La clave que es el arrepentimiento: caso práctico | Cómo funciona la manera de Dios, 8

En un audio y texto que presento en el que enlazo a continuación:
Enlaces al audio de presentación: descarga // en ivoox (también está en spotify)
… hablaremos de un secreto en mi vida, algo que casi nunca conté, sobre lo que podríamos llamar «el culmen de mis pecados» en el estado de vigilia, es decir, despierto, de día.

Es simplemente un matiz de algo que hemos tratado ya: El tema de instigar un aborto*.

Antes de nada, para entender mejor la historia contada sobre esa «desarmonía» que cometí, viene bien tener en cuenta que mi madre y mis abuelos vivían en la ocultación de «grandes secretos» relativos también al aborto.

Ese «fomentar vivir en la vergüenza» terminó trayendo a la vida de todos más ocasiones para poder sentir esa emoción y traspasarla. Solo que, en esta ocasión, mi madre no se enteró de que yo instigué un aborto (desear matar tiene en general los mismos o casi los mismos efectos en el alma que realizar ese atentado contra el libre albedrío tan grande).

Así pues, yo operé a imagen de ellos**, ya que en la familia se ocultaban mucho las «cosas emocionales» ─no había nada de comunicación sobre casi nada─.

En realidad podríamos decir que éramos bastante «marionetas de funcionar a imagen de la abuela», pues mi abuela era muy cerrada en las cosas del alma (emociones, deseos, etc.).

Mi madre no se independizó de los abuelos, y había secretos importantes en torno al aborto entre ellos.

Hace poco mi madre me confirmó varias cosas respecto a eso.

En general la llegada al mundo de nuevas almas se conceptualiza y se siente a menudo como «disgusto», sorpresa desagradable, etc.

Yo ya fui un «embarazo no deseado», recordemos, y ella se quedó y sigue en el miedo y la vergüenza en general, como casi todos en alguna medida hacemos. (Estuvo viviendo sin casi separarse físicamente de mi abuela, su madre.)

Eso quiere decir que las heridas que yo portaba (las de mi madre), resonaron en la crianza mucho con la fuente de donde venían (mi abuela), pues me crió en gran medida mi abuela.

Mi abuela estuvo bastante traumada en su segundo embarazo, etc.

Eso da un poco de contexto para entender la generalizada «incomunicación emocional» en la «familia». Hay mucho más que esto para dar contexto, por supuesto, y parte de ello lo he ido tratando en audios anteriores.

Obviamente, si escucháis el audio, os va a resaltar el hecho de que yo podría haber contado a mi madre lo que estaba pasando en mi caso, y eso hubiera detonado muchas cosas.

Fijaros entonces en la importancia enorme que tiene la verdad en general, y en concreto «forzarse» a «decir la verdad» por parte de los hijos a los padres, y sobre todo a las madres, a ellas que tanto han transmitido las grandes heridas emocionales más básicas.

Es decir, no hablo simplemente de «decir la verdad cuando nos preguntan», sino de la importancia de la «transparencia», y de que los padres sepan muy bien a nivel emocional lo que están haciendo los hijos (para sentir).

El evento fue allá por el 2009. Entonces era quizá cuando yo más enfebrecido vivía en las heridas emocionales. Estas heridas «querrían salir para sanarse» ─parece que ahora lo veo así…─.

El evento de mi vida que relato, precedió al siguiente movimiento de mi fachada, que fue ponerme «la máscara de espiritual» («nueva era», con libros que suplantan a Jesús, etc.). El evento sucedió mucho antes de encontrar y de empezar a asimilar en el alma el diseño simple de Dios (a finales del 2020) ─el plan completo, el plan divino─.

Tratamos también sobre la actitud de sacrificio, que es un soborno a la Vida. En esa actitud, continua y energéticamente, intentamos sobornar a la vida. Y de cierto modo lo conseguimos, ilusoriamente a costa de nuestra alma, nuestro ánimo (nuestros «deseos bonitos», etc.).

Y al hilo de eso, introduzco también el que espero sea el siguiente audio, donde trataremos el tema de que, como almas, vivimos continuamente en algún tipo de soborno emocional con espíritus y con personas (es decir, adicciones emocionales). Recordaremos sobre ello también algunas pequeñas «notas de ampliación», por lo que he vivido al respecto.


* Ver, sobre eso:
– Todas las entradas sobre aborto:
https://www.unplandivino.net/tag/aborto/
– «Mi caso con el aborto«:
https://www.unplandivino.net/aborto/

** A «imagen de la familia», pues, pues a menudo hacemos todo lo posible para poner antes a diversos ídolos (madre, familia, Estado, nación, religión, tradición…)… antes que a Dios y sus opiniones emocionales continuamente dadas a nosotros en nuestra alma/ánimo, pero que tapamos casi constantemente debido a esa «idolatría» profunda («inconsciente»), emocional, continua, en la que estamos.

Pero nuestra realidad es que somos «a imagen de Dios», como almas, la más grande de sus creaciones (aunque no somos de la misma sustancia si no recibimos su amor, el amor de Dios, el divino).