¿Una «mano negra»? Sí, en este sentido

¿Una «mano negra»?

En este sentido es que sí había, en la vieja era, algo del estilo «mano negra»:

por ejemplo, recordemos
algo simple:

si juzgamos,
nos sentimos mal;

ese sentirnos mal cumple una función:
es para indicarnos que no sigamos «eligiendo juicio».

Estamos incómodos, pero no porque la persona juzgada sea mala en sí (lo «malo» es el «pecado»/falta de amor…, y no el «pecador»)…

sino que, si estamos incómodos, es porque juzgar no encaja en nuestra naturaleza (espíritu).

Pues bien,
sucede que eso mismo lo usa el mundo de los medios de comunicación, etc….
es decir, se nos presentaban cebos para juzgar… más o menos aposta…, a propósito…
aunque parezca automático;
Continuar leyendo «¿Una «mano negra»? Sí, en este sentido»

Ley del Consentimiento | Glosario de la ascensión. Lisa Renee

Abajo está la traducción del artículo titulado «Ley del Consentimiento», del glosario de la Ascensión de Lisa Renee.

Como el resto de artículos y obras de esta canal, nos describe en parte el contexto y todo lo que rodea a este proceso actual (2020) que, abreviadamente, llamamos «de ascensión» (o «principios de una era de ascensión», uno de cuyos puntos álgidos, como comienzo, ha sido en el 2020).
__

Ley del Consentimiento

Vamos a exponer los fundamentos de la Ley del Consentimiento, y su importancia crucial, en lo que respecta al objetivo de la recuperación del control sobre la mente, el cuerpo y la consciencia espiritual… un control que hemos otorgado a aquellos humanos y extraterrestres negativos que han abusado de la Ley de la Estructura en este cuerpo planetario.

Lo que albergamos y sostenemos como intención, en nuestros pensamientos personales, es aquello que sostendremos como nuestro Consentimiento.

Es decir, se trata de nuestro permiso o consentimiento, el que otorgamos a esa forma de pensamiento y a su cualidad y fuerza vibratorias, así como a la consecuencia energética que pueda derivarse de la sustancia creada desde esa forma de pensamiento, que nos afectará a nosotros mismos y a los demás.

  • Aquello que pensemos, es lo que crearemos a través de la Intención, el Consentimiento y la Estructura.
  • La suma total de la intención energética que está detrás de todas las palabras o pensamientos acumulados, que hayamos expresado en el momento del ahora, es más importante que el lenguaje verbal que utilicemos para establecer la intención, el consentimiento y la autoridad.
  • El hecho de que pensemos un pensamiento de forma automática, bajo los programas de Control Mental, conlleva que habremos dado un consentimiento de pensamiento, incluso aunque no exista una participación consciente por nuestra parte, con nuestra intención. Este es el factor principal en cuanto a la explotación humana realizada mediante el Control Mental, bajo la agenda AAN. Al eliminar el conocimiento acerca de la Intención personal, eliminan el consentimiento personal de las leyes.
  • La suma total de nuestros pensamientos vibratorios acumulados y de las palabras expresadas, anulará la elección de la persona. Esto significa que una persona que no ha participado conscientemente dando su consentimiento y autoridad personal tomará la decisión mediante resonancia de frecuencia acumulativa. Esto consiste en el promedio ponderado de la suma total de lo propio del individuo, del cuerpo, de los pensamientos, las emociones, las acciones y los comportamientos, todo lo cual equivale a una resonancia de frecuencia global. Esta resonancia de frecuencia global es lo que decide la Intención, el Consentimiento y la Estructura de esa persona.
  • Esto significa que es extremadamente importante disciplinar y controlar nuestros pensamientos internos, ya que estos pensamientos agregan energías acumuladas para formar la intención, el consentimiento y la autoridad, establecidos en virtud de la Ley.
  • Las leyes de la Intención, el Consentimiento, la Autoridad y la Estructura están ocultas y son manipuladas a propósito por la AAN para controlar a los humanos que no se percatan de estas leyes energéticas, ni se dan cuenta de que pueden obtener poder personal para recuperar el control sobre su consciencia espiritual y energética a través del cumplimiento de estas leyes.

