Judas: almas gemelas | 24 de septiembre de 2001

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Introducción particular a este mensaje:

Judas interrumpe la serie sobre los diferentes planos o esferas en parte para hablar brevemente de las almas gemelas.

En el audio donde leo este texto de Judas complementaré con los comentarios que pueda hacer, en vista de lo que nos cuenta Miller sobre las almas gemelas (un poco de lo que recuerde de ello en este momento).

Una de esas cosas, más relevantes, sugeridas por Miller en relación a esto, es que la recepción de amor divino en el alma de una de las mitades del alma hace que esas mitades, las almas gemelas, se vean más atraídas entre sí.

Para Miller y Mary esta es una cuestión mucho más relevante de lo que es en realidad para el resto de la humanidad, puesto que su situación es curiosa y excepcional -si es tal como lo vive Miller- puesto que ellos habrían experimentado la reunión álmica tras estos dos mil años (terrestres) de vida en los diferentes planos, y ahora, ese alma completa, al volver a la Tierra a un cuerpo físico (a dos) y con las mismas o más limitaciones que en la primera vida (en el caso de Miller)…, tiene muchísimo sentido que para ellos sea tan importante el tema del alma gemela; en parte simplemente tendría mucho sentido pues sirve para mostrar in situ lo que es esa relación, y de una manera palpable e inédita, digamos… ya que tras la reunión álmica seguramente sucede que los poderes y las experiencias del alma son algo diferentes.

Judas no tiene la misma percepción, por lo que parece, y por lo que vemos en este mensaje. Pero creo que la enseñanza de Miller, del alma de Jesús y María M., es lógicamente complementaria, muy relevante para nosotros también, ya que las almas gemelas siempre están «a nuestra disposición», en ese diseño tan simple y bonito de Dios, un diseño que parece hacer que este tema vaya en el fondo mucho más allá de la sexualidad, como vemos, y, por lo tanto, se tiene el poder de recontextualizar fuertemente el tema de la sexualidad, y ya mismo, aquí y ahora… y de maneras quizá insospechadas.

Por ejemplo, podemos complementar la afirmación de Judas de que el amor del alma gemela no tiene nada que ver con la sexualidad, con la observación de Miller de que, cuando uno «está en su alma», o sea, cuando uno está conectado profundamente al alma y sintonizado momento a momento a sus leyes amorosas, entonces, solo experimentará atracción sexual por su alma gemela.

Introducción general:

Al hilo de los mensajes de Padgett -que hemos comentado y usado ya aquí un poco-, durante los cien años que han pasado desde entonces, ha habido mucha gente que los ha seguido.

Algunas de estas personas parece que han desarrollado bien sus capacidades de conexión con los planos de desencarnados, y de vez en cuando han recibido mensajes de personalidades muy cercanas a Jesús, como por ejemplo de «Judas Iscariote» (Judas de Queriote) -e incluso hasta muy cerca de nuestras fechas-.

Con este texto/audio seguimos la pequeña serie que empezamos aquí. Vemos cómo los mensajes de Judas encajan muy bien tanto con partes de lo contado por Alan John Miller/Jesús, así como con lo que se da en los mensajes de Padgett.

De hecho, Miller, aparte de recomendar, lógicamente, los mensajes de Padgett… si recuerdo bien también comentó en algún encuentro que realmente Judas y otros habían hablado a través de varias de estas personas recientemente.

Esta serie trata de forma breve sobre la sucesión de planos y sobre la progresión del alma en ellos.

Nota: Un mensaje anterior, via Padgett, y muy relevante, es este (dado en este caso por Jesús).

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Almas gemelas
24 de septiembre de 2001
Recibido por H.
Cuenca, Ecuador

Mi querido hermano H., ha llegado el momento de profundizar un poco más en el tema de las almas gemelas. Haré esto en un mensaje, pero seguramente habrá más preguntas, pues la mayoría de vosotros no tiene la capacidad de entenderlo todo.

Primero quiero repetir que el amor del alma gemela no tiene nada que ver con la sexualidad, un hecho que muchos pueden aceptar, aunque no lo entiendan. En segundo lugar, para que no haya confusión o ambigüedad, quiero repetir que el alma no tiene sexo, no tiene género. El alma no es ni femenina ni masculina. Y esta afirmación, como sabes, contradice varias declaraciones de los mensajes de Padgett.

