Repaso de por qué ya solucionamos «lo extraterrestre» hace tiempo ─el tema de lo «extraterrestre»─

Índice
─ Introducción
─ A vueltas con los et’s
─ Los «dioses» teniendo hijos con mujeres de la tierra

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Introducción

El tema extraterrestre tendría mucho que ver con el aborto.

Las almas que experimentan el aborto, o cuyos cuerpos físicos mueren muy pronto, siguen en el mundo espiritual, como todos seguiremos.

Y entonces, lógicamente, su «crianza» ha tenido lugar forzosamente en otros mundos o planos ─o como queráis llamar a las partes del mundo espiritual que acogen a esas almas─.

Esas almas, y en general todo desencarnado que no esté muy mal, pueden visitar la Tierra como almas que son y somos todos, pero ellos mediante su cuerpo espíritu (aunque a veces «proyecten» cosas).

No habría «extraterrestres» (esto formaría parte de otra operación psicológica sobre la humanidad), sino que son gente desencarnada, que va subiendo en amor y verdad por el mundo espiritual (como todos haremos).

Esa subida va otorgando «poderes», lógicamente, y lo hace conforme a las leyes de Dios (aunque a partir de Jesús se inauguró una nueva forma de subir, la forma perdida desde la Caída).

Pero, cuidado, esa forma no es sólo una manera nueva de subir, sino algo más grande (abriendo planos superiores a los que hubo antes, abriendo la verdadera eternidad).

A vueltas con los et’s

Entonces, es con motivo de este vídeo de internet* (del canal de Guillermo Mas), que hice este comentario o recordatorio:

El marco básico para entender este tema es simple. Voy a poner aquí algunas cosas sobre ello. Y fue toda una bendición encontrarlo, aunque me queda mucho por progresar.

Y claro, cada cual tiene que ver qué hace con la cuestión clave de la verdad ─de si hay verdad en estos temas, y de si importa, etc.─.

Casi todo el mundo aceptamos verdades absolutas «físicas», leyes físicas, etc., y hacemos como que importan mucho. Es decir, a esas verdades no les ponemos tantos problemas.

Pero habría verdades así en todos los ámbitos, no sólo en el físico.

El marco, muy coherente, que para mí solucionó esto, conlleva entre otras cosas ir entendiendo que todos tenemos ya un cuerpo espíritu, y que con él seguimos vivos tras morir, y no podremos morir, al menos por ahora, pues el alma no es ese cuerpo, y el alma fue creada por Dios.

Entonces, en el mundo espiritual (cuya «primera parte» tenía y sigue teniendo seis grandes divisiones o «esferas» desde que sucedió «la caída») está toda la humanidad que haya vivido en algún momento.

Ese mundo, entonces, lógicamente sería mucho más «grande» que el «universo físico». Y esto parece que ya lo han descubierto en la ciencia, al hablar de que el universo es en su mayor parte «materia oscura», etc.

Entonces, lo dicho, la gente que vivió hace miles de años, y la gente que vivirá, está y estará en el mundo espiritual.

Y el «problema» ─aparte de que nos aburrimos demasiado, también en el mundo espiritual─, bueno, fuera de bromas, el «problema» es que la gente, en el mundo espiritual, va subiendo en desarrollo de su alma (en amor y verdad).

Y esa subida conlleva poder, nuevos poderes, etc. (y, claro, nuevas responsabilidades…).

Por ejemplo, entre esos «poderes» tenemos el de la materialización, la cual habría mostrado por ejemplo Jesús en sus apariciones, y, por cierto, antes de él muchos otros espíritus o grupos de espíritus en la historia (pues la «resurrección» no significaba materializar algo en lo físico).

Siempre ha habido intervenciones «sobrenaturales», materializaciones de espíritus (como la de Jesús), etc., ya que siempre ha habido mundo espiritual, un mundo que quería cuidar y/o controlar con más o menos «apego insano», el alma de los mortales todavía encarnados (naciones, grupos familiares, etc.), o de los mortales que fueran naciendo.