Mediante la explotación de estas Leyes, la agenda AAN y los que llamamos «Dioses del Padre Falso» han manipulado a la humanidad para que dé su consentimiento y su autoridad a sus fuerzas, como intermediarios, a través de la configuración de la mentalidad de «Mente Predador» dentro de la cultura humana, mediante muchos programas de Control Mental, que, siendo una historia falsa y una realidad falsa, los humanos reciben y aceptan.

En base a toda esta gran cantidad de mentira y de engaño, la humanidad alberga y sostiene los sistemas de creencias que pertenecen a las formas de pensamiento del paradigma «Mente Predador», lo que se convierte, de forma natural, en el otorgamiento del consentimiento y de la autoridad a esa misma «Mente Predador» de los grupos AAN. Continuar leyendo «Ley del Consentimiento | Glosario de la ascensión. Lisa Renee»

El «miedito» que dan los desinformadores como Matías de Estéfano… pero aquí estamos para trascender eso e integrarlo (perdonar)

[Actualización (26 junio, 2023; tras tres años de escribir esto sobre la desinformación «Nueva Era»):
Esta entrada que hice hace 3 años sólo vale si corregimos cosas a la luz de la simple verdad que encontré y fui asimilando y comprobando en mi alma con el Jesús real, meses después de hacer este escrito, en el 2020.
Es decir: no somos «luz», sino el alma, creada por Dios. Que quede claro que no hay reencarnación al uso. También me quedó clara la confusión en torno al tema extraterrestre: hay muchos espíritus que simplemente son desencarnados, como todos vamos a ser, y ellos (abortados, etc.) pasan en muy diversas condiciones y alcanzan muy diversas condiciones álmicas, de poder, en el amor y la verdad… y pueden hacer muchas cosas; y siguen con el error emocional que les permite engañar para conseguir fines usando el medio que sea, sin importar del todo la verdad; etc.
Ver pues todo lo visto en esta web posteriormente (talleres de Jesús y María Magdalena, etc.)]

Acabo de ver esta ↑ entrevista a Matías De Estéfano,
y sí,
es un desinformador.

Estos son los comentarios que me surgieron, a bote pronto, mientras yo iba así como dialogando internamente con lo que se decía en el vídeo:

Jesús tampoco tiene ninguna relación con el cristianismo.
Es un avatar.

«Yeshua» podía haberse llamado así, porque su madre tuvo noticias de que iba a ser una encarnación «curiosa».

Solo con estas dos aclaraciones que me tengo que hacer a mí mismo conforme empiezo a escuchar… ya empieza a «perturbarme» Matías 🙂 .

(Aclaro que no soy cristiano, ni de ninguna religión.)

Sigo escuchando 🙂 …

A continuación directamente miente (y sabe que miente), pues el movimiento de Jesús no era político.

De hecho, las toses es quizá lo que nos indica que él sabe que miente.

La alquimia no es transformar el mundo a través de la palabra.

Nadie es un humano, somos «luz», pasando por experiencia humana (es por eso por lo que Jesús no era humano,
porque nadie lo es en el fondo; somos luz, chispas de luz, dicho rápidamente).

El imperio romano no «llevó el mensaje de Jesús», pues si acaso lo que llevó es un mensaje distorsionado.

(Más desinformación de Matías.)

Habla de la atlántida sin hablar de la manipulación «extradimensional» y por extraterrestres (más desinformación).

A estas alturas, y antes, ya se intuye que Matías está pagado para esto, para desinformar.

Hay un programa implantado en la humanidad, de falsa ascensión. Matías es quizá uno de los empleados para su parcial materialización (hay una variedad de implantes etéricos, etc.).
Continuar leyendo «El «miedito» que dan los desinformadores como Matías de Estéfano… pero aquí estamos para trascender eso e integrarlo (perdonar)»

La raíz espiritual de las conflictividades políticas

Para disolver la primitiva «conflictividad política ambiental»,
en la que parecemos movernos…
parece que viene bien… o que es evidente… hablar de estas cosas ↓ :

Quizá todo son equilibrios delicados, que en cierta medida dependen de que, en el fondo, no se puede burocratizar la solidaridad.

