La compensación se impone inmediatamente tras ser conscientes de haber muerto

En este audio y en el texto (abajo está el texto en formato web y en pdf):
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Enlace al texto: pdf  (versión 1.01, 5 agosto 2023)

… vemos más cosas fundamentales sobre lo que sucede en torno a la compensación, positiva y negativa, que maravillosamente nos hace ser ¡lo que ya somos!, es decir, alegremente responsables de nuestra alma, de un alma que en el fondo rige la vida individualmente, y a su modo también colectivamente, a niveles muy profundos (aunque la cosa no nos la tomamos tan alegremente como sí que por diseño «los niños» se la toman, con más facilidad, como parece del todo patente).

En el audio leo el texto enlazado arriba y que coloco también en esta primera versión en formato web:

Índice
– Introducción
– “Transcripción”: La compensación se impone inmediatamente tras ser conscientes de haber muerto
– Notas

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Introducción
En este texto vamos a ver una especie de transcripción-traducción que he preparado. Es de una conversación entre Jesús y María Magdalena. Está algo transformada desde el formato de la conversación original, para hacer un texto con un discurso casi continuo, digamos, como si fuera casi un monólogo. (nota 1) En el texto hay algunos paréntesis que son añadidos míos para, por ejemplo, aclarar, parafrasear, completar, etc. (aunque el texto en sí ya puede contener a veces una pequeña elaboración o parafraseo, pero en general es muy literal).
En general, en los audios que casi siempre acompañan estos textos, comento, remarco y repito cosas que parecen realmente importantes, etc.

“Transcripción”: La compensación se impone inmediatamente tras ser conscientes de haber muerto
Esta sección es relevante para algunas de nuestras conversaciones previas, que trataban sobre hacer esta transición consciente hacia la “muerte”. En esta sección estamos hablando de cómo se siente la compensación una vez que soy consciente de que he muerto.
Entonces, básicamente podemos introducir esto con la siguiente observación: Si no somos conscientes de que hemos muerto, entonces probablemente no somos conscientes para nada de la compensación.
Y también, como no somos conscientes de haber muerto, no somos conscientes de ninguna nueva condición, ni de ninguna nueva localización, ni de ninguna de las otras cosas, pues probablemente estemos ligados a la Tierra. Y así, nos resulta muy, muy difícil pensar que siquiera algo haya cambiado. Y frecuentemente creemos que no ha cambiado nada, incluyendo cualquier cosa que tenga que ver con nosotros mismos.
Así que hemos de hacer un preámbulo—por así decirlo— para esta sección, diciendo que vamos a asumir que hemos muerto, y que sabemos que hemos muerto —somos conscientes de eso—.
Y puede que en el mundo espiritual hayamos atravesado cierta fase introductoria si nuestra condición lo permite y si nuestros deseos lo permiten; puede ser que nos hayamos encontrado con amigos o familiares si nuestra condición y deseo lo permiten; puede que hayamos hecho todo un conjunto de cosas que nos ayudan a volvernos cada vez más conscientes de que hemos muerto; puede que incluso hayamos visitado nuestra propia tumba y visto nuestro propio funeral, y por tanto volvernos así conscientes de que hemos muerto.
Entonces, hay muchas maneras de volverse conscientes de que hemos muerto. Y las maneras en que nos volvemos conscientes son exactamente tan individuales —en el sentido del carácter de la muerte— como lo es (de individual) la personalidad individual del individuo en cuestión. Podría haber miles de millones de formas, que serán diferentes en términos de lo que experimentará cada persona. Y Dios lo diseñó así porque Dios desea que (el proceso) sea todo lo amoroso que pueda ser posible para ti —para la persona que está muriendo—. Entonces, consistirá en la mejor cosa que te pueda suceder —bajo las circunstancias dadas— a la hora de brindarte una ayuda para volverte consciente de tu propia muerte.

Y bien, asumiendo que ha sucedido y que somos conscientes… ¿cómo se siente de inmediato la compensación?
Lo primero que necesitamos decir es que en la Tierra2 la compensación es sentida de inmediato, pero el problema es que nos desconectamos de nuestros sentimientos.
Así, la compensación es impuesta de inmediato sobre el alma cuando estamos en la Tierra. Sin embargo, no todos los efectos son impuestos de inmediato sobre el alma, porque lleva un tiempo que se desarrollen, y sólo lo hacen tras ese periodo de tiempo.
Pero una vez que hemos muerto, todo lo que hemos hecho en nuestra vida terrestre ya está ahí, pues todo ello ha sucedido en el pasado. O sea, todo está ahí, todo ello ha sucedido… y ahora todo eso va a ser inmediatamente impuesto sobre nosotros.
Entonces, eso significa que si hicimos el bien, si hicimos cosas amorosas —en la perspectiva de Dios— entonces nuestra apariencia personal encajará con el amor que tengamos; nuestro entorno, nuestras circunstancias ambientales, encajarán con el amor que tengamos; nuestro nivel de consciencia3 encajará con el nivel de consciencia del mundo espiritual y de todo lo que tengamos;

