Sócrates y Jesús | Leemos el «Hipias menor», a la luz de la verdad divina

Índice
1. Enlaces a los vídeos
2. Introducción
2.1 Introducción a la lectura del artículo «Sócrates» y «Eudaimonia» en la wikipedia
3. Ver también el artículo «Eudaemonio» en la wikipedia

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1. Enlaces a los vídeos

– «Sócrates y Jesús»:
vídeo 1   /   vídeo 2

– Simple lectura en grupo del artículo de Sócrates (y parte del artículo sobre «Eudaimonia«) de la wikipedia:
vídeo 3

(Ver también abajo los puntos 2.1 y 3.)

2. Introducción

En los dos primeros vídeos (sobre Sócrates y Jesús) hemos conversado «desde la verdad divina» en grupo* sobre estas dos personas célebres.

Hemos leído uno de los diálogos breves de Platón donde Sócrates aparece «retratado».

(Se cortó, y por eso son dos vídeos, pero en el vídeo 2 seguimos donde lo dejamos.)

Esta charla la tuvimos para, al menos una vez en la vida, echar un ojo al célebre Sócrates y a su amigo Platón «desde la verdad divina», es decir, desde las enseñanzas de Miller y Mary, Jesús y María Magdalena, que nos ayudan a sentir esa verdad y aclaran así de forma profunda y simple lo que está pasando en el planeta.

Echamos pues un ojo a Sócrates, que sirvió para fundar muchas cosas que han dado demasiado que hablar y demasiado poco a sentir, debido a nuestras adicciones emocionales.

El de Sócrates parece que fue un gesto a modo de «preludio» de lo que luego supuso Jesús en otro orden de cosas (relativo al amor directo de Dios). Pero de cierto modo fue un preludio bien claro… un preludio del «paso siguiente» que «fue Jesús».

Es como que Sócrates es uno de tantos que debió hacer fuerza por la verdad universal, absoluta (por el acceso que todos tenemos a «ser reales», ser el alma, y tener certeza en contacto con el órgano de la verdad divina que es lo que llamamos «conciencia», etc.).

Y solo sucede, en su caso, que Sócrates, su actuación, quedó muy registrada por escrito gracias a Platón y a que hacían eso tan raro de escribir… en una sociedad parece que ya muy llena de desencarnados «imperialistoides» y demás.

Y claro, luego ya Jesús, al abrirse de nuevo el amor divino en el planeta…, pudo hacer eso mismo «desde Dios», ese gesto pro-verdad.

Hemos leído un diálogo que dicen que es quizá el más raro de Platón, creo haber leído…. o sea, el más «mal hecho», pero por eso quizá muy muy bueno (sobre todo breve).

A la luz de la verdad divina, al menos, tiene cosas muy bonitas… y vemos que puede tener sentidos muy claros en relación al alma y el proceso de ver la fachada por lo que es, la máscara… y deconstruirla.

El diálogo es el llamado Hipias menor (se puede encontrar fácilmente en internet).
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* Lo hemos visualizado y comentado con Ana C. y Clau.
Canal de Clau:
https://www.youtube.com/channel/UCTx32q_QFCWi9Uq49F83fsA

2.1 Introducción a la lectura en vídeo del artículo «Sócrates» y «Eudaimonia» en la wikipedia

Veremos dos grandes temas en esta introducción (aunque en el vídeo nos ceñimos a leer más literalmente):

– la importancia del alma o corazón (lo moral, pese a que no entendemos que eso es precisamente lo moral)

– la existencia del conocimiento —hace 2.500 años y más— sobre los tipos de desencarnados que nos influyen.

Al final del vídeo 2 sobre Sócrates y Jesús hemos visto relaciones muy fundamentales entre:

– el gesto muy práctico de las personas sensibles a la importancia del alma, como Sócrates,

– y el gesto de Jesús (y en general la verdad divina).

Más allá de creer o no creer en nada «espiritual» o «divino», un día nos daremos cuenta… (y no es amenaza, es experiencia 🙂 )…
…un día nos daremos cuenta de que el tema del alma es el más importante (y sobre todo muchos nos percataremos de ello tras morir, lamentablemente).

