Judas: la quinta esfera | 25 de septiembre de 2001

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Al hilo de los mensajes de Padgett -que hemos comentado y usado ya aquí un poco-, durante los cien años que han pasado desde entonces, ha habido mucha gente que los ha seguido.

Algunas de estas personas parece que han desarrollado bien sus capacidades de conexión con los planos de desencarnados, y de vez en cuando han recibido mensajes de personalidades muy cercanas a Jesús, como por ejemplo de «Judas Iscariote» (Judas de Queriote) -e incluso hasta muy cerca de nuestras fechas-.

Con este texto/audio seguimos la pequeña serie que empezamos aquí. Vemos cómo los mensajes de Judas encajan muy bien tanto con partes de lo contado por Alan John Miller/Jesús, así como con lo que se da en los mensajes de Padgett.

De hecho, Miller, aparte de recomendar, lógicamente, los mensajes de Padgett… si recuerdo bien también comentó en algún encuentro que realmente Judas y otros habían hablado a través de varias de estas personas recientemente.

Esta serie trata de forma breve sobre la sucesión de planos y sobre la progresión del alma en ellos.

Nota: Un mensaje anterior, via Padgett, y muy relevante, es este (dado en este caso por Jesús).

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La quinta esfera
25 de septiembre de 2001
Recibido por H.
Cuenca, Ecuador

Mi querido hermano, hoy vengo para contarte un poco más sobre las condiciones que existen en la quinta esfera del mundo espiritual. Ya hemos hecho un largo viaje juntos a través de varias esferas, y ya tienes cierta noción de las esferas, la que obtuviste a partir de los mensajes de Ann Rollins, Jesús y Juan, etc.

Mi principal interés ha sido describir el desarrollo en las diversas etapas, más que la descripción del entorno, pues eso es algo imposible de lograr. Solo en los planos terrestres se puede utilizar la comparación para transmitir una imagen adecuada. Ya en la segunda esfera eso es mucho más difícil, y en la quinta esfera es absolutamente imposible.

Te he contado cómo los espíritus de la cuarta esfera se deshacen de todos sus lazos terrenales. Sólo entonces son espíritus maduros, verdaderos habitantes del mundo espiritual; sólo entonces son seres 100% espirituales. La Tierra ya no interesa a estos espíritus, salvo en la medida en que hay otros espíritus encarnados que necesitan su ayuda.

Ann Rollins dijo que las esferas del mundo espiritual se pueden clasificar según el tipo de desarrollo que ofrecen. Hay esferas que favorecen el desarrollo del alma mediante la purificación del amor natural. Estas son la segunda, la cuarta y la sexta esferas. Hay otras esferas que fomentan el desarrollo del Amor Divino. Estas son la tercera, la quinta y la séptima esferas.

Ahora bien, en la quinta esfera estamos en una de esas esferas del alma, como también se las llama, que ofrecen grandes oportunidades para obtener el Amor de Dios, y donde los espíritus «naturales» no pasan mucho tiempo. Analizaremos esto con un poco más de detalle.

Los espíritus naturales ya lo han logrado casi todo. Lo único que todavía les falta es la pureza absoluta de su alma natural. Tienen que eliminar de sus almas los últimos rastros de pecado. El error sigue existiendo porque todavía se aferran a falsas convicciones, a sus creencias, pero como ya mencioné una vez, esas son creencias inofensivas. El tipo de verdad que poseen es realmente un tipo de verdad que está en armonía con las leyes bajo las cuales ellos se desarrollan, pero no está en armonía con las Leyes de la Divinidad, con la Ley del Amor Divino.

Esta última etapa de purificación, en general, no toma mucho tiempo, y muy pronto pueden dejar la quinta esfera y entrar en la sexta, la gran meta de toda su vida espiritual, la entrada al paraíso. ¿Por qué deberían quedarse en un lugar inferior, teniendo en cuenta que tienen la posibilidad de vivir donde más desean vivir?

