Jesús: acerca del amor de los seres humanos

[Para escuchar en formato audio / descarga]
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Este mensaje, dado via James Padgett, fue dado muy poco después del anterior que hice para esta web, y en este caso también habla Jesús.

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Jesús: acerca del amor del hombre
4 de marzo, 1915.

Aquí estoy, Jesús.

Esta noche quiero escribir sobre el amor del hombre.

Este amor es uno que la humanidad no comprende en su particularidad más relevante. Me refiero a que este amor no es suficiente para dar al ser humano el más alto grado de felicidad que pueda obtener en la vida mortal o en la venidera.

Este amor es de una naturaleza tal que cambia dependiendo del cambio en las ideas y en los deseos de los hombres, y no tiene ninguna estabilidad que sirva para que este amor mantenga al ser humano constante en sus afectos.

Ningún hombre que tenga sólo este amor podrá jamás estar en condiciones de decir que continuará teniendo este amor durante más tiempo que el presente; y si piensa que su amor nunca podrá cambiar, o abandonarlo, tan sólo está deseando con sus pensamientos.

Pero este amor es uno que puede durar mucho tiempo y, a veces, parece que nunca puede morir o disminuir; sin embargo, por su propia naturaleza, no tiene ese tipo de constancia que le pueda asegurar una duración más que momentánea.

No quiero decir con esto que este amor natural sea menospreciable, pues sin duda se trata del mayor regalo que el Padre ha otorgado a la humanidad, y sin él, los hombres estarían en una condición muy infeliz.

Sin embargo, no es el Gran Amor del Padre que podrían recibir todos los hombres si tan sólo lo buscaran y se esforzaran por obtenerlo mediante la oración y la fe.

El amor natural es el que hace que los hombres y las mujeres tengan unidad en la Tierra, y les permite acercarse más a una vida de felicidad que cualquier otra cualidad humana; pero todavía tiene un peligro, que siempre lo acompaña, y que consiste en que, en algún momento, de alguna manera, puede dejar de existir.

El amor de las madres es el más fuerte de todos los amores dados a los mortales, y aparentemente nunca puede terminar ni envejecer; sin embargo, puede llegar un momento en que ese amor muera o deje de retener toda su vitalidad o belleza. Sé que se dice que el amor nunca muere; pero esto no es cierto con respecto a este amor natural; y nadie puede asegurar que su amor en el día de hoy vaya a seguir siendo el amor de dentro de unos pocos años.

Sin embargo, hay un amor que puede considerarse como un tipo de amor natural que durará para siempre, siempre y cuando estas almas busquen y obtengan el Amor Divino, y este amor se trata del amor que Dios ha implantado en dos almas que ha diseñado para convertirse en una sola en la vida espiritual.

Este amor no son realmente dos amores, sino un mismo amor manifestado en los dos sexos opuestos [Miller nos comenta actualmente, añadiendo a esto y habiendo recordado su vida durante 2000 años como Jesús en diversos planos, que las almas gemelas en un porcentaje no muy grande pueden también ser homosexuales], y que solo está completo cuando estas dos almas, aparentemente independientes, se unen en perfecta unidad.

Esto es lo que comúnmente se llama amor de almas gemelas, y se trata de aquella esencia de amor espiritual que hace que la felicidad de los dos espíritus de los mortales parezca completa. Sin embargo, este amor no es de naturaleza divina, sino simplemente el tipo más elevado de amor natural.

Entonces, cuando los hombres hablan del amor de un mortal por su prójimo, se refieren simplemente al amor que su naturaleza humana es capaz de tener y dar a otro mortal.

No deseo que se entienda esto como si de alguna manera implique que ese amor no es una gran bendición para la humanidad, porque lo es, y sin él no se daría la armonía que existe en la Tierra; sin embargo, en este momento (Primera Guerra Mundial), el odio y la ira parecen haberse hecho su espacio en los corazones de muchos hombres que hoy luchan por matar y destruir.

Pero esto es solo por una temporada; la guerra cesará, y entonces los hombres se darán cuenta, más que durante mucho tiempo, de que solo el amor mutuo puede hacer de la Tierra un lugar feliz y deseable para vivir.

