John H. Padgett: El padre de James Padgett habla de los registros de almas gemelas

Mensaje dado via James Padgett, por el padre de este, John Padgett, desde el mundo espiritual.

En estos dos vídeos hemos visto fragmentos donde Jesús y María Magdalena comentan partes del mensaje, y también lo hemos leído entero:
vídeo 1
vídeo 2

Mensaje

31 de diciembre de 1914

John H. Padgett: El padre del Sr. Padgett habla de los registros de almas gemelas.

Estoy aquí, tu padre:

Estoy muy feliz y me alegro de que tú también lo estés.

Sí, por tu experiencia de la otra noche amando a Helen y ella amándote a ti. Ciertamente estabas lleno de amor y debes estar perfectamente feliz, por haber tenido tal demostración de amor y la constatación de la presencia sensible real de tu esposa, pues te digo que ella estaba contigo y estaba tan llena de su amor por ti, que todos nos maravillamos de su amor. Ella es un espíritu que parece no tener límites en su amor por ti; no muchos espíritus parecen tener tal abundancia de amor como ella tiene por ti. Así que debes considerarte un hombre muy bendecido por tener una esposa y un alma gemela así.

Sí, como te dije hace muchos años, hay un registro en los cielos, un «libro de vidas», como podría llamarlo, que contiene los nombres de aquellos que han sido decretados por Dios para ser uno por toda la eternidad. Y cuando quiero saber quién es el alma gemela de alguien que desea conocer a su alma gemela, consulto ese libro, y allí encuentro quién es el alma gemela. No se me permite dar el nombre del alma gemela si él o ella está en la vida terrestre, porque podría crear discordia o infelicidad a los vivos, pero si el alma gemela no está casada, entonces no hay ninguna restricción para mí, pero si el alma gemela está casada, entonces no debo decir el nombre, tal es la ley de Dios en este particular.

La razón es que tengo esa tarea asignada, y como te ha dicho Helen, le he enseñado a realizar esta tarea y ahora se dedica a ella, y tiene mucho éxito en el cumplimiento de su misión. Parece tener una maravillosa habilidad, o podría llamarse «intuición», para localizar a las almas gemelas en el mundo de los espíritus, ya que nunca falla cuando se compromete a encontrar una. También encuentra una gran felicidad al hacer este trabajo y al ver la felicidad que les llega a quienes le piden que realice esta tarea. Yo no me dedico a ello con tanto entusiasmo como ella, pero lo hago lo mejor que puedo, y también me veo recompensado al ver la felicidad de esas almas gemelas cuando se reúnen.

No, si no se les asigna esta labor (ante la pregunta de si todo el mundo se puede dedicar a esa labor/tarea, parece). Es una de las disposiciones del mundo espiritual que cada persona tiene algún trabajo de cierta clase, o de varias clases para hacer, y de esa manera son ayudados por los poderes superiores, o, tal como creemos, por el amor de Dios para realizarlo. Un espíritu al que se le asigna un trabajo determinado, como el de ayudar a un espíritu cuando entra por primera vez en el mundo de los espíritus, no intentará dedicarse a otro trabajo de tipo totalmente diferente.

Sí, en cuanto a intentar despertar a un espíritu a la concepción de que el amor de Dios le espera, todos los espíritus pueden hacer eso… y cuando un espíritu logra hacer que un espíritu oscurecido o cegado sienta el amor de Dios o se dé cuenta de que el amor de Dios le espera, entonces el espíritu que ha causado ese despertar es muy feliz.

Por supuesto, solo el espíritu que ha tenido ese despertar por sí mismo puede causar o conducir a otro espíritu a ese deseo de iluminación espiritual, que finalmente hará que obtenga este amor para su plena y completa felicidad. Todavía no estoy en condiciones de poder hacer esto con mucho éxito, pero tu abuela y tu madre son muy poderosas en este particular, y son la causa de que muchos espíritus se reconcilien con Dios y con Su salvación.

Así que, ya ves, la única gran cosa que hay que obtener, ya sea mientras estás en la tierra, o después de venir aquí, es este gran despertar y el amor de Dios en tu propio corazón. Es, de todas las cosas necesarias, la más grande. Conozco en gran medida lo que significa y la felicidad que se deriva de ello; pero no estoy satisfecho y me esfuerzo por obtener más de este amor, y por elevarme más en el Reino de Dios. Así que tú debes intentarlo también, pues no necesitas esperar hasta que venga.

Lo tiene [Helen, la mujer de James Padgett, «tiene amor divino»] en un grado que casi le permite ir con tu madre, y creo que en muy poco tiempo nos dejará y se elevará a la esfera superior, y la echaremos mucho de menos.

Sí, él (el Sr. Riddle) está cada vez más en condiciones de recibir este amor y creer en lo que tu madre le dice. Ella es la que está tratando de mostrarle el camino, más que nadie. Parece tener una gran confianza en ella y en su amor.

Él también está progresando muy rápido, y espero que pronto esté conmigo en esta esfera. Como ves, todos estamos progresando bien y tus oraciones nos ayudan mucho.