Jesús, en vida física, ya habría ascendido mucho en amor, y, además, lo habría hecho de una manera diferente, una inaugurada en ese momento y que nunca había existido desde la caída ─una manera «más poderosa»─.

Este sería el dato más importante a la hora de entender muchas cosas.

Esa «ascensión nueva» se habría dado gracias a la reapertura de la relación real con Dios, es decir, de la posibilidad de recibir Su Amor.

Esa recepción la demostró Jesús, y se inauguró un nuevo «hito», posible para toda alma humana ─mortales y espíritus─, y hasta que tal posibilidad dure o continúe dándose como potencial para nuestras almas.

Entonces, con ese cuerpo espíritu tenemos experiencias también por las noches, pero por lo general muchos no solemos recordar bien qué sucede en ellas. Y es que tenemos muchos problemas con nuestra fachada: nuestras resistencias, y actitudes y pecados…, y eso nos hace estar en mucha negación.

Esto se traduce por ejemplo en esa falta de claridad y/o determinación a la hora de querer saber lo que sucede con nosotros, como almas, pero viviendo en el cuerpo espíritu, por la noche.

Y, por cierto, esas actitudes, etc., en su inicio las aprendemos de los adultos, pues nos hacemos «a imagen» de ellos (una imagen profunda, anímica, pero que no viene de fábrica, pues de fábrica Dios no pone esas heridas emocionales, la resistencia, etc., en el alma creada por Él / Ella).

Cuando hablamos de «sueños que parecen reales» (o más reales que nuestra vida física) serían recuerdos de esas experiencias reales vividas con el cuerpo espíritu.

Como demostrarían las ECM ─las «experiencias cercanas a la muerte»─, en realidad, una experiencia con nuestro cuerpo espíritu la podemos tener ─o recordar─ en cualquier momento.

En esas experiencias, que a veces nos pueden pillar más «por sorpresa» (como en general sucedería en las ECM), podemos ser guiados, tomados, etc., por espíritus o grupos de espíritus (conocidos nuestros o no) con más o menos elevación en amor.

Estos espíritus son meramente personas que han vivido ya físicamente, hace más o menos tiempo, pero que ya no tienen el cuerpo físico (tal como nos sucederá a todos, que seremos uno de ellos, teniendo que progresar, queramos o no, al menos en «amor natural»).

Entonces, en esas ECM ─o en general en muchas experiencias─, los espíritus en realidad, como se ve, no necesitarían naves, ni nada o casi nada «artificioso».

Y, si son benévolos, nos pueden enseñar con más o menos éxito muchas de esas cosas, tan variadas, que vemos que se describen en las ECM ─o en algunas experiencias «psicodélicas», etc.─. Y por lo que se ve, hay decenas de miles de ECM reportadas, ya que además están como de moda hoy en día.

Entonces, básicamente, sería más bien en el nivel de ese cuerpo espíritu como tienen lugar muchos de esos «contactos» con supuestos «extraterrestres».

Éstos «seres» no serían extraterrestres nunca (nunca)… ni tampoco «demonios», «hadas», «ángeles»… etc., si entendemos que ese conceptos responden a realidades diferentes a la humana.

Por ejemplo, el nombre «ángel» se aplicaría a un mortal ya ascendido a esas esferas más elevadas, y que, como tiene más poderes, gracias a eso puede visitarnos a su antojo ─insistamos, incluso materializándose él mismo, por ejemplo, sin necesidad de naves, etc.─.

Todos esos seres, o fenómenos que no parecen humanos ─o que no parecen hechos por humanos─ en realidad responderían a la realidad de la existencia de estos desencarnados, con sus mayores o menores poderes (de esos desencarnados que todos seremos algún día).

Estas actuaciones, por ejemplo, se darían a veces realizando «proyecciones».

Es decir, esto desencarnados «proyectan», tienen capacidad de crear cosas con la «materia» a nivel del mundo espiritual, pero con efectos físicos posibles, etc. (conocen mejor la interacción continua que hay entre el plano físico y sus leyes, con respecto a los planos espirituales más «cercanos» al plano físico y sus respectivas leyes ─leyes diferentes y desconocidas en general para nosotros los mortales─).