El amor, cómo sé que se dice… es el cumplimiento de la ley, pero ningún hombre puede comprender esto completamente hasta que sepa lo que es el amor.

No quiero decir que para cumplir toda ley el hombre deba tener el Amor Divino del Padre, porque hay leyes que gobiernan la existencia Divina y leyes que gobiernan la existencia humana y meramente espiritual. El Amor de lo Divino es el cumplimiento de las primeras leyes, y el amor natural es el cumplimiento de las segundas.

Por tanto, debes entender que sólo cuando los hombres tienen el Amor de lo Divino, pueden satisfacer las leyes de la existencia Divina; y así, en tanto que tengan meramente amor natural, podrán satisfacer solo la ley natural.

Pero este amor natural no podrá hacerlos uno con el Padre, como he escrito antes; y el máximo de los poderes y funciones de este amor está en darles la felicidad que recibirán al vivir la vida de un espíritu o de un hombre no redimido.

No diré que el hombre no debería cultivar este amor por su prójimo en la mayor medida posible, porque debería hacerlo; y si esa fuera la única clase de amor que pueda tener, ya sea en la Tierra o en el mundo espiritual, cuanto más posea, más feliz será y mayor será la felicidad de su prójimo y espíritu semejante.

Así pues, cuando dije, cuando estuve en la Tierra, que los hombres debían amar a su Dios y amar a sus semejantes como a sí mismos, quise decir que debían hacerlo con todas las posibilidades del amor que pudieran tener.

Sin embargo, los hombres realmente pueden aprender que no es necesario tener solo el amor natural, sino que todos pueden buscar el Amor Mayor, y obtener una felicidad y una inmortalidad correspondientemente mayores.

No obstante, los hombres no se dan cuenta de esto, y parecen estar satisfechos con este amor natural y con los placeres que resultan de su posesión.

No quisiera que hicieran nada que pudiera disminuir este amor o cerrar sus corazones a su influencia, cuando es puro y bueno; sin embargo, no puedo evitar tratar de inculcales la gran conveniencia de tener el Amor superior en sus almas.

Sí, soy un amante de todos los hombres, y quiero que sientan la felicidad de la afluencia del Amor Divino y, de ese modo, aprendan lo que significa el Amor de Dios y lo que pueden tener si tan sólo buscan.

Este amor por lo puramente natural no será suficiente para las tentaciones que acosan a los hombres en la Tierra; y, además, no asegurará contra las tentaciones cuando se conviertan en espíritus. Lo sé, y por eso lo afirmo con la claridad de quien realmente lo sabe -podrías decir que lo digo con autoridad-.

Como estás cansado, debo detenerme.

Con todas mis bendiciones y amor,
soy tu hermano en espíritu,
Jesús

Index: PJE19150304A
Author: Jesus
Receiver: James E. Padgett
Location: Washington D.C.
Date: 04 Mar 1915
Sources: True Gospel, Vol II, page 21
True Gospel, Vol III, page 74

¿La separación de la humanidad?: una posible sorpresa en cuanto al amor natural y al amor divino | Mensajes de Jesús via Padgett: 3 de marzo, 1915

Índice
– Introducción
– Mensaje
– Comentario 1 (general)
– Comentario 2 (sobre este relativo y aparentemente posible «cierre de los cielos»)
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Introducción

[ Enlaces al formato audio de este mensaje:   audio / descarga ]
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Miller, en esta vida, recordó ser Jesús, y por lo tanto, recordó ser quien había dado a James Padgett algunos mensajes a principios del siglo XX (siendo como digo Jesús, en realidad, y habiendo ya recordado su ser, su alma, en esta vida, en Australia).

He introducido un poco este tema de los mensajes de Padgett en algunos audios. Ver los puntos B.2 y B.9, en la página principal o guía, donde enlazo por ejemplo el primero que hice: Helen, la mujer de Padgett, relata su experiencia de dejar el cuerpo y marchar al mundo espiritual: audio / descarga.

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Mensaje

Mensaje de Jesús (3 de marzo de 1915):

Aquí estoy, soy Jesús.

Esta noche estás en mejores condiciones, y continuaré con mis mensajes.