Es decir, parece evidente que se necesita despejar la nube o la borrasca mental que IMPIDE que la supuesta mentalidad «de izquierdas» ENTIENDA que los IMPUESTOS son un «concepto» ATERRADOR.

De hecho, este parece ser el problema más práctico y más metafísico a la vez… que pueda existir… ya que parece que cubre tanto lo personal como lo colectivo.

¿Por qué? Quizá porque en gran medida nuestro «único problema» es que asociamos, demasiado frecuentemente…:

– amor (bondad, etc.)…

– con obligación.

Esto de «imponer» es si acaso un «mal menor» (pero es un mal)… por así decirlo.

Es un «mal» el hecho de que un Estado (es decir, algo con el monopolio de la fuerza)
tenga que OBLIGAR a pagar impuestos…
es decir, tenga que imponer algo (bajo la amenaza de usar su fuerza si no lo cumples)…
PARA QUE LA GENTE SEA BUENA Y QUIERA REDISTRIBUIR
(para asegurar que la gente tiene cada vez más igualdad de oportunidades, etc.).

Es un horror el populismo (en Europa o donde sea…)…
el populismo que se apropia «inocentemente» (o inconscientemente… quizá porque no saben lo que hacen… o simplemente «porque el camino al infierno está sembradito de buenas intenciones»)…
se apropia inconscientemente… decíamos…
de la máquina estatal…
e ideologiza y personaliza todo lo que puede ese mismo «horror mecánico» en el que está metiendo al «pueblo»… es decir, limpia la cara a este hecho tan miserable (espiritualmente miserable):

el hecho de QUE HAYA QUE IMPONER LA BONDAD
(es decir, la dañina asociación sistemática entre amor y obligación).

El fascismo tiene que ver con no distinguir entre Nación y Estado… entre sociedad civil y Estado.

Los partidos, o los grupúsculos más o menos mafiosos que erróneamente se arremolinan en torno a las maquinarias burocráticas de los Estados…
esos partidos o grupos…
consiguen en gran parte la meta del fascismo.

¿Que es cuál?

La meta de integrar a las masas en el Estado
(indistinguiendo así la Nación del Estado,
es decir, realizando una especie de «endiosamiento»…
endiosándose unos cuantos cabecillas, o una familia de políticos… con sus redes clientelares más o menos ideologizadas…
y que, cual Césares, se vuelven o pretenden volverse a la vez «la esencia de la Sociedad Civil», de la Nación, del Estado, de la Justicia, etc.).

El Estado, si crecemos como personas…

(es decir, si sabemos cada vez mejor valorar el concepto de servicio, si ensalzamos las instituciones fundamentales de la humanidad….)

… el Estado… decíamos… parece que entonces tendría que ser (o bien tenderá a ser) una maquinaria lo más invisible posible… simplificando leyes… adelgazando las imposiciones y regulaciones…
…para facilitar los intercambios, la alegre y pacífica vida comercial y la redistribución que surge realmente del ánimo cada vez más personal de unos ciudadanos cada vez más educados en la cooperación, la paz… y todo cada vez lo más sanamente posible
(sin ensalzar a ningún diosecillo que populistamente se encarga de tapar el horror conceptual que contiene el hecho de que «los impuestos molen», y ese tipo de cosas)…
o sea,
cada vez con menos imposiciones… con más «sociedad civil libre» que construye, trabaja, crea…
que crece personalmente y hasta se siente orgullosa en general de servir… incluso de trabajar limpiando la calle.

Gran Hermano, o la increíble espiritualidad de la televisión

plantas
Otoño 2016

[Mantengo este artículo del 2016, pero, por favor, todo lo que no «encaje» con lo dicho en lo que hemos visto tras el 2020 ─en las enseñanzas del «Jesús real»*─ pido se tenga mucho cuidado con ello.
_
* «El camino del amor divino», o «la manera de Dios»
]

