Un comentario sobre «materialismo», a cuento de un debate sobre ECM (experiencias cercanas a la muerte)

En respuesta al comentario de «soyblink131», en el debate* que subió a su canal Alex Fidalgo sobre las experiencias cercanas a la muerte (ECM), en febrero del 2025:

A veces parece que llamamos «ciencia» a tener un sesgo por un tipo de «posibles explicaciones»… y no otras.

Eso se sabe que ocurre porque en casi todo se mezclan intereses (personales y colectivos) que tienen que ver más con la inercia institucional, miedos, etc.

En gran medida, nuestros discursos e instituciones compartidas en general (el lenguaje es una institución, por ejemplo, por cierto) son formas de compartir y controlar nuestros miedos ─en gran medida hacemos que así sea, y producimos «institución» en gran medida con esas motivaciones «básicas», ajenas a lo que luego muchas veces decimos, en la fachada, que queremos hacer─.

Hay una explicación muy simple que hace que encajen «todas» las cosas de las que hablas (muchas cosas o aspectos de ellas).

Y dicho simplemente, es que tenemos un cuerpo espiritual, de cuya vivencia parece que tienes muchos más recuerdos que mucha gente promedio.

Tal cuerpo crecería a la par que el cuerpo físico, desde que somos concebidos físicamente en el útero.

Por la noche «salimos» en el cuerpo espiritual para dejar en descanso al cuerpo físico. Es decir, aunque en general no nos acordemos de lo que pasa, cuando nos vamos a dormir todo el mundo viviríamos, cada día, algo que, generalizando mucho, podríamos llamar una «ECM».

Si el cuerpo físico de la gente que tiene una ECM no muere, eso significa que no se ha roto el «cordón energético», es decir, que realmente la persona no ha muerto.

Ese cordón sería el mismo «cordón energético» que cada noche nos permite volver a la vida física desde una parte peculiar del mundo espiritual adonde iríamos cada noche, de forma muy personal, variada, para cada cual… y de la que en general no nos acordaríamos por «motivos emocionales», por heridas emocionales, etc.

Como almas (ánimo/anima/vida) que somos ─unas almas que dan vida tanto al cuerpo espíritu como al físico─, como almas, nos vamos en ese cuerpo espíritu cada día, en el estado de sueño, a tener una especie de vida en esa otra forma, pero que, como se ve, tendría otra movilidad no dependiente de lo físico, sino de la materialidad y leyes de esos otros planos ─donde al final «todo» resulta ser algo similar a lo que pasa con nuestro cuerpo físico─.

El cuerpo espíritu habita en otro «plano» o planos donde las cosas se vivirían también «muy físicamente», como demostrarían las experiencias de «sueños que parecen más que meros sueños», donde vemos gente normal y nos vemos como tal… experimentando cosas parecidas a lo físico, pero digamos que con otra «movilidad», intenciones, etc.

Si la explicación o la posibilidad hace no sólo que encajen las cosas sino que además parece sensata en algún sentido, entonces sería absurdo no tomarla y ver qué sucede con ella.

Si no la tomamos sería por ese sesgo «materialista» que en el fondo es una motivación de miedo**, es decir, de proteger ciertos miedos ─todavía─.

El cuerpo espiritual tiene unos sentidos y sensaciones que en cierto modo son intensificados… y por eso se dan esas experiencias con tanta «realidad vivida».

Esta posibilidad no es incompatible con «la ciencia», pues en física al parecer ya saben o descubrieron que la mayoría de la «materia» en «el universo» es lo que llaman «materia oscura».

Esta posibilidad es «incompatible» con mentes digamos más sesgadas, o con más «miedo materialista», que hace que siempre quieran «derivar lo inmaterial de lo visible y palpable».

El sesgo en este debate de Alex, pese a la apertura… es lógico que se dé, en parte porque es vital controlar la verdad, pues la verdad libera, pero tiene que ser realmente verdad, y a veces la verdad es demasiado simple para nuestra fachada y nuestros intereses «terrenales» ─intereses de control, de ser superiores, ser especiales, etc.─.

Es «lógico» ese sesgo… pues además hay una «deformación profesional», donde los «científicos» que debaten no son, por ejemplo, físicos teóricos.

En algunos casos de físicos teóricos por ejemplo podríamos ver que no tendrían esa especie de ansia por derivar las explicaciones de algo que en el fondo no son más que vísceras, instrumentos 🙂 … (que Dios nos perdone por esta frase, porque la creación física y su complejidad es fascinante, ok… pero sería sólo un instrumento para algo que sería mucho más grande…).

(Este «cerebralismo» creo que dependerá, en parte, de la fascinación del organizador, de Alex, por el estudio del cerebro.)

O sea, personas que tengan sin embargo más sensibilidad con las matemáticas y la física teórica, a veces no van a ser tan sesgadas «materialistamente», ya que en la ciencia en general la situación es ─y es casi ridículo decirlo, por lo evidente…─… la situación es una donde no se para de hablar de cosas invisibles como «causantes», ya que las leyes descubiertas (tremendo fantasma inmaterial este, el de una ley) son cosas que son eso, inmateriales, pero que, de todos modos, hay que captarlas ─hay que «comprenderlas»─, y con las que nos comportamos como si realmente fueran aquello que gobierna la realidad:

leyes inmateriales que jamás nadie ha visto, sino sólo «sentido» con ciertos «eurekas», más o menos dependientes de la precisión matemática… aparte de «sentido y visto» por sus «efectos».

En parte creo que sucede que este tipo de debates, si los viéramos realmente en el contexto de «la historia de la humanidad», es decir, teniendo en cuenta que habría pocas cosas que sean nuevas… parece que deberían resultarnos algo absurdos, casi ridículos… que deberían resaltar por sí solos como «raros»… como una excepción extraña… ya que «desde siempre» se habría sabido que tenemos un cuerpo espiritual aparte del físico, etc.

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https://www.youtube.com/watch?v=Cw7yBthatfc

** Ya digo, la situación de «la ciencia» es absurda, casi tragicómica, ya que jamás nadie ha visto una ley física, y sin embargo estamos todo el rato basándonos en ellas… y hay tanto que depende de la «fidelidad» para con esas cosas invisibles…