«Dios es un Dios de amor, y nadie puede venir a Él si no recibe el Amor del Padre en su alma».

Como los hombres son pecadores por naturaleza…

permitidme que detenga aquí el discurso de Jesús en este mensaje, para que no se malinterprete.

Si habéis seguido un poco los materiales últimos y simples divulgados en UnPlanDivino (y en youtube e ivoox)… hemos visto que ya sentimos y entendemos más o menos bien, por un lado, el concepto de pecado (o «error» si lo queréis decir así), y la importancia de no malinterpretarlo pero sí de tenerlo en cuenta a la hora de -por así decirlo- sentir el nivel del alma y sus leyes.

Por otro lado, en cuanto a la afirmación de «ser pecadores por naturaleza»: fijémonos en que ahí no está diciendo que el alma esté ya «manchada» en su naturaleza misma. No, el alma no… sino que es el ser humano, y no el alma, lo que de alguna manera es en seguida «manchado».

Es decir, como hemos comentado ya muchas veces… las condiciones de esta Tierra están tan delirantemente distorsionadas que, en cuanto somos concebidos, todos empezamos a absorber en el alma múltiples errores (bajo la forma de emociones, intenciones, etc.), y lo hacemos muy profundamente en nuestra alma «natural», es decir, en nuestra alma que viene con el potencial del amor natural (no viene ya con amor divino, sino que este amor divino es algo que hemos de pedir, y que hemos de querer a propósito, con nuestro libre albedrío, para evolucionar o no con él).

Sigue el mensaje:

…y están inclinados al error y la violación de las leyes de Dios, es sólo obteniendo este Amor como pueden ser redimidos de ese pecado; y eso sólo se puede obtener mediante la oración y la fe en la disposición de Dios para otorgar este Amor a quien lo pida.

Con esto no quiero decir que tengan que existir oraciones formales o se necesite cumplir con credos o dogmas de la iglesia; pero la oración que es eficaz es la que emana del alma y de las sinceras aspiraciones del hombre. Por lo tanto, haced saber a los hombres que, a menos que tengan en el alma un verdadero anhelo por este Amor, no se les dará. Ningún mero deseo intelectual será suficiente para recibir amor divino.

El intelecto no es la facultad con la que el hombre puede unirse a Dios. Sólo el alma está hecha a semejanza del Padre, y a menos que esta semejanza se perfeccione, llenando el alma con el Amor Divino del Padre, la semejanza nunca será completa.

El amor es único y es lo más grande que existe en la economía que Dios dispone para la existencia real. Sin amor todo sería caos e infelicidad; pero donde hay amor también existe armonía y felicidad. Esto lo digo porque sé por experiencia personal que es verdad.

Que los hombres no piensen que Dios es un Dios que quiere el culto humano desde las meras facultades intelectuales de los hombres, pues no es cierto.

Su Amor es lo único que puede unirlos a Él. Este Amor no es el Amor que forma parte de la existencia natural del hombre.

El amor que tienen los hombres que no han recibido una parte del Amor Divino, no es suficiente para hacerlos uno con el Padre; ni ese amor es el tipo de amor que les permitirá entrar en las Esferas Celestiales y convertirse en Ángeles llenos de este Amor Divino, que hacen siempre la Voluntad del Padre. Este Amor sólo se encuentra en las almas de aquellos que lo han recibido mediante el ministerio del Espíritu Santo -el único instrumento, dentro de los mecanismos de Dios, que se usa para lograr la salvación de los hombres-.

He visto las operaciones del Espíritu sobre las almas de los hombres y sé que lo que digo es verdad. Ningún hombre debe descansar en la seguridad de que cualquier otro instrumento o medio que no sea el Espíritu Santo le permitirá obtener este Amor. No debe descansar en el pensamiento de que sin esto puede convertirse en parte del Reino de Dios, pues ningún otro amor que no sea este Amor Divino puede autorizarlo y calificarlo para entrar en ese Reino.

Cuando estuve en la Tierra enseñé la doctrina de la salvación sólo mediante la obra del Espíritu Santo en el cumplimiento de los mandamientos del Padre. Sin este Amor, la mera creencia en mí o en mi nombre nunca permitirá a ningún hombre convertirse en poseedor de este Amor.

