La persona y lo sagrado | Lo que quiere decir «impersonal», en lo que escribió Simone Weil, etc.

Índice
– Introducción al audio 1 y enlaces
– Introducción al audio 2 y…
– Introducción al audio 3 y… (audio final)

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Introducción al audio 1

En este audio:
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… vemos un texto que curiosamente está escrito hace 80 años, pero es a la vez muy «actual».

Vemos y comentamos en ese audio la parte inicial del texto de Simone Weil «La persona y lo sagrado» (del año 1943 más o menos).

Se trata de invitar a ir viendo poco a poco cómo las referencias que se hacen a «lo impersonal», en muchos lados, tienen el sentido que aquí comentamos.

Dios libera, y la verdad libera.

Lo colectivo nos sirve a menudo para ir en contra de esa liberación, pues en la tendencia a hundirnos en pasiones colectivas (como vimos en el anterior audio sobre Simone, acerca de los partidos), en esa tendencia, decíamos, «perdemos» ese acceso a lo «impersonal» liberador (verdad), es decir, vendemos nuestra conciencia, nuestra alma.

La «vendemos» de modo que al huir de la verdad nos hacemos injustos, feos, malos para con nosotros mismos y para los demás o el entorno, etc.

Pero se trata de no caer en el equívoco cuando hablamos de «impersonal», pues nuestro yo real (el alma), es la sede de una esencia personal única a cada cual.

Ese yo real sobrepasa cualquier «persona», máscara, fachada… que nos hemos debido construir en un mundo tan herido como este.

El tema, tal como lo trata Simone Weil hace tanto tiempo, es realmente simple y profundo, una vez que tenemos las claves que nos da Jesús, últimamente, en Australia (sobre la conciencia como órgano de la verdad de Dios en el alma… un órgano siempre activo…, etc.).

El texto es muy rico… pero todo se integra bien teniendo en mente la existencia de Dios como creador de nuestra alma (recordemos los dibujos de Jesús, de Miller, tan sencillos), y que nuestra alma, aunque está llena de heridas emocionales… sigue teniendo ese «órgano» que es la conciencia… y la capacidad de recibir (pedir y recibir) amor de Dios para que:

– al nosotros acceder a sentir humildemente el error que tenemos almacenado como bloqueos en el alma (a menudo traducidos en procesos corporales),

– podamos sustituirlo por la verdad a nivel sentido (a nivel del alma, del corazón).

Esa sustitución es una de las fuentes, o uno de los factores, de la sensación de «impersonalidad» que proporciona el disfrute de la verdad, y la liberación que comporta (al abrirnos a más amor, a más conexión, plenitud, goce, etc.).

Como vimos ya, la verdad de Dios es absoluta, aunque sea infinita.

Introducción al audio 2 y enlaces

Enlaces al audio: audio 2 (ivoox), descarga

Vemos y comentamos aquí la siguiente parte del texto.

Ahora empieza a tratar sobre la vital distinción entre «derecho» y «justicia» (es decir, las actitudes que connotan realmente esas palabras).

Como dijimos, no podría estar más de actualidad, este asunto, pues siempre se trata de nuestro problema con el miedo, que Simone caracteriza como «la fuerza» (en el sentido de los excesos que existen en nuestra sociedad cuando se impone por fuerza lo que es injusto o en general desarmónico respecto a la verdad y al amor… y no solo se impone, sino que se normaliza).

No vemos mucha parte más del texto, porque nos detenemos largamente a leer un poco sobre la tragedia Antígona, de Sófocles, tal como la resume la wikipedia, ya que muchos podemos no conocer esto, y Simone hace referencia a esa historia tan curiosa.

Extraigo dos citas de la parte leída:

“La noción de derecho está vinculada a la de reparto, intercambio, cantidad. Tiene algo de comercial”.

“Alabar a la antigua Roma por habernos legado la noción de derecho es particularmente escandaloso”.

Introducción al audio 3 (fin)

Enlaces al audio: audio 3 (ivoox), descarga

Leo, casi sin detenernos ya a comentar, la última parte del texto, apoteósica.

Al final comento algo básico sobre el «terrorismo ambiente» que actualmente se normalizó.

Sigue un poco sobre la vital distinción entre «derecho» y «justicia».

Distingue entre la esfera de las cosas relativas a «los derechos de la persona» y la realización personal, que rima con «privilegios»… y la esfera de lo genial sobrenatural, por así llamarlo.

Saca el tema de la desgracia, la belleza…

Esta una cita de esta parte:

“Poner en boca de los desgraciados palabras que pertenecen a la región mediana de los valores, tales como democracia, derecho o persona, es hacerles un presente que no es susceptible de aportarles ningún bien y que les hace inevitablemente mucho mal.
Esas nociones no tienen su lugar en el cielo, están suspendidas en el aire, y por esta misma razón, son incapaces de morder la tierra.
Solo la luz que cae continuamente del cielo le proporciona a un árbol la energía que hunde profundamente en la tierra las poderosas raíces. En verdad, el árbol está enraizado en el cielo.
Solo lo que viene del cielo es susceptible de imprimir realmente una marca sobre la tierra.
Si se quiere armar eficazmente a los desgraciados, solo hay que poner en sus bocas palabras cuya morada propia se encuentra en el cielo, por encima del cielo, en el otro mundo. No hay que temer que sea imposible. La desgracia dispone al alma a recibir ávidamente, a beber todo lo que venga de aquel lugar. Son los proveedores y no los consumidores los que faltan para este tipo de productos”.