[En este audio…
en ivoox // enlace descarga
… vemos este texto y lo comentamos un poco, añadiendo algunas cosas más en relación con «la verdad divina»]
Recordemos que con la palabra ‘escatología‘ se haría referencia a todo lo que tenga que ver con la vida tras la muerte, el destino de la humanidad, el fin del mundo…
En el vídeo enlazado y presentado abajo incluyendo su título, el profesor Jiang presenta las escatologías como guiones que sirven para la coordinación inconsciente.
Vamos a ver y parafrasear lo expuesto ahí.
Él defiende además la idea de que las escatologías son convergentes.
Entonces, ante la pregunta: ¿cómo nos cohesionamos, o se intenta cohesionar, a los grupos humanos?… Podríamos decir que esto se hace «inconscientemente», o se suele decir así.
Es decir, nos cohesionamos via relatos compartidos, creencias… pero respecto a cosas «de gran calado» ─destino, origen…─.
Estos relatos o esquemas que vamos a ver son en realidad plenamente compartidos sólo por una minoría de personas dentro de cada religión o cultura.
Jiang propone seis diferentes versiones de escatología, pues son muy diversas, además de ser dinámicas, en cuanto que historias que, digamos, pretenden competir para mejor capturar la imaginación de los creyentes ─y que entonces pueden compartir elementos entre sí, dinámicamente─.
Jiang insiste en que no son lo principal de las religiones en las que existen, es decir, que los grupos que sostienen estas cosas serían más bien los más extremistas dentro de sus respectivas religiones o culturas ─los más «fanáticos»─.
Habla del zoroastrismo, que dice que sería la escatología original: El mundo está dividido entre el mal y el bien, la luz y la oscuridad; al final de los días habría una batalla y un día del juicio ─esta escatología habría influido en el judaísmo─.
Luego habla de la escatología judía: La espera de un mesías guerrero, que inicie una nueva época, al haber vencido a todos los enemigos, atrayendo a todos los judíos de la diáspora, construyendo el tercer templo e iniciando una edad de paz, prosperidad, justicia.
Esta escatología judía habría influido para dar la protestante, que sería la de los llamados sionistas cristianos.
En el caso cristiano, pues, el mesías es Jesús, que por lo tanto ya ha venido.
Y las condiciones de su segunda venida son:
─ Israel ha de ser reconstituida (cosa que ya habría ocurrido: 1948),
─ el Tercer Templo ha de ser construido,
─ debe haber una guerra de «Gog y Magog» (ha de surgir un gran conflicto en relación a Israel),
─ y ha de aparecer el Anticristo.
Así, en esas condiciones, Jesús habrá de aparecer para destruir a los enemigos, iniciando un milenio ─con las consecuencias «salvíficas» de turno─ antes del juicio final. Además habría aquel «rapto» o arrebatamiento [rapture] al cielo, del que hablan algunos cristianos.
Luego estaría la escatología islámica, que sería muy similar: Tras grandes tribulaciones y una división en el mundo, surgiría un gran líder para unificar y llevar a la victoria en la guerra de Gog y Magog.
En este caso interpretan «Gog y Magog» como el anticristo: En general, sería la civilización occidental, por ejemplo, o quizá incluso una cierta fuerza más concreta, como la ciudad de Londres, etc.
La escatología ortodoxa tiene que ver con pensar a Moscú como la tercera Roma, y el destino es algo así como restaurar el imperio bizantino (o, mejor visto, una especie de mezcla: con unos aires de restauración de la Pax Mongolica junto a esa especie de «restauración del imperio bizantino»).
Para ello ha de destruirse Turquía, pero ésta parece que se va a terminar disolviendo, cuenta Jiang, con o sin la ayuda de la intervención rusa.
En la escatología rusa se trataría de unificar el mundo cristiano ortodoxo, claro está.
Alekandr Duguin está presentando todo esto en la versión ortodoxa cristiana, y realizando con esta escatología incluso una especie de plan para Putin, un «plan maestro».
Para Duguin, Putin es el katechon, es decir, es lo que de cierto modo retiene la llegada del Anticristo.