Analicemos un poco el mensaje que Flavio Josefo, el historiador judío, le escribió al Sr. Padgett, donde dijo:

“Por lo tanto, el hombre y la mujer son iguales en su dignidad y en la relación que tienen con Dios, y uno es tan importante a los ojos de Dios como el otro. Uno fue creado físicamente más fuerte que el otro, y también se le dio una mentalidad más fuerte para el ejercicio de los poderes del razonamiento y para el funcionamiento de los órganos físicos del cuerpo. Y a la otra, aunque más débil en estos detalles, se le dio más de la naturaleza espiritual y emocional, y también una intuición mediante la cual podía entender la existencia de las cosas con la misma precisión y con mayor rapidez que como lo hace el hombre mediante el ejercicio del poder de su razonamiento. Uno era igual al otro en lo que respecta a los dones otorgados, y juntos eran la pareja perfecta: hombre y mujer fueron creados, con diversas funciones y deberes que realizar dentro de los mecanismos perfectos de las leyes de Dios».

Muy bien. Sin entrar ahora en una discusión sobre la afirmación que hace, apenas justificada, de que el poder intelectual de la mujer es inferior, está claro que este pasaje se refiere a hombres y mujeres tal como existen en la Tierra. Habla del cuerpo más fuerte del hombre, de su mentalidad más fuerte, etc., y habla de la espiritualidad superior de la mujer. Bueno, todos sabemos que el hombre y la mujer son diferentes, no solo en su cuerpo, sino también en su mente. La pregunta es ¿por qué? ¿Es debido a la diferencia en sus almas, y entonces la explicación de Josefo describe por lo tanto las propiedades del alma? ¿O bien describe diferencias en el cuerpo y en lo que llamamos la mente material?

Creo que es obvio para todos que en este pasaje se trata de este último caso.

La formación de la mente material, que de hecho es muy diferente entre el hombre y la mujer, está determinada por multitud de factores, entre otros la educación y las hormonas. Se trata de un ingenioso sistema que permite la supervivencia de la humanidad, y que permite distribuir la ejecución de funciones entre el hombre y la mujer. También, por supuesto, provoca una serie de problemas. Gran parte de la diferencia mental entre hombre y mujer se debe directa o indirectamente a la sexualidad.

En el mundo espiritual, las hormonas no existen. El cuerpo espiritual no los necesita. El deseo sexual continúa existiendo durante las primeras etapas de la vida espiritual, pero ya no de la misma forma que en la Tierra, donde es incitado en gran medida por la actividad hormonal y el deseo de placer. Sigue existiendo porque la sexualidad durante la vida en la Tierra se ha convertido en un hábito, una forma de expresión estereotipada. Pero todo eso desaparece poco a poco en el mundo espiritual.

La sexualidad humana también es diferente de la sexualidad puramente animal mediante el factor adicional del amor. Ese amor sobrevive. Es una de las formas de amor natural, como el amor que los hombres sienten por sus hijos, sus padres, incluso el amor que sienten por sus amigos. E incluso esas formas de amor, en la vida terrenal, están dominadas o al menos se ven influidas por la sexualidad, aunque la gente puede no ser consciente de ello.

Pero en la vida espiritual la sexualidad desaparece. La sexualidad es uno de los principales factores determinantes de los vínculos con la Tierra, y, como ya he dicho, es precisamente en la cuarta esfera donde estos vínculos desaparecen. Esta desaparición es una de las condiciones previas para un progreso espiritual adicional. Lo que queda es amor puro. También quedan algunas incrustaciones del alma y ciertas tendencias negativas, pero incluso ellas desaparecerán.

El amor, al estar más o menos purificado tras esta pérdida de los vínculos materiales, hace que pase a un primer plano el componente más poderoso del amor: el amor del alma gemela. Hay un amor “fraterno” por toda la humanidad, sin distinciones, pero la atracción entre las almas gemelas es incomparable con eso.

También has escuchado que la condición del alma determina la apariencia del cuerpo espiritual. Por lo tanto, puedes imaginar que los habitantes de los planos elevados de la cuarta esfera y de las esferas aún más altas, lógicamente ya no tienen una apariencia marcada de virilidad o feminidad. Son bellos, simplemente bellos. La vida en la Tierra se vuelve cada vez más un recuerdo lejano de menor importancia, y no importa si alguien nació hombre o mujer. Son simplemente almas felices.

De ahí que todo el mundo se pregunte qué es entonces este amor del alma gemela. ¿Qué determina esa atracción? Esto es más difícil de responder, pero lo intentaré.

Seguramente recuerdas aquella imagen en la que comparé el alma con una cabaña de madera que, poco a poco, mediante la adquisición del Amor Divino, se convierte en una casa de ladrillos, cambiando de sustancia pero manteniendo su estructura. Es exactamente esta semejanza en la estructura lo que determina esta atracción. Es el mismo principio que gobierna el alcance de la Ley de Atracción, pero, por supuesto, lo que opera sobre el amor natural no es esta ley, sino un grupo diferente de leyes.