De ahí el dicho: «para que todos los pecados contra mí o incluso contra los mandamientos de Dios sean perdonados a los hombres, pero el pecado contra el Espíritu Santo no les será perdonado, ni mientras estén en la Tierra, ni cuando estén en el mundo de los espíritus».

Esto significa que, mientras un hombre rechace las influencias del Espíritu, estará en pecado contra él, y tal pecado le impide recibir este Amor Divino; y por lo tanto, en ese estado no es posible que se le perdone y se le permita entrar en el Reino Celestial del Padre.

El Amor de Dios no necesita del amor del hombre para darle a este amor humano una Esencia Divina, sino que es al contrario, es el amor del hombre el que, para llegar a ser Divino en su naturaleza, debe estar completamente envuelto o absorbido por el Amor Divino del Padre.

Por lo tanto, que el hombre sepa que su amor no es más que la mera sombra de lo que es el Amor del Padre, y que mientras se niegue a recibir este Amor del Padre, se verá obligado a permanecer apartado del Padre y a disfrutar únicamente de la felicidad que le brinda su amor natural.

Si tan siquiera lo buscan de manera auténtica y con fervor y deseo sincero, estoy tan seguro de que todos los hombres pueden recibir este Amor, que sé que es posible que todos los hombres se salven. Pero los hombres tienen el gran don del libre albedrío, y el ejercicio de ese don para la búsqueda y el hallazgo de este Amor parece ser una dificultad que va a impedir que una gran mayoría de la raza humana reciba este gran don redentor.

Mi Padre no desea que ningún hombre viva toda la eternidad sin este Amor; pero llegará el tiempo, y muy pronto, en que el privilegio de obtener este Amor será retirado de la humanidad; y cuando ese gran evento tenga lugar nunca se volverá a restaurar más adelante ese privilegio; y los hombres que entonces carezcan de Él se verán obligados a vivir toda la eternidad tan solo con su amor natural para consolarlos y obtener la felicidad que puedan obtener de tal amor.

Los hombres pueden pensar que este tiempo de separación nunca llegará, pero en eso están equivocados, y cuando sea demasiado tarde, se darán cuenta.

La armonía del universo de mi Padre no depende de que todos los hombres reciban este Amor Divino, porque con los mecanismos de las leyes de la armonía de Dios, en las almas de los hombres, se erradicará todo pecado y error, y sólo quedará la verdad; pero la mera ausencia de pecado no significa que todas las partes de la creación de Dios vayan a estar pobladas por espíritus y hombres igualmente felices o llenos de la misma clase de amor.

El hombre que está libre de pecado y solo tiene su amor natural, estará en perfecta armonía con otros hombres que poseen el mismo tipo de amor; pero no estará en armonía con esos espíritus que tienen este Amor Divino y la felicidad suprema que Él da. Y, sin embargo, tales diferencias en amor y en felicidad no crearán discordia ni falta de armonía en el universo.

Adán y Eva, o quienes ellos personifican,

Continuar leyendo «¿La separación de la humanidad?: una posible sorpresa en cuanto al amor natural y al amor divino | Mensajes de Jesús via Padgett: 3 de marzo, 1915»

El increíble sinsentido o «nube» en la que estábamos con el curso de milagros, el curso de amor, vía de la maestría, y demás «Yeshua» falsos

  • Nota (actualización): una entrada posterior sobre este tema, más detallada, es esta:
    – «Preguntas «frecuentes»: ¿Qué piensas de otras canalizaciones que dicen ser dadas por la misma alma de Jesús? (cartas de Cristo, ucdm…)»
    https://www.unplandivino.net/preguntas-1/
  • Aclaración: En el vídeo (un audio con una conversación) que acompaña arriba a este artículo, se tratan algunos temas relacionados. Por eso lo enlazo aquí.

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Podemos ver cómo, en los temas que lamentablemente yo divulgué, se trata banalmente del concepto de «pecado» (y como siempre, es así para no tener que sentir y solo sentir, pues tenemos realmente pánico a sentir).