Jiang cuenta que el poder euroasiático sería el hegemónico en caso de llegar a pacificar y unificar Rusia con Europa, etc. ─tal poder continental sobrepasaría al de aquellos que controlan los océanos─.
Esta paz en general, es decir, esta unión Rusia-Europa, es lo que desde siempre los británicos y los anglos en general han intentado dinamitar, como sea.
Hoy en día estas maniobras se dan o se dieron por ejemplo con la financiación y promoción del golpe de Estado en Ucrania ocurrido en el 2014, y que llevó indefectiblemente a la llamada «guerra de Ucrania» ─esta guerra que desafortunadamente deseaban las oligarquías europeas, tan corruptas ya**─.
Duguin cree posible la realización de esta especie de «paz global» centrada digamos que de un cierto modo «espiritual» en Rusia, ya que él piensa que los iraníes, los alemanes, los japoneses… estarían ya cansados, se sentirían humillados por el imperio angloamericano.
Obviamente, este gran plan se dará contra la pared de la oposición del imperio anglo. Y así, entonces, para Duguin lo importante sería crear caos interno en el mundo angloamericano (y esto ya está sucediendo hoy en día: en Gran Bretaña y en EEUU… donde por ejemplo acaba de ser asesinado Charlie Kirk).
China y Turquía serían también enemigos de este plan maestro de Duguin.
Sobre Turquía ya hemos dicho que se disolvería (hay muchas tensiones internas en ella, y que Jiang supone que explotarían tras la muerte de Erdogan).
Duguin tampoco teme a China, pues China depende demasiado del imperio angloamericano. Como economía de manufactura, China ha de vender sus cosas al imperio anglo, así como habría muchas contradicciones internas en China.
Jiang dice que China no puede sobrevivir a una catástrofe ecológica. China tiene muy pocos recursos, importa mucha cantidad de su comida, petróleo, etc. No podría sobrevivir a una destrucción masiva ecológica.
La siguiente escatología sería la católica. En el caso católico se concibe a la propia iglesia como aquello que «despliega» aquel milenio prometido… como encarnación de la era mesiánica.
Es justo al presentar el caso católico cuando vemos una parte incorrecta en la charla de Jiang: habla de que el cristianismo habría conseguido auparse en el poder político, así como conspirando para ello. Pero esto sería falso, ya que es el poder político lo que habría usado a la corriente cristiana, pues no la podían parar.
El poder político habría manipulado y deformado el «cristianismo», como sucede con tantas cosas (las masas solemos ser moldeables por tales movimientos, debido a nuestras adicciones emocionales ─aunque siempre haya resistencias─).
(Esto lo hemos visto, por cierto, recientemente, en algunos mensajes dados desde el mundo espiritual, via Padgett, hace unos 100 años.)
Sobre lo católico, seguimos:
También incluyen la segunda venida de Cristo, y, por supuesto, una advertencia sobre la necesidad de cierta «escatología personal» (personalmente «salvarnos», digamos, ya que lo que está profetizado o narrado incluiría implícitamente esta especie de «individualización de la escatología»).
Jiang dice que hay tres razones para pensar que muchos elementos en la iglesia desean una transformación radical global.
En primer lugar, dice (y aquí está aquella equivocación) que la iglesia habría comenzado como una conspiración dentro de un imperio, y que buscaba el poder, consiguiéndolo efectivamente.
Eso es contrario a las enseñanzas cristianas verdaderas, como sabemos e incluso tal como todo el mundo conoce si se interesa un poco (pues «al César lo que es del César…»).
Entonces, Jiang se sorprende acerca de cómo faltan materiales, libros, que resalten las «capacidades de conspiración» dentro del mundo católico.
Vemos que hay mucho escrito sobre conspiraciones financieras en general, o judías, masónicas, etc., pero faltaría darle a lo católico el peso que realmente tendría, el que realmente habría tenido en la historia la iglesia católica, en cuanto a conspiraciones.
Antes del imperio anglo, la iglesia era el imperio, eran los poderes fácticos, y, como dijimos, para muchos esa era habría sido la mesiánica, la cual habría sido defenestrada por el surgimiento del imperio británico (y por tanto habría que restaurarla, dirían estos católicos «más fanáticos»).
