condición única de todos y cada uno de sus «hijos», sus creaciones, almas). 

Y es que… ya sabemos: simplemente es que no queremos «sentirnos como almas», ya que estamos muy heridos.

Y con esas… lógicamente tampoco desearemos de verdad conocer a la pareja, si la hay, etc.

No estamos como para poder querer ver de verdad, ver de verdad… o querer poder sentir realmente… a nadie.

Audio 5

Este audio se titula: 
«Amor y verdad, 5: La «segunda piel»… sustituyendo a Dios: desde el sacrosanto «hogar» a la «megamáquina» tecnosocial«

En el audio 5 ─que se puede escuchar suelto, bastante independientemente del resto de la serie─ comenzamos con la segunda parte del texto que enlazo en la página correspondiente a esta serie* sobre «amor y verdad».

El título del apartado por el que comenzamos aquí (de esa parte II), no es exactamente el comienzo de ésta, y se titula:
– «¿Qué veremos en los siguientes apartados?«
(comento bastante la tabla o esquema con el que empieza esa parte, y que trata muy brevemente, en su primera fila, de Dios, en el contexto desarrollado en la parte I; en la segunda fila de ese esquema vemos el «cuerpo» tecno-social; y la tercera parte de la tabla se compone de esas almas únicas que cada uno somos ─mitad de alma─). 

En el audio he aludido a este vídeo de Paola Hermosín, guitarrista:
https://youtu.be/9TU2evJxbcY
(Se titula: «Toco la partitura del C*L0 de El Bosco«)

Eso lo comento en el contexto de la nueva sensibilización que estamos logrando («más vale tarde que nunca»…) a la «importancia del alma», y lo que estaría reflejando el hecho de ver cómo muchos influencers minimicen ese aspecto vital de la existencia
(tales influencers… que en parte serían algo así como «los nuevos directores o gobernantes de almas»… y ello digamos que a modo de «gobierno de lo nuevo por lo nuevo»… o sea, gobierno de un sistema continuamente revolucionario-tecnológico, continuamente «revolucionario-deseante-anestesiante»… gobernado por «lo nuevo» ─por «jóvenes» eternos… con una frescura o seudofrescura, por ser básicamente «falsa en su inocencia», digamos─) .

Lo tratado en el audio, y en el resto de las partes (que a lo mejor, si las grabo en audios, ya sólo las subo modo descarga, y no en las plataformas, no a ivoox… sino sólo enlazadas en esta página de «amor y verdad»)… lo tratado aquí… decíamos… es casi la punta del iceberg, y es a la vez un poco también la base, o sea, es muy básico… tratando sobre todo lo más esencial de lo que llevamos un poco ya visto acerca de esa especie de «interacción» que existe continuamente entre nuestra condición álmica y:

– por un lado su «creación», cómo se crea, cómo se distorsiona tal condición (cómo se individúa desarmónicamente como condición del alma), a nivel individual, en las «jaulas de amor falso» que llamamos «hogares»
(a las que aludimos en algún audio y texto encontrable con esas palabras en la web: jaula amor falso),

– y por otro lado la utilización y recreación de la condición álmica de los humanos (y espíritus) en y mediante lo que podemos llamar «el sistema», o el «cuerpo» tecnosocial… y que en la web he llamado llamamos a veces «»supermamá» tecno-espiritual», o «superabuelito tecnoespiritual»
(encontrable en la web con la palabra «supermamá» ─mediante una simple búsqueda en la web─).  

20230704-amor-verdad

La «Nueva Era» como intento de anestesiar el alma humana contra Dios

Índice
– ¿Cómo se intenta cerrar la herida sin sanar, y se «anestesia» o se intenta anestesiar el alma en la humanidad?
¿“Pecados sin culpa”?
Cerrar la herida falsamente

[Texto en formato pdf junto los otros dos principales de agosto 2021: pdf]
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¿Cómo se intenta cerrar la herida sin sanar, y se «anestesia» o se intenta anestesiar el alma en la humanidad?