Y antes de nada, advertir muy claramente que aquí no estamos hablando de ninguna «religión» institucional, ni volviendo a ningún dogma.

Entonces, se dicen cosas como que Jesús demostró que el pecado no existe… lo cual es simplemente un sinsentido.

Como hemos visto, Dios creó nuestras almas.

Para ellas, en su ámbito, hay unas leyes o principios, igual que hay leyes para los demás ámbitos (físico: gravedad, etc.).

El pecado es simplemente la palabra que nos sirve, si queréis decirlo así de entrada… como sinónimo de error o desarmonía, pero en ese ámbito, muy concreto, de las almas.

Pero necesitamos no perder palabras por el simple hecho de que no queremos sentir, es decir, no queremos ser humildes.

Entonces, y más concretamente… hay pecado -como vemos en la serie de vídeos que empieza en este-:

– cuando en nosotros hay voluntad y deseo que están en desarmonía con los principios y el amor de Dios…

– cuando en nosotros hay carencia de voluntad y deseo que están en armonía con esos principios y ese amor.

Con esas leyes o principios del alma nos vamos ritmando, y es gracias a que nos hacemos sensibles a nuestras muy variadas «desarmonías» con respecto a esos principios y ese amor (es gracias a darnos cuenta del hecho de que no estamos ritmados con ese amor y esas leyes… de formas muy concretas), es gracias a eso…
que nos podemos ir acercando a hacernos sensibles a cómo Dios nos ve realmente…
a cómo somos en verdad…
a cómo Dios nos ve de forma completa, con nuestras desarmonías claramente reconocidas…
y así, podemos acceder a más verdad… y a la vez, y por lo tanto… a más amor.

A esas leyes nos vamos haciendo sensibles a través del «órgano» que tradicionalmente se llama «conciencia» (sin la ese, para referirse a lo moral… como cuando se decía aquello de «la voz de la conciencia»).

El «pecado» es, pues, un hecho muy simple, y es algo que, gracias a Dios, no puede ser eliminado mágicamente, pues, de ser así, nos quitarían el libre albedrío -cosa esta que podría ser, en parte, el objetivo que está detrás, en el fondo, de muchas canalizaciones suplantadoras de Jesús…, de mucha seudoespiritualidad, etc.-.

El pecado, como hemos visto, es por ejemplo el hecho de hacer cosas (o de contener emociones, en el alma…, etc.)… que están en desarmonía con el amor y con los principios de Dios.

Es decir, el pecado no es un mero error, sino que es un «no dar en el blanco», un «no darle a la diana»… pero en el ámbito de las leyes y principios del alma, es decir, al respecto de la verdad y del amor tal como Dios los ve (al amor y a la verdad) -es decir, tal como realmente son-.

El pecado es eso… y podríamos decir que para distinguirlo del simple error -por ejemplo del «error ético», o del error físico (cuando uno se cae al suelo 🙂 )…-.

La verdad acerca del arrepentimiento y del perdón

Ya estoy haciendo poco a poco algunos audios de estos talleres que hizo Miller en Brasil en el 2012, y de los que sí hay traducción en español. Y aunque en este caso hay algunas partes de la traducción que no están muy cuidadas, este taller en concreto sobre el arrepentimiento y el perdón da un material muy importante, y se entiende lo esencial.

En algún momento quizá tranquilamente pueda ponerme yo también a traducir más 🙂 … aparte de lo que llevo hecho, por ejemplo para el caso del tema de la responsabilidad (con una pequeña parte de una sesión que hizo sobre ello (ver punto A.3)), o con el tema de la fe y las leyes (ver punto A.5).

Estamos viendo ya algunos audios y resúmenes tanto en ivoox como en youtube… así como aquí, en la guía de esta web (pues hay cientos de transcripciones de los talleres de Miller y Mary).

En este enlace de esta misma web ya coloqué varios enlaces para descargar muchos textos.

Abajo están los enlaces a los audios de la lectura de esta charla sobre el arrepentimiento y el perdón -tanto a ivoox como a la descarga directa de la nube-.