Dice Jiang que la iglesia católica sería muy efectiva y relevante como posible organización global capaz de reorganizar las cosas tras cierto colapso global.
El primer mayor oponente de esta Iglesia Católica sería el imperio anglo, por supuesto. Este imperio representa la ilustración, el neoliberalismo, el capitalismo, el protestantismo, el materialismo… Y recordemos que los protestantes y los católicos se odian entre sí ─habrían sido los mayores rivales que ha conocido la historia, dice Jiang─.
El segundo oponente sería el Estado Nación, en general ─ese concepto realizado en tantas naciones que son estados─.
Para los católicos, la iglesia estaría por encima del Estado, pero éste habría revertido eso. Y por tanto, según ellos, «habría que volver» a lo anterior, digamos.
El tercer principal oponente sería el culto individualista que celebra el materialismo, el hedonismo, el placer.
La iglesia necesitaría destruir, pues, estas tres fuerzas para poder «reanudar el milenio».
Tenemos tres signos, dice Jiang, de que la iglesia católica tendría un plan en marcha para ello, y con posibilidades de triunfar.
Un signo es la presencia del católico J. D. Vance como vicepresidente de los EEUU.
Otro es que el nuevo papa de Roma es estadounidense.
También resulta que la iglesia católica está muy metida en las instituciones estadounidenses (Jiang habla del Tribunal Supremo).
La CIA fue fundada por un católico, dice Jiang, y eran los católicos los que ya tenían una especie de red mundial, cosa esta que le habría servido a la CIA (la CIA no tendría algo similar, todavía, si es que lo tiene o necesita tener ahora de alguna manera independiente, digamos).
También podemos ver que más o menos la mitad de inmigrantes que llegan a EEUU serían católicos, y que éstos tienen más hijos que los protestantes, en general.
Entonces, en caso de haber una guerra civil, parecería que los católicos norteamericanos estarían lo mejor posicionados para capturar el Estado. Y controlando el Estado de los USA, la iglesia podría destruir las fuerzas arriba mentadas.
Convergencias entre escatologías según Jiang
Primer punto de convergencia entre escatologías:
─ un gran conflicto en Oriente Medio (que ya estaría en marcha hoy, claro está, y que daría pie a la tercera guerra mundial).
─ EEUU no se involucraría en esta guerra, pese a que ahora sea el «hegemón» global. La razón de no involucrarse podría ser la de que, al entrar en una guerra al estilo clásico en Irán, EEUU la perdería… y/o la razón podría ser la guerra civil en los EEUU.
─ China tampoco se involucraría en esta guerra. Y esto se podría deber a una catástrofe ecológica, a la falta de recursos para la gente, etc.
─ El Anticristo surgiría. Esto se puede entender diferentemente, pero todos creen que se trataría de una fuerza potente, que emergerá de manera carismática y que unificaría el mundo.
─ Israel se volvería el poder dominante en Oriente Medio, presumiblemente tras que EEUU abandone la zona. Y podemos entender por qué el Estado de Israel se convertiría en tal poder, ya que si EEUU abandona la zona, toda la infraestructura que sea de los EEUU pasaría a Israel, etc.
─ El antisemitismo crecería en todo el planeta, obligando a los judíos a ir a Israel.
─ Otro punto de convergencia sería que la Cúpula de la Roca, sería destruida, y eso provocaría que el mundo islámico iniciara la profetizada «guerra de Gog y Magog», contra Israel.
─ Una era de tribulaciones, en que el mundo afrontaría catástrofe tras catástrofe (catástrofes económicas, ecológicas…). La fe de la gente se vería probada, y el anticristo emergería para engañar a la gente ─para que creamos en supersticiones, magia, falsas profecías…─ negando la autoridad de Dios y de la iglesia.
Estos serían los puntos de convergencias principales.
En base a ellos, ¿qué podemos predecir?
Jiang nos da una imagen posible del futuro, interesante, dice, para ver cómo se desarrollaría el mundo, geopolíticamente hablando, a 10 o 20 años vista.
EEUU haría una invasión en Irán (Irán puede taponar Ormuz y dar pie a eso). EEUU perdería la guerra, y eso daría pie a una guerra civil en EEUU.