Esto que sigue a continuación, y que leo en el vídeo enlazado arriba, está inspirado en parte por el nombre de la empresa de Armando, con el que recientemente hice una conversación en audio aquí.

El nombre de la empresa es “Pecados sin culpa”, y se puede interpretar de muchas maneras… pero nos da pie para empezar a hablar de la anestesia humana sistemática, la anestesia del alma… una anestesia que en gran medida parece que buscan implantar los diversos grupos de controladores que querrían tener una humanidad controlable para poder seguir:

– adictos al poder,

– adictos a la idea de superioridad,

– adictos a sus heroísmos e historias varias tradicionales (culturales, políticas, religiosas… nacionalidades, sistemas diversos, instituciones y orgullos de todo tipo…)

– y adictos a cosas que son incluso mucho peores.

En general, a muchos tipos de grupos de personas desencarnadas les interesa en el fondo una humanidad «desalmada» para poder mantener intactas sus emociones no sanadas, en sus almas.

Son emociones relativas a la adicción al poder, al control, al sexo por el sexo, etc… y todo ello a veces dentro de creencias relativas a «ayudar a la humanidad», pero ayudando «sin Dios», es decir, con algún grado de «afán controlador», y, por lo tanto, egoístamente, es decir, protegiendo adicciones emocionales.

El tema del primer texto de agosto del 2021 es la conciencia, como órgano del alma para la verdad de Dios -para recibir la verdad de parte de Dios, sobre cualquier cosa-.

Lo titulé: “Desmitificando completamente a Dios”.

Ahí, siguiendo lo que hemos visto de la verdad divina por parte de Miller y Mary, insistí mucho en que podemos sentir, mucho más allá de lo intelectual… podemos sentir… cómo en la práctica y desde muy pequeños nosotros mismos apagamos o intentamos apagar la verdad de Dios.

Esta verdad se vuelve muy incómoda en un mundo donde casi todo va a la contra de ella:
– «verdades» de nuestra familia sobre el amor («verdades» que son creencias falsas casi todas…),
– «verdades» «sociales» sobre la vida, etc. (casi todas falsas…)…

La verdad de Dios se vuaelve incómoda, pero no es en sí misma incómoda, sino que nos libera (la verdad divina es lo que nos hace libres).

Así pues, lo que enlaza estos dos grandes temas a tratar en estos textos y vídeos de agosto es, claro está, esta cuestión de que “cerramos” o apagamos la verdad de Dios, o intentamos hacerlo… apagando el alma, apagando el hecho de ser almas.

La conciencia tiene directamente que ver con el control y el poder, al estar en el meollo de la posible “desigualación” de las almas.

El humano adicto, el humano emocionalmente adicto… “desiguala”.

¿»Desiguala»? ¿Qué quiere decir esto?

Si apagamos el alma… si apagamos el sentido y el sentir de ser almas… nos hacemos falsamente pequeñitos e innecesariamente «mediocres».

Por eso los adictos al poder y al control (en las élites humanas de los medios de «comunicación», empresas globales, etc…., y que están muy influidos por desencarnados que llevan milenios  igualmente adictos, e influyendo durante siglos y siglos en los humanos)… por eso esos adictos… buscan tanto que:

– nos veamos con miedo entre nosotros

– o provocan falsas polarizaciones y bandos absurdos para que nos entretengamos (izquierda/derecha)

– dentro de sistemas que están trucados para que los más corruptos lleguen al «poder»

– guerras absurdas fratricidas

– pandemias inventadas por los medios de comunicación, y que provoquen más conflictos que serán somatizados (el miedo mata, literalmente, desgasta el cuerpo…, etc.)…

– o noticias falsas de todo tipo que provoquen que surjan o resurjan conflictos subyacentes en el alma, para entonces medicalizarlos, tratarlos a su manera, hacer negocio… etc…

… y todo para que el humano mismo fomente una especie de «inferioridad» artificialmente creada y fomentada siglo tras siglo.