La verdad acerca del arrepentimiento y del perdón (parte 1) [descarga directa]
// (parte 2) (descarga directa)
// parte 3 (descarga directa)

El mundo al revés: perdonamos cuando tenemos que arrepentirnos, y viceversa

(Texto leído en audio aquí / Y enlace de descarga.
Audio complementario: La verdad acerca del arrepentimiento y del perdón (1) // )

Muy a menudo practicamos, sin darnos cuenta, una especie de arrepentimiento (contrición) con respecto a la gente que en realidad tenemos que «perdonar».

Insistamos de nuevo en que en realidad todo esto es un asunto emocional, en el sentido de que nos pasamos la pelota de las grabaciones emocionales.

Y sí, efectivamente, nadie tiene «la culpa»… pero al final, tampoco nadie se responsabiliza (pues hay muy poca gente humilde, en el sentido en que lo definimos aquí).

Para ver el caos que se forma debido a que nadie se responsabiliza, y ver cómo es que no sabemos responsabilizarnos (emocionalmente), podemos tratar el ejemplo -quizá muy típico- de las madres, que de alguna manera «son sagradas» (en este sentido erróneo):

Yo te parí, así es que autocúlpate todo lo que puedas…

…y ese tipo de cosas.

Entonces, las personas intentamos a menudo «expiar culpas», por ejemplo, como hijos, y practicamos la contrición o arrepentimiento como si les hubiéramos hecho a ellos -a los padres o a las madres- muchas «cosas malas».

Esto lo hacemos a menudo para no crecer, para no sentir la pena profunda asociada a cómo nos trató nuestro ambiente cuando éramos muy pequeños.

Es como si les debiéramos algo a los padres, buscando de este modo una especie de aprobación, o sea, buscando prolongar un estado en el que nos hemos juzgado a nosotros mismos, nos hemos culpado a nosotros mismos, por algo que en realidad no nos grabamos emocionalmente nosotros (vino del entorno hacia nuestra alma).

Esto lo hacemos muchas personas, inconscientemente, desde muy pronto en la vida, para así no recibir las energías de juicio que vienen de los «poderosos» adultos que nos rodean, incorporando así profundamente un sentido de invalidez, etc.

Es decir, lo que hacemos es juzgarnos antes de que nos juzgue la mamá o el papá.

De ese modo nos «protegemos», en el sentido de que ahora podemos controlar, o creemos poder controlar, lo que nos vendrá desde los adultos… y podremos así «evitar» que vuelvan a entrar las energías de juicio desde ellos (unas energías que tanto duelen, ya que, de pequeños, no tenemos casi más protección y guía que esas personas adultas de las que depende prácticamente todo).

Esto es independiente de que luego, efectivamente, en la vida, también podemos haber hecho «cosas malas» a los padres y madres. Pero, en un principio, no es así, pues básicamente somos espejos emocionales (en la primera infancia, como hemos visto en otras partes).

Así pues, en esa cascada de «autoprotección» invalidante, donde no nos protegemos en absoluto (en este «juzgarnos antes de que nos juzguen» tan dolorosamente los padres) hacemos durante la vida gestos de «arrepentimiento» donde lo confundimos todo… pues hacemos como si nosotros fuéramos los malos de la película… en vez de responsabilizarnos de nuestras emociones, pero en tanto que muchas de ellas son cosas que nos vinieron «desde fuera».

Es decir, en vez de «perdonar», «nos arrepentimos», y viceversa.

Y esas emociones basadas en el error entraron en nuestra alma desde el entorno, ya que nosotros éramos incluso bebés cuando por ejemplo las «sagradas madres» nos graban inconscientemente cosas que ni se dan cuenta que están grabando en nuestras almas.

Entonces, quizá ya de adultos, «expiamos» culpas arrepintiéndonos con respecto a personas que en realidad tenemos que «perdonar» (perdonar aquello que provenía de su alma, en la primera infancia)… perdonar en el sentido de responsabilizarnos de ese modo ya comentado, donde en realidad el «trabajo» es el de volver a hacer fluir todas esas emociones que ya tenemos dentro, que fuimos continuamente incorporando, y que provenían de, por ejemplo, toda esa parte femenina generacional… tan sacralizada, o bien de los padres, etc.