En este programa, Gran Hermano, como quizá sabéis, se trata de la convivencia.
En él, unos concursantes se prestan a convivir con desconocidos, sin salir de una casa durante un periodo de tiempo que será determinado en parte por cómo convivan.
Interrumpen así todos sus patrones o pautas habituales: ya no pueden ver a sus amigos ni a sus familias… ni tienen internet, ni televisión, ni por tanto redes sociales… ni sus tipos más queridos de comida, etc.
Ya por solo esa interrupción, el experimento se trata, como vemos, de un «retiro espiritual» en toda regla 🙂 , a la vieja usanza… en una especie de «monasterio» que seguro que debe hacer resonar en el «alma» de muchos de ellos muchas cosas «vividas» –cosas que de alguna manera están presentes en ese nivel «sin tiempo» que es el del alma… ese nivel que engarza diversas vidas, y no sabemos cómo –más allá del tiempo lineal.
Y así, por cierto, es lógico que los concursantes se pongan realmente de los nervios, atacados… y afloren muchos «dolores» aparentemente «irracionales» (y ya sabemos lo que son esos dolores, pero este es otro tema –es el tema de esta página web en general).
Pero no vamos a tratar sobre eso.
Aunque hay muchas cosas que se pueden comentar, quería notar solo una, muy obvia, y que me parece realmente impresionante, alucinante –o aluciflipante, como decía Bea, la simpática ganadora de la edición española de este año.
Es esta: el programa permite construir y reconstruir de muchas formas un segmento de la «vida real» del concursante que sale de la casa.
El concursante, al salir, va a tener que afrontar vídeos donde su vida se monta de forma diferente. Así, vuelve de cierto modo a «revivir» las cosas, vuelve a ver la película de su vida recién pasada, pero montada bajo otra lógica.
Su vida no se expone de forma lineal, temporal, sino que los aspectos de la vida se montan, se editan, siguiendo pautas o líneas «emocionales»… y esto es, diríamos en general, más parecido a lo que sucede por ejemplo «en los sueños», o en cierta etapa después de «la muerte», donde nuestro Yo más amplio campa más a sus anchas a la hora de tener su concepto sobre lo que es «vivir»… y donde parece que él, nuestro Yo más amplio, se vive a Sí Mismo como un gran y potencial editor, montador, director… e incluso productor… de películas.
Así que, tras la muerte, tras la muerte de todo ese mundo que ha sido la convivencia en la casa, el concursante se ve confrontado con una lógica diferente a la hora de presentar los acontecimientos de la vida: por ejemplo puede que vea de sopetón todos esos vídeos de su «vida real», donde él –él solo o también con algunos otros personajes de la casa– experimentaba más o menos cierta emoción concreta de «amor», o de «ira», etc.
Así que el «hilo conductor» de la vida que acaba de vivir, de esa vida real durante varias semanas… ya no será el hilo del tiempo, sino otras cosas.
Y a la vez sucede otra cosa muy graciosa y «educativa»: el concursante también se ve confrontado a escuchar lo que podríamos llamar «voces de la conciencia», es decir, personas del programa que, al salir, en el plató, quizá le digan…: «eh, pero mira lo que sentía fulanito o menganito cuando tú hacías o decías eso y lo otro de más allá».
Y esto último nos lleva obviamente a ese otro gran aspecto de una de las etapas tras la muerte: En ese estado «no-físico», tras la muerte, al parecer todos llegamos a sentir (en nuestras propias no-carnes) lo que sentían los demás seres en nuestras vidas… –las personas, etc.–, ya que lo real es unidad… y nuestro «Yo más amplio», aunque no lo podamos entender, vive «en unidad», sin dejar de ser «él mismo» (ahí «dentro» no estamos tan «desdoblados», como sí nos ocurre aquí, en el mundo de lo relativo, donde podemos degustar de forma tan separada «las cosas», «los significados», «los valores»…).
Así que el programa representa un calco de una parte de lo que sucede «tras la muerte».
El concursante «revivirá» por tanto su vida, aunque solo sea con esos vídeos… y otro aspecto muy relevante aquí es que además la revive de forma muy expuesta, pues visualiza su vida ante el público, ante cientos de miles de personas que están viendo su entrevista, pues nada más salir el concursante es entrevistado, como en una especie de «juicio».
Y esto es importante porque de alguna manera calca, refleja, lo que «pasaría» tras la muerte, donde nos sentiremos de alguna manera abiertos, expuestos… ya que de entrada somos una sola unidad con todo el resto de la especie, la humanidad.
El concursante visualiza pues, de otra manera, algunos aspectos de la «vida real» que ha vivido en ese mundo de la casa que, por cierto, ya ha muerto. Por tanto, la persona, al salir, es como si muriera en parte, ya que realmente «muere» todo ese «mundo» de relaciones, de convivencia, que había sido creado en la casa durante por ejemplo los dos o tres meses que pueda haber pasado allí.