Por ejemplo, al parecer no es nada nuevo esto de asustar con pandemias.

Imaginaos el poder del miedo en las ciudades de hace siglos, donde no había alcantarillado por ejemplo… donde no había la misma capacidad de higiene… imaginemos el poder destructor que se podía tener sobre la humanidad al encerrarla en sus casas (eso también lo hacían hace siglos… ordenaban encierros asesinos… como sucedió igualmente hoy en día, esta vez, igualmente bajo órdenes de poderes no controlados democráticamente)… imaginaos esos encierros hechos hace siglos… decíamos… cuando la gente literalmente se tendría que comer sus desperdicios (al no haber ni siquiera alcantarillado en unas ciudades más inmundas aún que estas actuales en muchos casos).

Pero, como sabemos por la verdad divina, el alma es la más grande de las creaciones de Dios, y somos un alma (mitad de un alma, para ser más precisos, según nos cuenta la verdad divina).

¿“Pecados sin culpa”?

Eso de pecados sin culpa (según cómo lo interpretemos) parece ser el lema de cierto intento de la “nueva era” (la faceta digamos “engañosa” de lo que podríamos llamar «nueva era»).

Lo podemos entender así:

Una vez establecidas las adicciones emocionales y las adicciones en general (a la carne, por ejemplo), se cierra la herida, pero se cierra sin sentir la emoción causal que provocaba querer “matar para sobrevivir”.

Y es que, aunque parezca que no, la creencia que en parte subyace a la masiva ingestión de cadáveres de animales (animales enormemente maltratados durante sus vidas y también a la hora de conseguir su muerte)… esa creencia es, en parte, que «hay que matar para sobrevivir».

«Matar para sobrevivir» digamos que sería parcialmente lo que está detrás del simple comer carne, es decir, esa creencia falsa está detrás de ese acto al que nos hemos acostumbrado y que para muchos es casi «una religión».

Nuestros antepasados, tras la caída y tras los milenios subsiguientes donde vivieron en una condición álmica muy degradada… claro que “necesitaban” “matar para sobrevivir”. Pero no está «en los genes» :).

Cerrar la herida falsamente

Vamos al tema central, que es muy simple e «interesante»:

“Se cierra la herida”, decíamos arriba…

¿Cómo se cierra la herida pero sin sanarla… por ejemplo en este caso concreto?

Pues con carne sintética (ya está inventada hace mucho, y tiene propiedades muy «buenas»).

La carne sintética nos permite “pecar” (cometer algo degradante para el alma, pero que ya no lo es).

Entonces, claro está, en realidad no pecamos, es decir, ya no hacemos nada de eso que era tan degradante, en realidad, pues en el caso de la carne sintética ya no será degradante para el alma -no lo será por los mismos motivos-.

Es decir, la compensación negativa, en el alma, por comer carne (esta vez sintética), no va a provenir ya de la industria de la carne y de su bestialismo normalizado, automatizado y «hecho religión»…, sino, si acaso, va a provenir de todo el “cierre falso de la herida”, es decir, de una falta de humildad, como siempre (es decir, de una falta de deseo de querer sentir todo lo que está bloqueando el alma… en tanto que son emociones causales que provocan nuestra ley de la atracción, individual y colectivamente).

Esa locura en la que estamos, la locura de la falta de humildad, sería en parte lo que se expresa en una posible interpretación de la frase “pecados sin culpa». (Esto no quiere decir que la culpa sea necesaria ni buena, sino que hay que entenderlo bien; ver la página guía A.4 y los materiales allí, por ejemplo, etc.)

No sabemos hasta qué punto esa locura, por cierto, estará extendida hacia los planos espirituales (al plano o esfera primera, y a los planos de más arriba (?), pues en ellos viven muchos espíritus en los caminos del amor natural y que no quieren saber nada de la distinción amor natural / amor divino).