(Hago un paréntesis largo —y por tanto lo separo en el texto de esta manera—:
Aquí, en esta frase, seguramente podemos interpretar que lo que sucede es que en nuestro entorno —y recordemos: están hablando del resultado de “haber hecho el bien”— no habrá por ejemplo personas muy diferentes a nosotros en cuanto a su mera capacidad de ser autoconscientes, o sea, de conscientes de las cosas: de sí mismas y de todo, emocionalmente hablando.
Ese posible reconocimiento consciente que tengamos —el de nuestro entorno y de nosotros mismos: nuestra “sensibilidad consciente”, digamos— siempre encajaría, o sería siempre el apropiado —ese reconocimiento consciente—, el apropiado, en tanto que de cierto modo “encaja” o va en paralelo a la condición de nuestra alma: nuestra condición en amor. Por tanto, eso “encaja” con el entorno y con lo que éste nos puede ofrecer en cuanto a “oportunidades de tener sensibilidad en el ejercicio de nuestra autoconsciencia” —recordemos que nuestra alma es la sede de nuestra autoconsciencia, el libre albedrío, etc.—.
Seguimos.)

nuestra personalidad y naturaleza no han cambiado; nuestro carácter no ha cambiado; esas cosas van a permanecer siendo las mismas, pero nos hemos deshecho de cualquier fachada, así que también soy consciente de otras cosas que muestro en mi ser (nota 2); y todos mis amigos, familia, entorno y todo eso obviamente dependerá de mi condición y de lo que mi condición muestre. Mis sentimientos también serán felizmente recompensados, de modo que tendré sentimientos felices sobre las cosas que he hecho.
Entonces, leyendo de nuestras notas, tenemos:
Estamos inmediatamente después de haber completado de manera consciente este proceso de morir, siendo ahora consciente… y puede que (para ello) haya pasado por cierto tipo de experiencia introductoria, para ayudarme realmente a volverme efectivamente consciente de que esto es lo que ha sucedido… lo cual podría ser que incluya algún tipo de convalescencia (periodo de convalescencia, que potencialmente podría estar incluido en esa “introducción” al mundo espiritual).
Y, potencialmente, ¿podría ser que hiciera algún tipo de revisión de toda mi vida? Eso es improbable, pues toda la teoría de una revisión total de nuestra vida, proviene de las teorías de la reencarnación; pero tener una revisión de vida no es siquiera necesario, pues eres inmediatamente evaluado según tu condición. Así que no es una revisión de vida real, es como que tú eres de inmediato lo que tú eres.
El momento en que ves tu vida plenamente sucede de hecho justo antes de entrar en los ámbitos celestiales (nota 3).

Entonces, es muy raro que alguien experimente eso que se llama “revisión de vida”. Ahora bien, si ese es su sistema de creencias podría sucederle eso a una persona. En otras palabras, la persona que cree en la reencarnación dirá: “vale, venga… pues ahora voy a tener mi revisión de vida”. Así que se pondrá a intentar tener la revisión, pero eso está basado en su creencia, y no es lo que le sucede a todo el mundo.

