Sobre el encuentro del 2 de julio, 2025: Nuestra perspectiva distorsionada sobre nuestra condición

En la foto tenemos dos toneles que representan nuestra alma.A la izquierda, está la visión distorsionada de nuestra alma, en la que solemos estar, y donde creemos que lo más grande es el "dolor del terror" (pain of terror) y el "dolor de infancia" (childhood pain), mientras que arriba tenemos, minimizado falsamente, el dolor actual (current pain), representado como una pequeña capa superficial. En el tonel de la derecha tenemos la realidad, la verdad sobre nuestra alma: Jesús está señalando al dolor actual, que es la parte mayor, y debajo vemos las "capas" del terror y del dolor de infancia, representadas más pequeñas.
Momento del vídeo del 2016, al que nos referimos aquí

Ayer 2 julio 2025 tuvimos ese encuentro online que fue anunciado en el canal en telegram, y que también subí al canal de youtube aquí.

Al final estuvimos comentando rápidamente un poco
sobre algo que sería un «punto álgido» de las enseñanzas.

Es una parte que enlazo abajo * ─un momento de las enseñanzas de Jesús─.

Ahí se habla de la distorsión que tenemos en cómo nos vemos… la perspectiva distorsionada que tenemos sobre nuestra condición, sobre nuestra alma.

En un momento de la charla me surgió el recuerdo de las emociones que Jesús llama «globales».

Y por cierto, algo importante que no recordé es que la fe
(fe en las leyes de Dios, en la bondad de Dios, etc.)
es una emoción que Jesús llamó en aquel momento «emoción global positiva», o sea, del tipo de las positivas…
y que sería como la más importante.

De las negativas, de las que llama «globales» a falta de mejor nombre,
tenemos:

─ el miedo a sentir dolor de infancia

─ y el miedo a sentir el terror «global».

Y esos miedos, esas emociones, serían así como «los motores de la fachada», de las fachadas… es decir, los motores que nos hacen seguir acumulando pecado, con el consiguiente «dolor de compensación»
(un dolor que minimizamos falsamente).

Minuto 1:00:48 * ─ transcripción, con comentarios entre paréntesis:

«La perspectiva de Dios sobre nuestro dolor actual es que éste es el peor dolor que jamás vayamos a experimentar, a no ser que sigamos pecando.

Si seguimos pecando, va a ir a peor.

Y lo que causa que sigamos pecando
─que son estas dos cosas─

(y en ese momento, en el vídeo, él apunta a lo que en algún momento llama «los motores de la fachada»:
─ el dolor de infancia, de los primeros años, digamos,
─ y el terror global.)

(Es decir, esas dos cosas que serían lo que causa que sigamos pecando, y aumentando por tanto el «dolor actual», serían:
─ el miedo (resistencia, juicio) a sentir heridas/creencias de la infancia,
─ y el miedo (resistencia, juicio) a sentir el terror «global»)

(… y sigue diciendo…)

… y lo que causa que sigamos pecando, es menor que el dolor actual en el que estamos;

(o sea, se refiere a que imaginamos que el terror
(el terror, que es una de esas causas… que en el fondo será nuestra protección de ese terror… ya que lo protegemos, pues lo concebimos falsamente como «enorme», en nuestra perspectiva falsa, que es contraria a la verdad de Dios sobre ello, a la verdad de Dios sobre nuestra alma tal como suele estar ahora; pues la perspectiva de Dios sobre nuestra alma es que ese terror no es la parte más «grave», más grande…)
…imaginamos que el terror, decíamos… es más difícil de traspasar, y no es cierto;)

(y también imaginamos que el dolor de infancia (la otra de esas causas, que es nuestra protección activa del dolor infantil, «enormizado» falsamente por nosotros ─y será que por eso es que actúa de motor de la fachada─)… el dolor de infancia… creemos falsamente que es más difícil y duro que el dolor actual en el que estamos, tras tantos años de desarmonía/pecado… pero no es cierto).

(sigue…)

… tratar con ello (con esos motores, con lo que lo causa) va a ser menos traumático, y, si lo piensas, tiene sentido, pues muchos de vosotros habéis pasado 20, 30, 40, 50, 60 años creando pecado, y por tanto creando más dolor.

Pero estas cosas (señalando el dolor de infancia) sucedieron hasta los 7 años de edad; y esta otra (señalando el terror) sucedió normalmente cerca del momento de la concepción, llegando a los primeros pocos años de edad («this happened usually shortly after the moment of conception, into your first few years«).

Esta sucedió (señalando el «dolor actual» ─en la foto que puse arriba, y que comento abajo del todo, es la «capa» a que él está apuntando─), esta sucedió… durante el resto de vuestra vida; así que, ¿cuál, naturalmente, ha de ser mayor?

Esta (señalando al dolor actual), ¿no? Pero la queremos ver como más pequeña. Y queremos ver como mayores estas otras cosas (apuntando al terror y al dolor de infancia). Y por lo tanto queremos verlas, entenderlas, como algo que: «mejor no tocar», mejor no tratar con ellas, no procesarlas; así es como las vemos.

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A continuación, Karen, del público presente en aquel encuentro del 2016, saca a colación el capítulo de «la cosecha de los celos» con el caso relatado en «A través de las nieblas» sobre aquella mujer, Marie, que, habiendo podido sentir o hacer el duelo por una pérdida, sin embargo se quedó en la venganza durante años, acumulando cada vez más de ese «dolor actual» del que habla arriba, y del que tenemos esa visión distorsionada.

Es decir, como hemos «maximizado» el dolor de infancia (ese dolor que tendría que ver con algunas pérdidas que nada tendrían que ver con el dolor futuro posterior de Marie, cuando perdió a su pareja, ya como adulta)… o sea, como vivimos con la creencia «inconsciente» profunda de que «es lo más difícil de lo difícil llorar/dolerse sinceramente por las cosas de infancia» (además de, también, por ese otro «terror global» absorbido pronto)… esas cosas en las que vivimos… entonces, en la vida vamos representando esa creencia, y vamos así acumulando pecados… y seguimos impulsándonos por ese motor que es el «miedo a sentir emociones/dolores de infancia» (y el miedo a sentir el terror «global»).

En el caso de Marie, además, no eran pecados de omisión (tan «graves» también para el dolor de nuestra alma), sino ese de comisión, llevado a cabo durante años ─lo de querer vengarse de su ex-amiga, de su ex-pareja, de la vida, etc…─.

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https://youtu.be/qt9nJ7WGqHI?si=MNJf2kUMNTvnQK1O&t=3648

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En la foto de arriba tenemos dos «toneles» que representan nuestra alma.

A la izquierda, está la visión distorsionada de nuestra alma, en la que solemos estar, y donde creemos que lo más grande es el «dolor del terror» (pain of terror) y el «dolor de infancia» (childhood pain), mientras que arriba tenemos, minimizado falsamente, el dolor actual (current pain), representado como una pequeña capa superficial.

En el tonel de la derecha tenemos la realidad, la verdad sobre nuestra alma: Jesús está señalando al dolor actual, que es la parte mayor, y debajo vemos las «capas» del terror y del dolor de infancia, representadas más pequeñas.