No sabemos hasta qué punto la locura estará extendida en el sentido de conseguir “tecnologizar” -también en las esferas espirituales- el cierre falso de las heridas emocionales… y consiguiendo así «sistematizar» de algún modo esa falta de humildad.

Recordemos: permitiendo que se dé este adormecimiento o amuermamiento de la humanidad…:

– nos alejamos más del alma (de la “igualdad álmica” -por eso hablábamos arriba de desigualar-)…

– y nos enredamos más en «sus inventos», en los inventos de los controladores (bandos absurdos, miedos «nuevos», sistemas trucados… guerras…)…

– y así somos más controlables, y esto, claro está, va en contra de la Manera de Dios, del camino de Dios… que consiste en permitirse sentir el alma y lo que contiene, para dejar fluir el error para que pueda disolverse y que así pueda entrar más verdad y, por lo tanto, más amor (y por lo tanto, poder ser realmente libres, es decir, ser el yo real, el alma).

Por cierto, el tema de “pecados sin culpa” se puede entonces enmarcar en lo que podríamos llamar paradigma conservacionista, donde el énfasis, en vez de en reparar o restaurar, está en «conservar» (hablando muy en general), como si lo que hay ahora fuera lo original o tuviera algo que ver con lo original, con el diseño original. (Ver en la página guía A.3, por ejemplo, los materiales sobre el entorno.)

Entonces, en esta Nueva Era “falsa”, «trucha»… la creencia falsa de que “el progreso conlleva degradación” se iría a hacer real y sistemática, en tanto que se cierra la herida sin sanar.

¿Qué conlleva que se cierre la herida emocional falsamente, es decir, sin sanar?

Pues parece que conlleva en parte que se haga “ley” la degradación del alma, o que se haga ley o se vuelva ley un cierto nivel de degradación del alma (aunque solo sea en lo relativo a “creerse dioses”, es decir, a todo lo que gira en torno a lo que se llama tradicionalmente «pecar contra el Espíritu Santo»)…

Entonces, se hace “ley”, decíamos… se hace “necesaria”… esa clase de degradación.

Ese cierre de la herida sin sanar también se ve en el engaño largamente preparado de virus y vacunas. (Un engaño ya desmontado científicamente, incluso, gracias al descubrimiento científico de Hamer y a muchas otras cosas y observaciones.)

Lo que habría atraído ese engaño es un conjunto de emociones bloqueadas en las almas, como siempre (sumadas individuo a individuo, y leídas por las leyes de Dios para que se puedan sanar mediante la ley de la atracción, etc.).

Y si se convive y se sistematiza la vida conviviendo con emociones así… con emociones que no terminan de ser «sanadas» y cuya «no sanación» es normalizada… sistematizada… entonces se normaliza la mentira y se intenta imposibilitar «para siempre» la disolución de esos errores emocionales que bloquean nuestra consciencia de ser almas (la más grande de las creaciones).

Volviendo a «la herida de comer carne»:

Se “cierra sin sanar”, o para que su “sanación” sea si acaso lenta… se haga lentamente (por las vías o caminos del amor natural).

Y así, entonces, se intentaría sellar -en ese y en muchos aspectos (parece)- el “autodepender”, la dependencia de uno mismo, la autodependencia que caracteriza los caminos del amor natural (entre los cuales hay mucha variedad y muchos tipos de fanatismos «conservacionistas»: católicos radicales que quieren conservar sus instituciones en esos planos espirituales elevados… o lo mismo pero los musulmanes, judíos, budistas, etc… todas las tradiciones, más o menos fanatizadas… con diversos grados de proselitismo más o menos agresivo, etc.).

Todos estos gestos contribuyen y se suman para ir “cerrando” lo humano a la guía celestial, contra la guía celestial (es decir, la guía que proviene de más allá del plano 6, de parte de espíritus que han transformado su alma y están en los estados de unidad con Dios… y que es una guía mucho menos intrusiva, es decir, que realmente siente el libre albedrío y su importancia… la importancia de ser almas, etc.).