Entonces, ahora, habiendo entrado conscientemente en el mundo espiritual ya, todas las obras armónicas con la verdad y con el amor sincero tal como Dios define el amor son: 1) inmediatamente recompensadas en nuestro hogar, alrededores o entorno6; 2) inmediatamente recompensadas en tanto que condición de nuestro cuerpo-espíritu —cómo se muestra éste, cómo se siente dicho cuerpo—; y 3) inmediatamente recompensadas en la salud de dicho cuerpo-espíritu —cómo funciona…—.
Y es para tratar esto que estuviste marcando la diferencia entre nuestra experiencia de la compensación en la Tierra, respecto a nuestra experiencia de la compensación en el mundo espiritual.
Y aunque la compensación siempre es impuesta de inmediato, resulta que a partir de lo que estamos hablando aquí, una vez que morimos, toda nuestra experiencia cotidiana de la vida se ve afectada por la compensación de forma muy visible y dramática.
Y se ve afectada de todas estas maneras tal como las enumeradas, de modo que somos muy conscientes del hecho de que:
“ah, todas nuestras buenas obras dieron un gran resultado, y todas nuestras obras negativas, aquellas que están en desarmonía —pecado— tuvieron un mal resultado”.
Y nos volvemos muy conscientes de eso, y tan conscientes de hecho, que acabaremos teniendo una lista de todas nuestras obras, buenas y malas —a partir de las cuales tendremos ya sea una recompensa en el caso de las buenas, o bien, en el caso de las desamorosas, tendremos que arrepentirnos—.
Pero inicialmente, antes de obtener la lista, es algo que simplemente se ve reflejado en nuestro entorno y nuestro cuerpo.
Y tenemos también lo inverso, es decir: todas las obras desarmónicas con la verdad y con el amor sincero, tal como Dios define el amor, se ven inmediatamente reflejadas en nuestro hogar, alrededores o entorno; inmediatamente reflejadas en la condición de nuestro cuerpo-espíritu; e inmediatamente reflejadas en la salud de nuestro cuerpo-espíritu.
Entonces, así reconoces que cada buena obra que hiciste en la Tierra (aquí Jesús se equivoca, pues iban a tratar de lo negativo en este momento, y Mary se lo dirá en seguida), aunque en la Tierra fuera difícil, aunque hubiera algo de forcejeo, y aunque puedas haber sufrido un poco debido a haber hecho cosas buenas… todo ello ha valido la “pena”. Ese es el sentimiento con el que acabas tras morir: que todo ello ha merecido la “pena”, debido a los fantásticos resultados que tienes ahora en tu vida, tras haber muerto.
Bueno, acabo de leer (dice Mary) el caso de lo desarmónico con el amor… y estaba sorprendida… pensaba si estabas siendo sarcástico cuando te referías a lo amoroso ahora…
(Y dice Jesús) No, no… lo siento con esto… pero sí, tienes razón, cuando es armónico es como he dicho. Y cuando es desarmónico es, aun así, lo mismo, lo cual está también realmente bien, pues eso significa que en vez de no ver la verdad de lo que hiciste, ahora la ves.
Ahora ves la verdad de lo que hiciste, y no sólo de lo que todos los demás piensan que hiciste. Entonces, si todo el mundo te consideraba como alguien bueno pero no lo eras tanto, eso se ve reflejado también.
Y aquí de nuevo puedo ver (dice Mary) que esta es la manera en que Dios está realmente intentando educarme. Me he resistido tanto a saber esto… que continúo actuando en el pecado, y ahora, no sólo tengo a mi conciencia perturbándome, y este dolor de base álmica, sino que ahora todo a mi alrededor empieza a reflejarme eso; y de este modo Dios está realmente intentando decir: “eh, toc, toc, toc… despierta…”.
Y las personas que en la Tierra se involucran en la mayor cantidad de pecado frecuentemente tienen un estilo de vida opulento, en la Tierra. Pero eso es algo que se ve muy fuertemente contrastado tras morir, pues una vez que mueren su estilo de vida encaja con su condición, y si han hecho mucho pecado en la Tierra, eso significa que su condición es muy, muy mala; y su localización es muy, muy mala; y no pueden salir de ahí; y así, ese será un proceso muy confrontador, como puedes imaginar, para una persona acostumbrada en la Tierra a la opulencia o la riqueza.

Notas
(1) nota 1
Se trata de una breve parte de la sesión 4, parte 3 (S4P3), de los materiales de Divine Truth sobre el perdón y el arrepentimiento, la compensación y la conciencia (del 2017 y del 2018): https://www.youtube.com/watch?v=TOYcTWujbXE.
Hemos visto las partes justo previas a esta en otros textos y audios; ver lo publicado en la web en torno a la fecha de redacción de este texto/audio. Los títulos son por ejemplo estos:
“La gente que muere no es inmediatamente consciente de ello. ¿Cómo siente el pecado la persona promedio tras morir?”,
“¿Cómo siente el pecado la persona promedio en la Tierra?”, etc.

(2) nota 2
O sea, al quitárseme la fachada, en general, seré consciente de más cosas que realmente “soy” y de las que quizá no quería realmente saber que “soy” (cosas que pueden ser muy negativas o mucho más negativas de lo que nos temíamos, en el mejor caso, pues parece que muchas veces ni siquiera queríamos saber que podíamos “ser” así, es decir, no queríamos darnos cuenta del hecho de que tenemos tanta “oscuridad” en el alma y que realizamos o hemos realizado algunos tipos de comportamientos negativos —por ejemplo, cosas hechas en el estado de sueño, cuando salíamos del cuerpo físico en el cuerpo-espíritu, mientras dormíamos en la vida terrestre, cuando aún teníamos tal vida—).

(3) nota 3
Estos “ámbitos o reinos celestiales” son todas las dimensiones a partir de la 8 inclusive, donde las almas están recibiendo todo el rato amor de Dios, es decir, están en una continua relación directa con Dios.
Estos ámbitos son muchas dimensiones, muchas más que las que normalmente estuvieron “abiertas” en la historia de la Tierra para las almas de este planeta, pues sólo estaban abiertas las dimensiones donde la gente se perfeccionaba en amor natural. Eso eran 6 dimensiones, y la dimensión 6 era el tope, y lo sigue siendo si no pedimos amor a Dios con un deseo sincero. Eran sólo 6, pues no había más dimensiones “abiertas” al no haberse dado el regalo de la posibilidad de la relación de amor directa con Dios hasta hace unos 2000 años.