Sabemos que el Amor Divino logra la purificación del amor natural en el alma. Por lo tanto, los espíritus del camino Divino de la quinta esfera, que han obtenido una cantidad considerable de Amor Divino para llegar allí, ya tienen también un alma altamente purificada. Tampoco necesitan mucho tiempo para alcanzar su depuración definitiva. Y muchos de ellos, de hecho, se apresuran a avanzar a la sexta esfera, pero casi todos regresan muy pronto a la quinta. ¿Qué ha sucedido?

Recuerda aquella vez, cuando aún vivías en Europa, que una de tus amigas te dijo que se iba a divorciar. Ella era maestra universitaria y estaba casada con un albañil. Al principio, no había problemas en esta relación; ambos se entendían muy bien; pero con el paso de los años la situación ciertamente empeoró. Ella lo resumía de esta manera: «estoy realmente harta, ¡el único tema de conversación que tengo con él es Mickey Mouse!». A ella le gustaba la ópera, pero él no tenía ningún interés en eso. Él disfrutaba viendo partidos de fútbol los domingos, y eso le molestaba a ella. Y así marchaban las cosas en todos los campos de interés. La sexualidad había perdido su relevancia, no había nada nuevo en esta relación, y en teoría, como interés común, ya solo les quedaban los temas básicos. Aunque, de hecho, ni eso existía. No quiero discutir si este matrimonio estuvo o no basado en el amor, sino que quiero aprovechar este ejemplo para explicarte que los espíritus en el camino Divino ya no encuentran intereses comunes con los espíritus de la sexta esfera.

Durante su desarrollo a través del mundo espiritual, los espíritus divinos -si se me permite llamarlos así, ya que todavía no son verdaderamente divinos- tratan de convencer a los espíritus naturales de la superioridad de su camino hacia los Ámbitos Celestiales. El éxito es raro, pero de todos modos lo intentan. Sin embargo, en la sexta esfera, donde los espíritus naturales saben que han logrado lo máximo que pueden lograr, y donde viven en una felicidad increíble, ni siquiera existe la inclinación a escucharlos, en general. Los temas científicos y filosóficos, que allí se desarrollan, son de escaso interés para los espíritus divinos, aunque poseen el conocimiento suficiente para seguir estas discusiones, aunque para ellos carecen de importancia. Y el tema de los espíritus divinos, es decir, el desarrollo del alma en el Amor de Dios, es un absurdo para sus compañeros.

Y bien, como he dicho, al cabo de muy poco tiempo y después de muchas decepciones, los espíritus divinos prefieren volver a la quinta esfera, donde tratan de obtener más Amor Divino para poder entrar directamente en la séptima.

La diferencia en «mentalidad» -si la puedo llamar «mentalidad»-, que hay entre los espíritus naturales y los espíritus divinos de la quinta esfera, ya es bastante grande. Como sabes, obtener Amor Divino también conlleva que la mente del alma desempeña un papel superior en comparación con la mente material, la que tiene su asiento en el cuerpo espiritual. Este es un proceso que no ocurre en los espíritus naturales.

Ya has leído que el criterio para la entrada a la séptima esfera es la desaparición de la mente material y la supremacía absoluta de la mente del alma. No intentaré explicar esto ahora, ya que de todos modos no lo entenderías, pero te digo que para lograr este objetivo se necesita mucho Amor de Dios, mucho de Su Sustancia, en el alma. Y esto es exactamente lo que los espíritus en el camino Divino, en la quinta esfera, buscan obtener. Y además de ese desarrollo, como puedes imaginar, continúan trabajando en beneficio de la humanidad.

Creo que he escrito bastante sobre la quinta esfera. Es un tema fascinante. Pero para comprenderlo tienes que experimentarlo.

Ahora te dejo. Te deseo un día muy productivo, y, como ya sabes, cuando me necesites, simplemente llámame. Estaré aquí de inmediato.

Con todo mi amor, soy tu hermano en Cristo, Judas,
un espíritu de los ámbitos celestiales.

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