En cuanto a Ucrania, toda la OTAN iría a defender Odesa, lo que daría en un estancamiento, en algo que no llevaría a nada.
Pero los europeos se revolucionarían contra esto, causando especies de revoluciones y guerras civiles en Francia, Alemania ─e incluso se daría una revolución o guerra(s) civil(es) en Turquía─.
Entonces, los europeos se volverían más prorrusos, permitiendo así la reconciliación entre Putin y Europa.
Turquía se vería destruida en el proceso, y se haría regresar a los griegos a «Constantinopla», restaurando, por así decir, el imperio bizantino, y unificando así el mundo Ortodoxo.
Tras el abandono de EEUU del Oriente Medio, el proyecto del «Gran Israel» se volvería el imperio de Israel. Esto haría que explote el antisemitismo en todo el planeta, sirviendo como llamado hacia Israel para toda persona judía.
Todo el mundo «islámico» querría venganza contra Israel, pero las élites islámicas habrían sido cooptadas por el imperio anglo e israelí. Esto forzaría revoluciones por el mundo islámico, implorando por la vuelta del Mahdi, del unificador ─una figura de unificación en el mundo islámico─.
En el mundo islámico existirían hoy en día elementos que consideran a Putin como el gran salvador. En la Escatología Islámica, el concepto que ahora tienen de Putin equivaldría al de katechon que hemos visto para la Ortodoxa.
Así, Putin iniciaría la reconciliación entre el mundo islámico y el mundo ortodoxo. Y entonces podría buscar también una reconciliación entre el mundo islámico y el imperio israelí, así como entre el mundo ortodoxo y el católico.
Jiang dice que Putin piensa que puede triunfar en su idea de sustituir al imperio anglo, pero Jiang dice que fracasaría, ¿por qué? Simplemente porque es humano, y una vez que muera surgirían conflictos civiles, y a partir de entonces, dice, todo sería básicamente una era de tribulación.
La perspectiva, entonces, para el mundo, no sería tan halagüeña.
La situación se parecería a la época del profeta Mahoma, cuando, si él hubiera seguido vivo, seguramente se habrían podido dar las unificaciones y la paz buscadas, lo que finalmente no se dio.
Entonces, la escatología «dirige» la geopolítica, es decir, si las cosas suceden como suceden, sería básicamente debido a la escatología.
Así pues, ya veremos qué pasa en los siguientes años.
Y por cierto, lo que está contando aquí no es un secreto, dice Jiang. Y, entonces, surge naturalmente la cuestión… siendo todo tan conocido, ¿por qué el imperio anglo no asume las cosas tal como ya se dice que son, o apuntan ser, tomando medidas, estrategias para su preservación?
La respuesta a eso sería esta: porque a la gente que controla hoy el imperio anglo básicamente no le importa lo que le pase al mundo tras la muerte de dicha gente. Esta gente serían los llamados baby boomers, que son al fin y al cabo quienes controlan el poder intelectual, económico, político, en Occidente, hoy, y es por esto que Occidente estaría muriendo.
(Lógicamente, como dijimos, en esto debemos «completar» la historia según la cuenta Jiang, pues las influencias ejercidas por desencarnados, a través de nuestras heridas emocionales, son algo vital para poder siquiera empezar a comprender «la historia», en su concepto más amplio, más real, digamos.)
____
*
Vídeo de «Predictive History» (Jiang):
«Geo-Strategy Update #7: When Eschatologies Converge«:
https://www.youtube.com/watch?v=YQ-xg1nIbMs
** La Guerra de Ucrania, y otras, son cosas que, en el fondo, «cofabricamos» todos, debido a la condición mala de alma que en general tenemos individualmente, y que de cierto modo es sumada colectivamente. Vivimos literalmente en el terror, el miedo, y si no sanamos eso estamos «emitiendo» esas emociones, y, por lo tanto, con eso se pueden hacer creaciones que sean armónicas con el miedo ─como la guerra, la enfermedad, etc.─.
En el audio hemos hablado de más cosas, comentando, por cierto, lo que sería «la escatología verdadera», es decir, el muy simple dato de por qué Dios habría creado el universo (y que nos cuenta el Jesús «real»).