Así que esta persona ha entrado en una casa donde todo queda grabado, registrado en vídeo… y por tanto su «vida real» ha quedado grabada –vida «real», más o menos real, pues obviamente es bastante más artificial que la normal, en esa especie de «retiro espiritual» que decíamos.
Y esta grabación refleja también en parte lo que pasará en nuestros «universos interiores», donde de cierta manera todo debe ser una sola «experiencia» y una sola memoria perpetua… una memoria que de alguna manera va haciendo la digestión de sí misma, «redigiriéndose» a sí misma… y donde de alguna manera «todo se registra» y todo crece «en valor» y en unidad.
Así que, en cierta etapa tras la muerte, habría un momento donde es inevitable que revisemos la vida que hemos tenido «aquí», en la bendita ilusión del «tiempo».
Y entonces, en el calco que hace este programa de televisión, la «vida real» del concursante es luego montada de diversas maneras, tal y como ocurriría en esa etapa, cuando dejamos el cuerpo, en la etapa en que vivimos, «sin cuerpo» y de otra manera, esas asociaciones entre:
– lo que pensamos y creemos,
– lo que hacemos,
– y los resultados que obtenemos debido a esas creencias, pensamientos y actos…
… todo eso se vive y se «ve» más directamente, más «en unidad»… sin poder echar mano del engañoso tiempo… de ese tiempo lineal con el que nos autoengañamos aquí… al creer haber olvidado que somos nosotros quienes fabricamos todo, a partir de lo que pensamos o creemos.
Entonces sentiremos (aunque sea sin cuerpo) lo que los demás han sentido por nuestras acciones, pensamientos, etc. –ya que los demás son literalmente nosotros mismos, en unidad.
Y esa revisión debe ser muy «expuesta», es decir, nos debemos sentir muy expuestos, «en unidad».
Y una sensación similar de «estar expuestos» es la que sentirán los concursantes al ser entrevistados cuando vuelven de su «vida pasada» en la convivencia… cuando dejan atrás todo un mundo de relaciones.
Y ese «verse expuestos» sería un reflejo de esa misma exposición que ya somos y que todos sentiremos, «sin cuerpo», tras la muerte… en ese «ser en unidad» que «sucede» más fácilmente tras la muerte.
Entonces, es lógico que los concursantes se vean tan afectados, que expresen que la experiencia es impresionante… pues este programa da pie a apuntar de alguna manera hacia ese asunto o ese «concepto» tan fundamental de nuestras vidas:
– el que nosotros seamos de cierta manera quienes hemos fabricado nuestras vidas (el que no haya víctimas en el fondo),
– y el que a esa fabricación subyacen «propósitos del alma» –es decir, que de alguna manera la vida es consciencia, y a su vez esta consciencia es «propósito profundo».
Y esos propósitos tendrían que ver en parte con lo que de alguna manera, en ese «nivel del alma», CREEMOS que tenemos que «aprender» o que sentir (pero que en el fondo iremos puliendo más allá de la mera CREENCIA hacia lo que queremos ELEGIR representar en lo físico).
Quizá en ese nivel, aunque parezca ser más «profundo», seguimos alimentando más o menos «culpa artificial», ya que supongo (aquí podríais darme ideas o recordatorios sobre esto), supongo que… al ver «lo que hemos hecho» en esas «vidas pasadas» que repasamos en ese estado «sin cuerpo»… al ver lo que hemos hecho o «nos han hecho»… (lo que simplemente «ha sucedido»)… al ver todo eso en esa especie de visualización más «en unidad», más «conocedora»… tan expuesta… quizá interpretemos aún todo demasiado «corporalmente», y por tanto «culposamente».
Así que todos los seres son, en realidad, en el interior, unidad con nosotros… en la Mente que somos… y de alguna manera todo se regula con esa especie de «propósitos» que asumiríamos con la idea de completarnos de alguna manera… pero finalmente de completarnos en tanto «seres que quieren expresar su esencia».
Y ese asumir propósitos, al realizarse en ese «nivel» que luego nos parece que tenemos que olvidar sí o sí, necesariamente… e ilusoriamente (en lo físico)… ese asumir propósitos… ¿qué conlleva?
En parte es necesario el olvido para que el espectáculo pueda continuar… para que la vida pueda ser asumida con espontaneidad, para que pueda sorprendernos… para que pueda darse un «aprendizaje» a partir de ahí –un aprendizaje que al final, como sabemos, consiste en recordar que «no había nada que aprender»… y sí todo que «ser», que «expresar»… gracias a estos «vehículos del alma» que son los diversos tipos de cuerpos-universo.
Y aquí nuevamente el programa –y muchas experiencias en la vida– nos pueden dar mucho que decir… si empezamos a hablar de los reflejos de esa «necesidad de olvido», en relación a las expectativas que puedan tener los concursantes al entrar en el concurso, es decir, en una vida que ya saben de antemano que «va a morir».