Y estos espíritus desencarnados realizan estas cosas para «cosechar almas», por ejemplo.

Es decir, hablando de «operaciones psicológicas»… siempre han existido y existirán a este nivel también muchas de tales «operaciones», pero, claro, realizadas sin necesitar tecnologías a nivel físico, sino aprovechando el hecho de que todos tenemos un cuerpo espírítu, etc.

Entonces, todo este embrollo tecnológico que vemos que se está montando formaría parte de una especie de batalla por el alma humana.

Nosotros mismos ya estaríamos, por defecto, en general, entregando colectivamente «desde siempre» mucho poder a grupos de desencarnados no tan elevados, pero que influyen en muchas «élites» humanas ─en esos grupos a los que ha aludido mismamente Guillermo─.

Aunque, como se ve en la historia, de un tiempo a esta parte se estaría dando cierta crisis, o, mejor, estaríamos llegando a ciertos momentos críticos en este sentido de la «batalla» por el alma humana (vemos todo este lío escatológico en torno a Oriente Medio… los nuevos estados creados e innombrables, etc.).

Si esos desencarnados no son tan elevados, o nada elevados, tendrían por ejemplo miedo a perder el control sobre la masa humana ─por tanto sobre la Tierra─, pues hay grupos de desencarnados más elevados que siempre pueden realmente ilustrarnos, a los mortales (ya lo hacen individualmente), independientemente de los desencarnados más burdos ─quizá los que de inmediato parecen sacar más la patita con las agendas que hoy parecen más delirantes, las que tienen que ver con cierto control via IA, etc.─.

En esas manipulaciones por parte de desencarnados ─que son ayudas en general, individuales, colectivas…─, puede haber todo tipo de grados de «benevolencia»… o de no tanta benevolencia, digamos.

En general habría mucha intención «controladora miedosa», digamos, sobre la Tierra, ya que ésta sería «la joya de la corona» para muchos de estos grupos, quizá (similarmente a como nosotros, cuando no conocemos otra cosa, valoramos sólo nuestras experiencias físicas, más o menos adictivamente).

Y eso se debería en parte a que, tras morir, todos seguimos siendo «humanos», es decir, casi todo lo que hacemos está teñido todavía de algo de falsedad, de actitudes y de apegos más o menos «fanáticos», etc. ─y ello aunque hayamos dejado atrás el cuerpo físico hace mucho tiempo─.

Al parecer, en cuanto a materializaciones raras… lo que sucede es que cuando se aúnan, los desencarnados en grupo pueden crear proyecciones capaces de ser visibles físicamente.

Y nosotros podemos estar abiertos a recibir eso, y más o menos manipulativamente, en base a nuestras heridas emocionales, circunstancias, necesidades, potenciales, etc.

Entonces, lo que propongo (que no invento yo, claro está, y que encaja tanto…) es que todos los espíritus serían seres humanos que estuvieron encarnados en algún momento, y que tienen más o menos recuerdos de su vida terrestre.

Y, algo muy importante para este tema «extraterrestre» sería el hecho de que hay muchos seres humanos que desencarnan sin haber tenido apenas vida fisica: abortos, etc.

Estos últimos en teoría son libres de creer lo que quieran creer, y son más o menos libres en su progresión por las esferas y las asociaciones que hagan en ellas con diferentes tradiciones, grupos, etc., y, por ejemplo, podrían querer creer que no tuvieron nada que ver con la Tierra, etc.

Con el tema de los contactos con supuestos «et’s»: Sin ir más lejos hay uno de ellos, célebres, en España. Fue el de un célebre historiador de los maquis y de cosas así, que se jugó la carrera ya al final de su obra de escritor, ya que Planeta le publicó su libro sobre la «abducción» que experimentó. Habría sido un grupo de espíritus que le hizo una especie de eso que llamaríamos «abducción benévola», y que él habría vivido básicamente en el cuerpo espíritu, por cierto, aunque hubo parafernalia típica de detener los mecanismos eléctricos del coche, pues le pilló conduciendo, etc. Y aquellos espíritus además le hablaron claramente, según dijo, etc. ─y, ya se sabe, como este caso hay miles y miles, al parecer─.