Fijémonos entonces en cómo el ambiente mental no está en «reparar» ni en el arrepentimiento, es decir, no está puesto en reparar la relación con Dios y con el entorno (incluso ni aunque se asevere que sí).

El énfasis a menudo está en un modo de enfocarse en la tecnología como un paso más de “hacerlo por nuestra cuenta” (con esa actitud de la que hemos hablado, relativa a una suma de «dependencias sistematizadas» en algo «humano demasiado humano»).

Y es que, cuando uno lo piensa (llegándose quizá a agobiar…), parece evidente que es muy difícil salir de esto “con Dios” (ecología, etc.) y parece evidente que se necesita un ingenio «solo» humano… o trucos «solo» humanos para poder seguir en la marcha o inercia de “ir por nuestra cuenta” (teniendo en cuenta la enorme cantidad de humanos que hay, es decir, que tenemos que convivir en la Tierra (pues no se trata de simplemente matarnos, aunque en parte sí)… y que no somos en general casi nada sensibles a los principios de Dios, etc.).

Digo “evidente”, porque descubrir (redescubrir) nuevas formas de energía, leyes físicas, etc.., esos descubrimientos… no son eventos que parezca que vayan a estar directamente encajados en un “paradigma reparador”.

Vimos hace semanas esa idea de que quizá las vacunas sirvan para “desconectar”, “por genética”, o para intentar desconectar el cuerpo espiritual del físico (en algún sentido de “desconectar”). Es decir, puede que sirva para que por defecto haya cosas artificialmente instaladas en lo físico, y que vayan en contra de la verdad divina.

En concreto, que vayan contra la verdad de que:

– por un lado, tenemos ese cuerpo espiritual ya,

– es el cuerpo con el que seguiremos vivos tras «morir»,

– y, por otro lado, contra la verdad o el hecho de que ya, ahora mismo, podemos ser naturalmente conscientes de las experiencias en ese cuerpo.

Hacer esa separación entre alma y cuerpo espiritual/físico (o intentar hacerla en un mayor grado) es como que nos animaliza, a nosotros los humanos, en el sentido de que aleja más al alma de la posibilidad de discernirla, de serla, de vivirla o “entenderla”. (Y si le añadimos que las vacunas vienen de “vaca”, de ganado… entonces está todo dicho; el “ganado” animalizado es más fácilmente controlable; el hecho de que el mismo «ganado» acudamos en masa a ponernos cualquier tipo de vacuna (todos lo hemos hecho en algún momento, o casi todos) es el “sueño” de todo ganadero, es decir: no solo sus ovejas acuden solas al redil tras pastar donde les dijo que pastara el ganadero…, sino también van solas a vacunarse, al matadero, etc.)

Con esta crisis mediática de las vacunas, las pandemias mediáticas, etc., se ve de cierto modo la “verdad” del mundo, la verdad de la oscura condición álmica humana, muy asesina (condición del mundo y del alma humana)… se ve, en tanto que en general las guerras no eran entre bandos sino para crear caos y control, y contra la humanidad, el alma, Dios… (Lo digo, claro, porque esto sería como una especie de guerra.)

Lógicamente la verdad divina es lo más opuesto al paradigma de superioridad o control, y por eso buscaron atenuar los efectos de la encarnación de los 14 (entre ellos María Magdalena y Jesús) dando por ejemplo versiones o paradigmas de “comprensión espiritual” donde se confunden el amor natural y el amor divino, como vimos en las canalizaciones que suplantan la figura de Jesús, en esas canalizaciones impostoras o distorsionadoras, de muchos tipos -aparte de todas las demás maniobras u operaciones que son, digamos, más “físicas”, y que intoxican de muchas maneras el ambiente físico o mental-.