El miedo al deseo mueve y alimenta la ilusión

espiga de carrizo
Espiga de carrizo. Licencia CC.by-sa.2.0

De esto va nuestra lección de abril, la 4ª, en La vía del corazón: deseo.
El «ego» es lo que protege el miedo en nuestra mente… a veces gritando…:
«¡no mires ahí!»…
Como si realmente pudiéramos ser dañados…
Así que el ego es en sí mismo todo ese tipo de mensajes que hemos aceptado… Es esa voz que surgió una vez en el jardín de la consciencia (como decía la lección 2…), y para que con ella nos identificáramos con nuestras creaciones… y por tanto hiciéramos que nuestro infinito valor dependiera de «las cosas perecederas».
Así que esas voces, esas interpretaciones… nos impiden ser naturales, y nos llevan por la normalidad inercial y más o menos perversa, del tipo que sea… la normalidad de un mundo de locos humanos que creen que algo, aparte del amor, puede ser real.
Y así, normalizados, todos más o menos vamos siguiendo los patrones, por los ríos de la vida… más o menos automáticamente.
Y, como sabemos, en el fondo casi da igual lo que hagamos… pues si hablamos de «patrones» solo nos referimos al modo en que hacemos lo que hacemos.
¿Lo hacemos «por necesidad», es decir, para reforzar la profunda creencia de que realmente hay algo «necesario», u «obligatorio»?
¿Ni siquiera queremos darnos cuenta de nuestros motivos?
Si ni queremos darnos cuenta de nuestras motivaciones, entonces seguramente estaremos reforzando la profunda creencia que dice cosas de este estilo:

  • «algo me puede venir de fuera»,
  • «algo me puede venir, obligar, desde fuera de mí, hacia dentro»…
  • así que «hago esto porque tengo que hacerlo»… etc.