El alma ─la vida con su esencia personal, en nuestro caso, al ser almas─ es libre en un sentido profundo, y esa alma es lo que anima a nuestros dos cuerpos ─al cuerpo espíritu, y también al cuerpo físico, si todavía lo tenemos─.

Ese alma, esa vida que somos, estará sujeta, lo queramos o no, a un proceso de purificación, pues al encarnar nos llenamos de cosas que no armonizan con cómo Dios habría creado nuestra alma ─antes de encarnar éramos «inconscientes», pero ya estábamos creados en lo esencial─.

Los «dioses» teniendo hijos con mujeres de la Tierra

Por cierto, hay otro dato clave en torno a una pregunta que sería relevante para nuestra historia terrestre:

¿Por qué se habla de «dioses» que en un momento dado «tuvieron hijos con mujeres de la Tierra»?

Estos «dioses» simplemente serían espíritus un poco más avanzados, que en ese momento, por las condiciones terrestres, pudieron materializar cuerpos con algo de continuidad o facilidad.

Al parecer, en una época terrestre había un poco más de grado de desarrollo del alma en amor ─colectivamente hablando─.

Es decir, la Tierra había alcanzado la condición «2», de esfera 2 o condición de alma 2 ─la condición 1 sería la más baja, y en la cual colectivamente habríamos estado casi siempre, y estaríamos hoy─.

Entonces, un grupo o grupos de espíritus de tal condición ─»esfera» 2─ se vieron habilitados a materializar con cierta continuidad cuerpos físicos, en añadido a la vida que habían estado llevando desde siempre en esos planos de la esfera o condición álmica 2 ─que es tan sólo un poco más elevada que la «condición 1″─.

Entonces, por atracción hacia las mujeres terrestres (y básicamente por «aburrimiento», ya que en la esfera 2 los espíritus todavía tienen bastante por sanar en sus almas…)… sus materializaciones podrían haber tenido incluso hijos con mujeres terrestres.

Esto es algo bien curioso, pero de alguna manera encaja, parece que es cierto ─y ya lo comprobaremos, si nos interesa, en nuestras vidas en el mundo espiritual─.

Y, digo, es muy curioso eso de que los espíritus puedan materializar cuerpos físicos incluso capaces de procrear.

Pero, al parecer, como todo este asunto tampoco era muy elevado ─espiritualmente hablando, no lo era todo lo que giraba en torno a estas actuaciones de esos espíritus, que procrearon con mujeres─, entonces, resulta que esos hijos híbridos no podían a su vez tener hijos físicos.

Es decir, los hijos híbridos (de un «dios» con una mujer terrestre) salieron «ranas»: No podían, por ejemplo, «seguir con la saga divina».

Y es que, claro está, algunos de los planes serían como de dominación o jefatura continua de la Tierra, o de vete a saber qué cosa, por parte de uno o varios de estos grupos que luego llamarían «Nephilim», al parecer.

Por cierto, supongo que tras algunos de los grupos actuales de hombres ─y mujeres, políticos, empresarios, etc.─ que están o se sabe que están más o menos «secretamente cohesionados» ─y que hoy más hacen ruido que resuena con esa cuestión de «poseer la Tierra»─, es posible que los desencarnados que fueron aquellos «Nephilim» hayan tenido bastante que ver con muchas de las obsesiones que sufrimos hoy, en esta batalla por el alma humana ─muchos de esos temas archiconocidos que no hace falta ni mentar, y que importan para la geopolítica, etc.─.

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* El título de ese vídeo es:
«Debate sobre los extraterrestres: OVNIs a la luz de Carl Gustav Jung y Jacques Vallée | Pura Virtud«

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