Entonces, tenemos estas dos formas -que es como si fueran simétricas- de responsabilizarnos de las emociones:

– arrepentirse: sentir con humildad, por ejemplo como padres o madres, cuáles eran las causas emocionales de aquella actitud que teníamos y que nos hizo proyectar contra, o juzgar, por ejemplo a unos niños pequeños,

– el perdón: responsabilizarnos igualmente de las emociones que hemos incorporado del ambiente, sin culpar, pero admitiendo la verdad: que nadie se merece nada, que nadie se merece eso.

Por ejemplo, un padre o una madre, debido a las proyecciones que ahora se da cuenta que «metió» en el alma de sus hijos… practicaría el arrepentimiento (concepto este que, como hemos dicho, se emplea para hablar de la tarea de responsabilizarse cada vez más concretamente de las emociones que seguimos teniendo bloqueadas, y que fueron las que nos hicieron proyectar en aquel momento hacia los niños).

Y, por otra parte, los niños, en general, o los jóvenes… practicarían mucho el perdón…. o sea, el responsabilizarse de las emociones proyectadas en ellos que se imprimieron en su alma… pero que, para recibirlas, ellos «no hicieron nada»,  «no se lo tenían merecido»; es decir: son objetivamente injustas, aunque ahora ya solo nos toque, en la vida, sentir (cultivar la humildad).

No hicimos nada para ganarnos esa «impresión álmica oscurecedora»… si la podemos llamar así. Y la parte que nos toca de «limpieza» con respecto a esa grabación, no es la de arrepentirnos por nada.

Cuando nos arrepentimos de algo que en realidad nosotros no hemos hecho (pues no nos hemos grabado esas emociones «juzgadoras», etc.), entonces, liamos mucho las cosas, pues la otra persona (por ejemplo un padre o una madre), que es la que realmente, en su alma, desearía trabajar el arrepentimiento para crecer (en este sentido técnico de deshacer las causas que le llevaron a grabar «emociones erradas» en los hijos)… esa otra persona, madre o padre… decíamos… entonces se ve en un papel que no le corresponde: tiene quizá un hijo, un nieto, sobrino, etc., que le representa, ahí delante, el papel de «soy culpable», y todo el rato (atraído por la ley de la atracción del padre o la madre, para que así este pueda volver a sentir ciertas emociones causales).

Como veis, esto es muy práctico, y es el caso de por ejemplo la gente que a menudo nos ponemos a cuidar a familiares mayores o ancianos, pero con unos sentimientos de lo que llamamos «culpa» (que es arrepentimiento por algo que en realidad no hicimos)… y así, estamos evitando perdonar, pues, como hemos visto, lo confundimos todo, lo mezclamos todo.

Ya vemos pues el lío que montamos en torno a este tema de «la culpa».

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Recordatorio:
todo esto no me lo invento yo, sino que está elaborado a partir de charlas y talleres de Miller y Mary.

La verdad y la acción (observaciones básicas para crecer en la capacidad de relacionarnos con Dios)

En este vídeo vemos parte de un taller donde Miller presenta de forma básica el tema de la verdad y la acción, dentro del contexto de que somos un alma que, aunque estemos en un planeta muy retorcido… como alma vivimos por y para las leyes amorosas de Dios, para armonizarnos con ellas.

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Este es el taller de Miller (https://divinetruth.com/)

De la primera parte de ese taller vimos este pedazo, con una presentación que trata acerca acerca de algo muy básico sobre las emociones.

Este vídeo pertenece, entre otros, a los temas del apartado A.2 (Los elementos básicos) de la página principal de la web:

El camino de Dios

A.2:

A.2. Los tres elementos básicos

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Un anterior audio breve sobre el camino:

«Reconocer ante Dios humildemente, como niños pequeños, que no queremos sentir nuestras heridas»
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Podcast en ivoox con algunos audios también del tema (solo los más recientes tratan del tema)
Lista de reproducción del camino de Dios en youtube
___ Continuar leyendo «La verdad y la acción (observaciones básicas para crecer en la capacidad de relacionarnos con Dios)»

Nathan, un niño abortado de forma «natural», descubre a su verdadero padre-madre junto a Miller

En este vídeo vemos una entrevista a un niño que está en el primer plano tras la muerte, en su cuerpo espiritual.