¿Queremos abrirnos entonces a preguntarnos el «para qué» con todo, como decía Un curso de milagros?
¿Estamos siquiera dispuestos a preguntarnos honestamente qué es lo que queremos, y sentirlo sin miedo?
Como sabemos, la verdadera espiritualidad no va más que de esto, de recuperar cierta inocencia.
Se trata pues de una especie de camino de vuelta atrás, purificando el deseo de todo resentimiento… purificándolo de esa especie de venganza que parece que normalmente tiñe o motiva nuestras acciones… y que está ahí como escondida, dentro… compañera de la amargura… como motivo-base para fundamentar lo que hacemos o pensamos.
Y no olvidemos que esa venganza, resentimiento o amargura… a veces se esconde detrás de una cara bonita y sonriente. El curso de milagros la llamaba… «la cara de inocencia».
Y entonces, paradójicamente, y como también sabemos… en este movimiento «hacia atrás», todo se recrea… y nos hacemos nuevos… como dicen tan a menudo muchos cristianos.
Nuevos… para siempre nuevos, paradójicamente para siempre nuevos… y el universo que literalmente somos (y cada uno como una versión completa, pues recordemos que cuando «morimos» es ilusorio pensar que «queda» algo, que «dejamos algo atrás»)… el universo… decíamos… el universo se permite mostrarnos y manifestar lo que de cierto modo es nuevo (nuestro ser, que es un Todo en el Todo Eterno del Amor… y que siempre es nuevo… que se refleja de nuevo como tal).
Así que entonces, como sabéis, el «ego espiritual» parece que en gran medida se alimenta de proteger el miedo al deseo.
Claro, como todo «ego», el «ego espiritual» protege algún tipo de miedo, y en este caso parece que particularmente lo hace o lo hacemos con el miedo a algunos deseos.
Siempre ese era el movimiento o el tono del ego en general: hacer que algo sea muy especial, en el sentido egoico de «especial»…
Hacer por ejemplo del sexo algo muy especial… enfrentándose así a «los otros egos», los que, por la vía de las «perversiones» machaconas… hacen del sexo también  algo «muy especial», pero digamos que de forma opuesta a los egos espirituales que simplemente protegen el miedo al deseo.
Y todo es, como siempre, para diferenciarnos unos de otros al modo «separación»… y así poder crear más y más experiencia de separación… pues, como sabemos, somos creadores a partir de lo que pensamos, hacemos y decimos…, y mientras tanto y siempre… todos seguimos y seguiremos para siempre siendo la misma Mente, la misma Consciencia («Cristo», en nuestra tradición). Continuar leyendo «El miedo al deseo mueve y alimenta la ilusión»

La civilización y la caca (II)

mariquita en invierno
Hace un par de meses, esta mariquita en invierno, por el centro de España. Licencia CC.by-sa.2.0

[Aviso: algunas de las palabras empleadas en este artículo no suenan tan mal en mi país como quizá suenen en otros países de lengua hispana que no son el mío, España.
Aunque ahora, ahora que estamos todos más mezclados en el mundo, todos los hispanos de todas las regiones… quizá vayamos poco a poco a ir aceptando todos los usos, particularidades, etc.
]
La lección 2 de la vía del corazón, nos invitaba, en febrero, a llevar «consciencia» a cada cosa, a cada acto que hemos automatizado en la vida.
Esa consciencia va entre comillas porque es una «consciencia» que podríamos llamar «adorante», frente a la consciencia usual, de la mera percepción.
En esa «consciencia» o adoración, se trata de permitirnos sentir unidad en cada cosa… sentir «Dios» (o lo que es lo mismo: «Vida»).
Pongamos un ejemplo. Pongamos que nuestro hábito o nuestro trabajo consistiera en matar gente (verdugo).
Si trabajamos en eso, es quizá difícil que pudiéramos lidiar con las sensaciones que nos vendrían a la mente cuando «lleváramos consciencia» a esos actos de «matar gente».
Y así, al no poder seguir «trabajando» como verdugos, matando gente de forma automática tal y como solíamos hacer… así… cabe ciertamente la posibilidad de que dejáramos atrás ese «hábito», ese trabajo… y nos rebeláramos contra aquel «yo» antiguo, nuestro «yo» del pasado, el «yo» que eligió esa profesión, en una elección donde diríamos que se dejó influir, como casi siempre, por la consciencia colectiva (sistemas de ideas, sistemas sociales, etc.).
Pues siempre en alguna medida nos dejamos influir,  «inadvertidamente», por ideas y propósitos que, a menudo, no hemos «hecho nuestros»… es decir, que no nos hemos realmente responsabilizado por ellos, de todo corazón.
Y eso nos termina pasando con cada cosa que «hacemos». Y en el fondo todas las cosas tienen algo «parecido» al ejemplo del verdugo (ya que no hay grados o niveles en las ilusiones, todo es la misma cosa).
Ya hice algún comentario (aquí) donde empezábamos a comentar y a sentir algo sobre los propósitos o las ideas que hay en torno al famoso acto de «hacer caca».
Cuando hacemos caca, nuestra humanidad está (diríamos) en un cierto nivel de «desconexión» de la consciencia adorante, un nivel donde hemos automatizado un acto donde nos desentendemos socialmente (mecánicamente) de la caca.
Pero… mientras… la caca es literalmente una «joya», es decir, es pura vida para muchos microorganismos del suelo y para las plantas (de hecho la caca está repleta de seres vivos).
La caca es un regalo, dentro de la relación que podemos llamar «ecosistema Tierra», y que es en sí mismo también un regalo (si lo miramos con «Consciencia» más allá de la consciencia).
(Y con esto no estamos haciendo ninguna valoración. Es simplemente «un hecho» en el modo en que hemos construido nuestra realidad física como Mente que sueña universos físicos… y que, con estos universos, se da instrumentos para poder «adorar a Dios» a través de sus creaciones.)
Y bien, este es nuestro universo. Lo hemos creado de cierto modo Nosotros, como seres de luz que tienen poder creativo gracias a ser eso mismo, «seres de luz» (es decir, «hijos» de algo no físico)… y unidos además, todos, con múltiples «espíritus» que ahora desconocemos por completo… pero que son nuestros «hermanos»… en infinidad de «dimensiones».
Hemos creado este universo en el poder creativo que somos en unidad…, como luz divina creada por el Padre-Amor de toda Luz. Continuar leyendo «La civilización y la caca (II)»