Entonces, el aspecto tecnológico de lo que está pasando y va a pasar tiene que ver con cierta “naturalización de la tecnología” y esto tiene que ver con que no se vaya a poder hacer distinción entre el amor natural y el amor divino.

La naturalización de la tecnología quiere decir que parece «llovida del cielo», natural… en un devenir donde el humano de cierta manera pasa a servir para la individualización de las tecnologías, o incluso pasa a ser un aplique de la tecnología, un añadido a ella, para servicio de ella y del control que ejerce sobre las motivaciones humanas (la tecnología y las grandes empresas globales que dejan «caer del cielo» las novedades controladoras, más o menos subrepticiamente totalitarias).

También hay «tecnologías ideológicas», que llevan mucho tiempo vivas en nuestras mentes. En todas las ideologías hay aspectos que pueden ser liberadores, al afrontar ciertas verdades; pero también hay aspectos que automatizan este «deseo de ignorancia» que está detrás de la automatización del control, etc., que estamos viviendo.

Por ejemplo, en el caso de los liberales, es decir, de lo que algunos llaman «ideología liberal»… ahí podemos hablar de muchos aspectos que podrían ser benficiosos… pero también podemos ver cómo en parte se naturalizaría ideológicamente el mundo humano.

El mundo realmente está basado en el «pecado», y por lo tanto, basarnos en ello pero sin darnos cuenta y encima con «deseo de ignorancia», es decir, sin querer darnos cuenta… es ilógico, insensato, pues si nos basamos en el pecado sin entender que eso causa dolor y sufrimiento, y sin querer entenderlo… entonces nos volvemos irracionales, al no entender que somos los causantes de nuestras desgracias.

Nuestras «desgracias», nuestras «caídas de la gracia», derivan de actuar desarmónicamente con respecto a los principios y leyes de Dios.

Es decir, creamos nuestro dolor -recordemos- al actuar o desear en desarmonía con respecto a cómo son realmente el amor y la verdad, es decir, con respecto a cómo son estos dos, amor y verdad, para el creador de nuestras almas.

Este mundo está en completo desajuste con respecto al diseño original de la Tierra y al propósito original de que encarnen almas en estos planetas… almas con un destino de elegir potencialmente eternizarse.

Por cierto, también hemos hablado a veces de… o bien, está en el aire el tema de… la «cosecha» de almas, y ahora quizá podemos aportar por fin cierta claridad simple que nos faltaba hace unos meses.

Y es que nos decía Miller que al final de los ciclos terrestres hay una mayor receptividad por parte de la humanidad al contacto con desencarnados.

Y así, justo esto es lo que vemos desde hace más de un siglo (recordemos el punto álgido que es Padgett, etc.), aunque haya sido gestionado digamos que “monopolísticamente” con fines de acumulación de poder y de «amaestrar» a la humanidad, subrepticiamente.

Esto nos va a servir para introducir el tercer texto o tercer tema de agosto, donde veremos lo que parece paradigmáticamente un buen ejemplo «político» para reunir estos temas más colectivos:
– veremos qué parece suceder con el país de Israel, su creación,
– la polarización buscada (el fomento del conflicto con los musulmanes, etc.),
– los desencarnados adictos a la superioridad y al control, que se sirven del conflicto y del miedo para seguir en su adicción emocional
– y hablaremos de que, lógicamente, la historia, la política y la antropología, para ser realmente «científicas», han de contar con la existencia y los actos de las personas que están en los planos superiores y en el plano primero… es decir, personas sin cuerpo físico, pero igualmente almas como nosotros.

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Una idea final que puede ser un «clic» importante, para sentir algo que quizá es básico para contextualizar lo que nos pasa aquí, y contextualizar la distorsión inmensa en que vivimos:

Podemos asociar la idea de humildad, también, con el hecho de que sucede como si el alma, a través de la “experiencia” del cuerpo espiritual, estuviera como entregada a los devenires del cuerpo físico, del mundo físico.