Se trata del tema de cuidar cómo se emborrona el alma a lo largo de la vida con nuestras decisiones tomadas «desde» nuestras heridas.

Se trata pues de la temible —para muchos— palabra de «moral».

Es decir, nos daremos cuenta de cómo de importante y doloroso es lo que llamamos «lo moral», que, como vemos claramente con Jesús, es lo relativo al alma (y recordemos, el alma «contiene» nuestros dos cuerpos).

Por lo que vemos, nuestro mundo sigue «perdido» en sus heridas emocionales, tan intocables… ya que en cuanto hablamos de «bien y mal» la gente literalmente huíamos despavoridos de miedo (en vez de sentir el miedo humildemente como los niños), muy a menudo 🙂 .

Qué tremendo 🙂 .

Al final… es lo más práctico, el gesto de Sócrates… tan increíblemente básico… pese a lo que luego lo ha desfigurado todo en gran medida la corriente académica de «la filosofía», «teología», y demás.

De la relevancia tan práctica del tema se dio muy buena cuenta Sócrates en su vida… al parecer… ya que según dicen intentó «alertar» a todo el mundo, por lo que se sabe.

Sócrates no dejó nada escrito por él… es decir, simplemente hablaba mucho con la gente, para así animarnos a todo el mundo a sentirnos más a nosotros mismos… a sensibilizarnos a la posición en la que estamos… o «condición de nuestra alma o corazón» (tal como luego lo llama claramente Jesús: «condición del alma»).

Desde esa condición es desde donde se forman nuestros deseos y en gran medida nuestros pensamientos, y, por lo tanto, las actitudes y acciones… y lo que atraemos por ley en cuanto a desencarnados (es decir, guías más o menos positivos, o bien simplemente muchos desencarnados que actúan negativamente a menudo sin saberlo… por simple ignorancia, como nosotros).

Según aparece en los relatos sobre Sócrates, él se habría dado cuenta de eso tras interesarse mucho por las verdades físicas y matemáticas (como nos ha pasado a muchos al principio de nuestras vidas).

Resulta que, además, en lo que llaman «antigüedad» también estaba muy claro el tema de los espíritus guía.

En algunos momentos de la vida de Grecia, por ejemplo, las personas ya sabían de sobra de la existencia de guías-espíritu (es decir, desencarnados, personas como nosotros pero ya sin el cuerpo físico).

Y tenían un nombre para ellos, tanto para los positivos como para los negativos.

Sócrates tenía relación clara con uno más bien positivo: un «eudaemon» —no uno negativo, o «cacodaemon»—.

De eso nos habla así la wikipedia (en un artículo complementario al de Eudaimonia, que deberíamos haber leído también, y es el llamado «Eudaemonio«):

«Se decía que, Sócrates durante su vida, tuvo un daemon que siempre le advirtió sobre las amenazas y el mal juicio, pero nunca dirigió sus acciones».

Muy importante parece, y muy curiosa, esa observación de que «nunca dirigió sus acciones».

Fijémonos en que, pese a que aún no había tanta sensibilidad a «ser alma» (ya que hace 2.500 años aún no se había despertado en la humanidad la relación directa con Dios: un «ser alma» y una relación directa que incluye una máxima sensibilidad al libre albedrío)… pese a eso… parece que ya habría guías de los caminos del amor natural que eran algo sensibles a respetar el alma de las personas sobre las que influían o guiaban.

Como sabemos por la verdad divina, todos tenemos relaciones «inconscientemente» con muchos desencarnados (a los que cedemos energía, etc., a menudo), pues desafortunadamente por ahora nuestras heridas en el alma son muy grandes, y hay miles de millones de desencarnados que no saben o no sabían nada sobre que la tierra ya no es su sitio al morir (salvo para realizar como mucho acciones de ayuda… pero sobre todo a ser posible bajo las incitaciones de la presencia del amor divino en nuestra alma, y con la ayuda quizá de guías en el camino divino o incluso guías celestiales).

3. Ver también el artículo «Eudaemonio» en la wikipedia

También el artículo Eudaemonio en la wikipedia sirve de apoyo a muchas de las cosas comentadas en el vídeo 3.
Ver anterior punto también.

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