Cuando alguien dice que puede ser como la atracción que existe entre amigos, no es exactamente correcto, porque va mucho más allá de eso, pero el ejemplo está bien elegido, porque le quita el componente sexual que tanta confusión causa.

La razón está en que algunos espiritualistas, como Swedenborg, describieron algunas escenas del tipo «bodas celestiales» entre almas gemelas, sugiriendo relaciones similares a las relaciones matrimoniales en la Tierra, solo que «más puras». Pero eso es simplemente lo que querían ver. ¿Acaso no vieron también a espíritus proporcionando comida a los recién llegados o fallecidos, etc.? ¿Qué comida, si puedo preguntar?

Es un grave error transponer indiscriminadamente las situaciones de la vida terrestre hacia la vida espiritual. Ciertas cosas aquí realmente son similares, pues las necesitamos para nuestro bienestar, como las casas, los paisajes… estímulos en general. Pero todos estamos de acuerdo en que la sexualidad no es una de ellas. ¿Cómo es entonces la vida de una pareja sin tener que criar hijos, sin tener una relación sexual? ¿Es como una amistad íntima? Bueno, algo así, pero mucho más fuerte e intenso.

La apariencia de los espíritus altamente desarrollados, que ya no presentan rasgos sexuales, se describe como «andrógina», pero esta palabra, en este contexto, en sí misma conlleva un doble error. Significa hombre-mujer, pero la apariencia de la que estoy hablando no es ni masculina ni femenina, y definitivamente no es una combinación de ambas.

La sexualidad del hombre y la mujer sirve en esencia para la reproducción, y tiene superpuesta una capa de espiritualidad, pero el propósito de la sexualidad ya no existe en el mundo espiritual. No necesitamos comer en esta vida, entonces, ¿por qué deberíamos tener órganos digestivos? ¿Para qué es el sexo del alma cuando la misma palabra, “sexo”, ya indica su íntima relación con la sexualidad?

La relación entre las almas gemelas, al ser una fuerte atracción, tiene una gran importancia en las esferas superiores del amor natural. Pero, ¿cómo son las cosas en las esferas del Amor Divino?

Has leído que todas las formas de amor natural desaparecen en las esferas celestes. Es lógico, porque el amor natural es un atributo del alma natural. Pero en los Ámbitos Celestiales no hay rastro alguno del alma natural. Los últimos restos ya se han transformado en la séptima esfera. Pero, ¿sobrevive el amor del alma gemela, que es una forma de amor natural? ¿Cómo? Intentaré explicarlo.

Ya he mencionado que la fuerte atracción que hay entre las almas gemelas se debe al parecido en la estructura de su alma. Incluso cuando tiene lugar la transformación del alma, esta atracción sigue existiendo, porque el cambio no ha sido estructural, sino sustancial. Y esta afirmación tiene validez durante las primeras etapas de la vida celestial. Por supuesto que los espíritus celestiales tratan de ayudar a sus almas gemelas cuando están en las esferas espirituales, para que ellas también puedan llegar a este Reino de felicidad y compartir su felicidad con ellos. Y la atracción innata contribuye al gran éxito de esta empresa. Pero, como sabemos, todos los espíritus tienen su libre albedrío, y a veces esos esfuerzos son en vano. Aunque los espíritus celestiales pueden interrumpir su propio desarrollo para esperar a las parejas que han dejado atrás, llega el día en que ya no lo harán y se dedicarán más a su propio desarrollo. Y como he descrito anteriormente, el alma, transformada en su sustancia, también comienza una transformación sin fin en la estructura. La pequeña casa de ladrillos se convierte en un palacio de cristal. Y a medida que cambia de estructura, la atracción disminuirá. Este amor desaparece.

También he dicho que llegará el día en que esta separación será definitiva. Pero, ¿qué pasará entonces con las pobres parejas separadas? ¿Llorarán su dolor por toda la eternidad? También has leído acerca de que la unión de almas gemelas separadas no es necesaria para disfrutar de la felicidad plena. ¿Cómo es eso posible? Y si es así, ¿para qué sirven las almas gemelas?