Le he visto (a Taggart) hace poco y está en el mismo estado que cuando te escribí por primera vez sobre él. Parece que no se da cuenta de que necesita ayuda para ser más feliz o para progresar a una mejor condición, y es difícil convencerlo. Lo intenté varias veces, pero me dijo que me equivocaba en lo que le decía, y que él sabía que estaba justo donde se pretendía que estuviera, así que no lo he intentado últimamente.

No, no lo sé, pero puedo encontrarlo (a Mackey) si deseas que lo haga, Él podría querer decirte algo, pero solo a través de mí, ya que no debes entrar en relación con estos extraños a nuestra banda, ya que eso hará daño, y no debemos correr el riesgo.

Estamos aquí: El Sr. Mackey y el Sr. Taggart. Dicen que están muy contentos de que les haya dado la oportunidad de decir algo.

Él (Mackey) dice que es mucho más feliz que cuando vino por primera vez, ya que ha comenzado a ver las cosas que son necesarias para volverlo más feliz. Dice que quiere que le cuentes tu experiencia con algunos de los otros espíritus con los que has entrado en contacto; como dice, recientemente ha sabido por fuentes terrestres que has tenido una experiencia considerable con espíritus que han estado en una condición de malestar y ceguera espiritual, y les has ayudado algo.

Dice que está en el plano terrestre, y que cuando vino fue un camino muy oscuro y espantoso el que recorrió, que estaba todo ciego y abandonado después de entrar por primera vez en el mundo de los espíritus, y que solo recientemente ha comenzado a ver un rayo de luz, que su condición ahora no es una en la que reciba mucha felicidad, y no tiene muchas esperanzas de llegar a ser nunca muy feliz, ya que no ve nada a su alrededor sino oscuridad y depravación, y espíritus malignos que se deleitan en tratar de hacer sentir a todos los que les rodean que no hay esperanza para ningún espíritu; y que su vida debe transcurrir en una condición de sufrimiento e infelicidad, en otras palabras, que están en el infierno y no tienen esperanza de salir de él.

Dice que ha recibido un poco de luz de un espíritu que le ha dicho que hay esperanza y un lugar mejor si cree que es así, y si permite que su alma se abra a las mejores influencias; pero que no puede creer que haya ningún Dios ni ningún Salvador ni ningún lugar mejor para él. Dice que si hay un lugar mejor o alguna razón para creer que hay un Dios o un Salvador, quiere saberlo, y si puedes ayudarlo, que por favor lo hagas.

Dice que no ha visto a Mr. Riddle y que no sabía que estaba en el mundo de los espíritus. Dice que tratará de encontrarlo, y que tal vez pueda obtener alguna ayuda.

Dice que soy mucho más hermoso que el Sr. Taggart y que tengo un aspecto más feliz. Además, dice que no soy tan diferente, según él, como para que se haga esa pregunta, pero que como tú lo pides, la hará. Me ha preguntado y le he dicho que mi aspecto y mi felicidad se deben a que he recibido el amor de Dios en mi alma, y a que me he dado cuenta de que Dios es mi Padre, y que me ama tanto que quiere que sea su hijo y que me convierta en un solo, en pensamiento, con Él.

Dice que eso puede ser cierto, pero que no lo entiende, y que si es la causa, le gustaría conocer el Camino, pues ciertamente quiere librarse de la horrible oscuridad y desesperación que le acompaña casi continuamente. Porque, tal como dice él, que tú eres su amigo y que él tratará de hacer lo que le has sugerido; pero dice que todavía no puede creer que haya un Dios que pueda ayudarle a salir de su horrible condición. Dice que tratará de rezar y de intentar creer, y que si hay algo en lo que dices, y realmente crees en lo que dices, que debes rezar también por él.

Dice que, en beneficio de lo que dices, si alguno de esos espíritus de los que hablas se acercara a él, lo escucharía, aunque puede que no le crea, ya que no puede prometer que vaya a creer.

Dice que acudirá a ti esta noche y tratará de rezar como tú dices, pero duda de que sirva de algo, pero no cree que pueda hacer ningún daño. Está dispuesto a rezar y tratará de creer; no debes sentirte mal, si cuando haga eso, te dice que no cree en la oración ni en Dios.

Dice que no está dispuesto a correr el riesgo de que su conciencia lo azote o de que sufra más de lo que sufre ahora. No cree que pueda hacer eso y vivir.

Dice que lo que dices suena como si pudiera haber algo de verdad en ello, y pensará en ello, es decir, si su felicidad o estado futuro depende de su voluntad, muy pronto determinará esa cuestión, pues si lo que dices es cierto, entonces sería un gran tonto si permanece donde está, cuando por el mero ejercicio de su voluntad puede llegar a lugares de felicidad y luz. Por eso, dice, pensará en lo que tú dices.

Dice que lo que dices puede ser todo verdad, pero la dificultad es que no puede entender, y, por lo tanto, no puede creer.