Su alma pasó por la experiencia de ser «un aborto natural», y aprendemos aquí algo sobre lo que esto conlleva.

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Esta es la preciosa conversación con Nathan, de Miller a través de Mary:
https://www.youtube.com/watch?v=qfUbxUxp7KM
https://divinetruth.com/

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Este audio pertenece, entre otros, a los temas del apartado A.1 (La relación con Dios) de la página principal de la web: –

El camino de Dios

A.1:

A.1. La relación con Dios


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Un anterior audio breve sobre el camino:

«Reconocer ante Dios humildemente, como niños pequeños, que no queremos sentir nuestras heridas»
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Podcast en ivoox con algunos audios también del tema (solo los más recientes tratan del tema)
Lista de reproducción del camino de Dios en youtube
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Continuar leyendo «Nathan, un niño abortado de forma «natural», descubre a su verdadero padre-madre junto a Miller»

Cómo se crean religiones: estirpes de falsa reencarnación

En este vídeo vemos gráficamente también algo muy práctico y concreto.

El título completo:

Cómo se crean religiones: estirpes de falsa reencarnación. Lo que parece que querían hacer con ucdm, ucda…

Tratamos de nuevo de la influencia de las personas desencarnadas, pero esta vez de «las élites espirituales» (o eso se creen), por así decirlo, puesto que hablamos de la creación de las religiones y de estirpes de «maestros», etc. Ya lo hemos visto un poco en el apartado correspondiente, B.1.

Hay espíritus que tienen todos los matices de arrogancia que nos podamos imaginar, y que están en planos más elevados (aunque sin relación directa con Dios).

Pero, como almas, somos todos iguales, y es lo que intentamos comentar aquí, con algunos dibujos muy esquemáticos.

Los humanos, en este estado de apertura de la Tierra hacia lo espiritual, durante el siglo XX y este XXI… en este estado que es a la vez de gran confusión y de un «conflicto» enorme en nuestras almas…, atraemos todo tipo de influencias debido a nuestras heridas profundas.

En este caso hablamos de las influencias de, digamos, «más alto nivel», que serían del tipo de suplantaciones que hacen de Yeshua u otras personalidades.

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Este audio pertenece, entre otros, a los temas del apartado B.1 de la página principal de la web:

El camino de Dios

B.1:

B.1. La influencia desde los planos espirituales o desde el estado transicional

Continuar leyendo «Cómo se crean religiones: estirpes de falsa reencarnación»

Asumir responsabilidad personal, y cómo funciona el alma humana. Dos nuevos audios

He añadido dos nuevos audios a los apartados de fundamentos (responsabilidad personal, deseo, leyes amorosas… etc.), y sobre el yo (alma humana, etc.):

– Asumir responsabilidad personal (físico, emocional, espiritualmente)

https://go.ivoox.com/rf/63452413

– ¿Cómo Funciona el Alma Humana? | Miller/Jesús. 1 abril 2013. Divine Truth FAQ

https://go.ivoox.com/rf/63482754

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Lista de reproducción en ivoox
(recién comenzada en esta nueva fase de la web; hay más audios en youtube; ver las diferentes páginas para su organización dentro de la página principal)

La ley de causa y efecto. Adicciones emocionales

En este audio vemos también algo muy práctico y concreto, relativo a la ley de causa y efecto, con algunos ejemplos… (y relativo a la necesidad de anhelar y «rezar» por podere sentir cada vez más las causas emocionales en el alma, en torno a las cuales creamos bloqueos).

Este audio pertenece, entre otros, a los temas del apartado A.5 de la página principal de la web:
– https://www.unplandivino.net/verdad-divina/
(A.5: https://www.unplandivino.net/fundamento//

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Un anterior audio breve sobre el camino:
– «Reconocer ante Dios humildemente, como niños pequeños, que no queremos sentir nuestras heridas»

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– Lista de reproducción del camino de Jesús y María de Magdala (Miller y Mary):

___ Continuar leyendo «La ley de causa y efecto. Adicciones emocionales»