Bueno, primero quiero decirte francamente que ignoramos por qué el Padre creó o sigue creando almas por parejas. Pero, de hecho, la felicidad, con o sin encontrar la otra mitad de uno mismo, es absoluta. La unión de una pareja simplemente añade un toque adicional de felicidad, que parece una contradicción con la palabra “absoluto”, pero te daré una ilustración: El Padre es tan bueno que sentimos que ya somos unos hijos, unos niños supremamente felices que de repente se encuentran frente a una mesa enorme, colmada de chocolates y dulces de todo tipo. Nuestros ojos, brillantes, se abren de par en par, y queremos probar esto…, y aquello… pero no, ese de allí parece aún más tentador…, y así, nos quedamos realmente pasmados ante la enorme cantidad de dulces, todos ellos de primera… y nos gustaría mucho probarlos todos, pero simplemente nos falta la capacidad. Es un delirio de felicidad. La relación entre almas gemelas es solo uno de estos dulces, y hay miles más que ni siquiera conoces ni puedes imaginar. Es un toque adicional de felicidad, sin peso sustancial.

Es una lástima que los mortales se centren tanto en esta cuestión, y hay muchas más cuestiones de mucha mayor importancia. Pero creo que ahora comprendes un poco más el problema.

Pero continuemos. La cuestión de si los homosexuales tienen que sufrir en el mundo espiritual por su homosexualidad. Bien, responderé directamente: ¡Definitivamente no! Digo esto en lo que respecta al mero hecho de ser homosexual.

La explicación es la siguiente: En un mensaje anterior ya expliqué que la homosexualidad no es la norma, pero tampoco es antinatural, en el sentido de que, por razones de psicología, en cualquier cultura y forma de sociedad hay un cierto número de homosexuales. La homosexualidad es producto de la grabación sexual, de la fijación sexual. Al igual que en la heterosexualidad, solo que la atracción sexual simplemente se dirige hacia el mismo sexo, por una u otra razón. Los homosexuales sufren, pero sufren en la Tierra, debido a la intolerancia. Pero echemos un vistazo a la situación en el mundo espiritual.

Una vez dijimos que las leyes de Dios se desarrollan en diferentes niveles. Hay leyes materiales, leyes espirituales, leyes que gobiernan la Divinidad, y de hecho hay muchos más niveles, pero lo que he mencionado es suficientemente bueno para tu comprensión.

La sexualidad, la heterosexualidad y la homosexualidad, en su forma física básica, se rigen por leyes materiales. La parte espiritual es la que se rige según las leyes espirituales. En otras palabras, el amor que se superpone es lo que determina las consecuencias favorables o desfavorables en el mundo espiritual. Y los criterios son los mismos para los homosexuales que para los heterosexuales. En principio no hay diferencia.

En cuanto a las almas gemelas, ya amplié el tema, pero repito: la sexualidad no tiene nada que ver con las almas gemelas. Esta es una idea basada en nociones terrenales, que no se puede trasladar tan simplemente a la situación del mundo espiritual.

Es un hecho que el abuso o el maltrato sexual existe tanto entre los homosexuales como entre los heterosexuales, y son actos que, por supuesto, no están en armonía con las leyes de Dios, pues las leyes espirituales son básicamente leyes del amor. Todas ellas sirven, en principio, a propósitos amorosos. El abuso nunca es una forma de amor. El placer de la sexualidad, en el caso de los seres humanos, ha cambiado de valor en comparación con los animales. Ya no es solo un estímulo para fomentar la reproducción, sino que puedes considerarlo como un premio adicional, un instrumento para intensificar una relación. Pero nunca debería ser el único propósito.

Aunque hay personas que justifican su tremenda promiscuidad con su incapacidad de encontrar el amor verdadero, quiero decir que es más cierto y más sincero decir que no buscan el amor, que lo que buscan es sexo. Aquel que busque, encontrará. No todas las relaciones se basan necesariamente en el amor verdadero, y la consecuencia es el divorcio. Pero voy a dedicar un mensaje separado a este tema, que interesa y concierne a tantos, incluyéndote a ti, mi querido hermano, pues ya has pasado por esta horrible experiencia.

Para concluir este mensaje, que ya es muy largo, quiero hablar del SIDA. La homosexualidad no es la causa del SIDA. Su propagación explosiva es consecuencia de la falta de armonía que existe en la vida de la humanidad, en todos los niveles.

Ahora es el momento de parar. Te dejo ahora con mi amor y mis bendiciones.

Sí, tienes razón, este es un mensaje bastante importante, pero me temo que no gustará a todos. Pero me alegro de que lo hayas recibido bien. Habrá muchas preguntas, muchas dudas y vendrán más mensajes sobre el tema. Pero repito que el tema de las almas gemelas no tiene ninguna relevancia para ti en la Tierra. Hay otras cosas mucho más importantes que esta, de las que debes preocuparte, y debes hacerlo ahora mismo.

Bueno, H., te diré ya adiós. Quiero extender mis bendiciones a toda la humanidad, y ruego para que entre en razón.

Tu hermano en el espíritu,
Judas.

© Copyright por Geoff Cutler 2013