El diseño del mundo… y los frutos secos mojados

isla-de-las-flores
Ilha das Flores. Paulo Valdivieso. Licencia CC.by-sa.2.0

Es curioso lo bien que está hecho el mundo,
las plantas dan miles de tipos de frutos…
y cuanto más se las quiere, mejores son…
Qué de sabores, indescriptibles…
…y los frutos están destinados a eso, a ser comidos, para que así las semillas se esparzan.
Los frutos están además vivos, a menudo millones de células vivas… rodeando las semillas.
Así que las plantas ofrecen vida para nuestro cuerpo, directamente…, para que nos unamos en una especie de comunión «sagrada», de Luz, con la vida de las plantas.
Y mientras, los humanos seguimos o estábamos celebrando el drama, las energías del drama 🙂 …
… en vez de adorar a nuestro Creador a través de gozar las creaciones, los planetas, que creamos con su poder… todos los Hijos de Dios.
Es un diseño tan maravilloso…
Las plantas se «benefician» de los animales, y les regalan cosas…
… y estos les regalan su amor al estar tan interesados en comérselas…
… y así sin saberlo esparcen las semillas… es decir, los «ovarios» fecundados de las plantas.
Pues como sabíamos… todo es sexo aquí.
Y luego qué ricos… 🙂 … los animales rumiantes se dedican a peinar los prados…
peinan la Tierra y le hacen la permanente…
…dejando unas praderas que da gusto… (pese a las garrapatas).
Otro de los trucos que han tenido que pasar tantos años para que re-descubramos quizá, mucha gente…
es que los frutos secos no hay por qué comerlos secos…
pero, como se llaman así, «secos»…
y como no hay mucha tradición de comer «frutos secos» de muchas maneras…
pues nada…
ahí, como tontos, comiendo secos los frutos secos 😛 .
Parece ser que nos perdíamos todo un mundo de sabores y texturas… los frutos secos mojados 🙂
Así que, como vemos, el truco del mundo es el sexo, las semillas (las de las plantas, las nuestras…)…
sexo
SEXO
…ya que todo es sexo,
como nos recordaba La vía del corazón, en la lección 1.
Las plantas están haciendo su acto sexual a través nuestro,
¡y ni nos damos cuenta!
Somos su intimidad.
Y luego… como somos espíritu, los animales «están para comerse» 🙂 … «estamos para comernos» unos a otros… nos amamos tanto… digestiva y sexualmente… 🙂
… y es que como en espíritu ya somos eso… ese «todo»:
ese Todo Lo Que Es…
donde ya estamos todos así como «dentro» de todos… todos dentro de todos…
«comidos» y bien comidos, entre nosotros…
…digestión universal…
… todos con todos…
… en eterno crecimiento descongestionante… tan «digestivo»…
… de la Relación Santa, Sagrada, Inmaculada.
Así que nada, la muerte…
la muerte es una de las expresiones más «poéticas» del amor…
aunque a veces tan melodramáticas…
Qué curioso que solo el amor sea real…
aparte de que simplemente nos toca serlo y así, con ello, ser felices…
qué curioso… que todo exprese nada más que eso, que amor…
…en una sola relación muy digestiva…
el «Misterio» que somos,
eternamente,
adentro.