Dice que él puede expresar eso que acabas de decir y que lo puede decir en serio, sintiéndolo… y que está dispuesto a hacerlo ahora: «Si hay un Dios, y si ese Dios tiene amor por mí, y está dispuesto a llenar mi alma con ese amor y hacerme feliz y lleno de luz, y si el recibir o no recibir ese amor depende de mi voluntad, entonces si todo esto es cierto, quiero con todas mis fuerzas y deseos que Dios me dé este amor».

Dice que ahora siente una fuerte sensación, y que repetirá esto y rezará a Dios y pedirá fe; y seguirá repitiéndolo, como le has enseñado, y espera que pueda recibir ese amor y esa luz. Dice que le has mostrado que puede existir este amor de Dios, y que está dispuesto a rezar, y si recibirlo depende de su voluntad, lo está deseando con todo su corazón. Dice que, como tú pareces tener tanta fe en este amor y en la oración, que no te olvides de rezar por él.

Sí, el Sr. Taggart lo ha oído todo y dice que, ciertamente, tú se lo propusiste a Mackey, que probara el experimento, pero que tiene muchas dudas de que se obtengan buenos resultados. Dice que esperará a ver qué efecto tiene en Mackey, y entonces estará dispuesto a considerar el asunto. No cree que la oración sea algo más que un mero deseo que emana de la mente y no va más allá de la mente; y que, en consecuencia, no hay ningún Dios que responda, pues si lo hubiera, las oraciones de todos los pueblos de las naciones en guerra provocarían respuestas tan contradictorias que la confusión sería mayor.

Dice que nunca pensó en ello de esa manera, pero, si como dices, la oración es de tal modo que este amor del que hablas hace que los hombres amen no solo a Dios sino también a los demás, y hace que cada hombre se esfuerce por hacer feliz a todos los demás hombres, entonces si esa oración fuera respondida, la guerra cesaría pronto, y las naciones como naciones y como individuos serían indudablemente felices y la paz reinaría sobre toda la tierra. Y si este es el amor del que tratas de hablarnos, entonces no estoy tan seguro de que valga la pena esforzarse por él.

Eres un razonador muy ingenioso, y empiezo a ver que puede haber algo de lógica en lo que dices, pero ¿cómo voy a intentar hacer aquello en lo que no tengo fe? Sé que de ordinario, cuando estaba en la tierra, exigía que todo se probara, y a menos que las cosas se probaran no estaba dispuesto a aceptar conclusiones, y no he cambiado en ese particular desde que he venido al mundo espiritual y me resulta difícil cambiar; pero, como dices, debería ser lo suficientemente razonable como para dejar que mi mente esté abierta a una convicción, si tal convicción puede producirse por cualquier medio, ya sea que surja del conocimiento que obtuve cuando estaba en la tierra, o que surja de cosas relacionadas con este mundo espiritual del que tengo muy poco conocimiento.

Así que, después de todo, supongo que Mackey no es tan tonto como para intentar el experimento; y teniendo confianza en ti como amigo que tiene en su corazón mi bienestar, haré lo mismo que Mackey ha prometido hacer. Así que puedes rezar también por mí, y yo rezaré también -pero, por supuesto, no podré tener ninguna creencia de que mis oraciones serán respondidas-. Así que ya ves que no solo soy de cabeza dura, sino también de corazón duro.

Sí lo soy, si depende de mi voluntad estoy más que dispuesto, no solo eso, sino que si existe un Dios y el amor del que hablas, agradeceré por siempre a ese Dios que me saque de esta condición de ceguera e infelicidad.

Sí, estoy dispuesto a rezar a Dios para que me ayude a creer, y si eso me trae alivio, entonces no habrá ninguna dificultad, pues haré tal oración con todo mi corazón.

Eres el hombre más perseverante que he conocido en estos asuntos espirituales, y si sucede lo que dices, ciertamente te lo agradeceré con todo mi corazón y mi alma, pues no puedo concebir nada más deseable que tener las grandes bendiciones y posesiones de las que me hablas. Así pues, me mantendré fiel a ti, como te he dicho, y cuando más adelante me des la oportunidad de escribirte, te diré francamente cuál es el resultado de mi experimento.

Sí, y aprecio lo que has hecho y te digo que esta violación de vuestra ley, esa que ha prescrito la banda de la que hablas, me ha hecho pensar más profundamente en tu interés por mí y en lo que has dicho, más de lo que puedo expresar.

Así que adiós por el momento, la próxima vez que venga trataré de observar vuestra ley, y escribiré a través de tu padre, si él me lo permite.

Sí, ciertamente le pusiste difícil, al caballero, alejarse de lo que le dijiste [es decir, «librarse» de ello,  le puso difícil (James Padgett a ese caballero reticente a escuchar), le puso difícil que se «salga con la suya» a la hora de «no hacer ni caso de nada»…], y creo que los has impresionado hasta tal punto que los llevarás a conocer la verdad. Estás cansado y debes parar.

Tu padre,
JOHN H. PADGETT

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Mensaje original:
https://divinetruth.com/sites/main/en/pje/PJE19141231A.htm


Index:
PJE19141231A
Author:
John H. Padgett
Receiver:
James E. Padgett
Location:
Washington D.C.
Date:
31 Dec 1914
Sources:
True Gospel, Vol III, page 13

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