Mediumnidad de rescate, o «barqueros»: un testimonio interesante aunque con algunas cosas inarmónicas con la verdad divina

Este testimonio,
https://www.youtube.com/watch?v=aVzySC2BpJI
de la médium chilena Rosario Montecinos, entrevistada por el médium chileno Esteban Vigouroux, es muy interesante, al hilo de lo que vemos en el ejemplo o «trabajo» casi continuo que nos muestran Jesús y María Magdalena hoy en día, en su labor que en una gran parte realizan incluso sin hacerla públicamente (una labor de ayuda a muchas personas desencarnadas*).

En el minuto 30:00 del vídeo o podcast arriba enlazado, aparece una cuestión sobre qué pasa con los desencarnados.

Y es tal cual, así parece: Los desencarnados se fían más de lo conocido, igual que nos pasaría a nosotros.

Y, en general, lo que ellos más conocen sería lo terrenal, y a la gente que quedemos en la tierra… pues lamentablemente hay tan poca y mala información sobre «el otro lado»… pese a la variedad de espiritualidades y religiones que tenemos.

O sea, los desencarnados «en tránsito» nos conocen, a los que aún tenemos cuerpo físico, y nosotros, además, no hemos limpiado aún mucho el alma… así que somos más parecidos a ellos que los posibles guías que van a tener esos desencarnados (y a este aspecto se ha referido Rosario)**.

Y así, parece que a quienes están «en tránsito» les daríamos confianza y, además, como no los vemos fácilmente, quizá se sienten así como más «protegidos», y con la ventaja de estar siendo invisibles pero viviendo indirectamente los ambientes terrenos, que todavía les pueden resultar más o menos adictivos (con mayor o menor obsesión por las cosas de aquí y de sus vidas).

Quizá a menudo sucede que a los desencarnados recién trascendidos les damos más «confianza» incluso que la confianza que les podrían dar otros desencarnados familiares suyos, pero con los que por ejemplo esos desencarnados en tránsito pueden tener problemas, todavía… ya que, si en general los desencarnados sienten y ven más lo energético (como dijo Rosario), entonces potencialmente se destapan muchas falsedades ─incluso falsedades en la relación con la madre, que a menudo es lo que más santificamos, o sacralizamos, pero que a menudo es una gran fuente de «conflicto interno»─.

La problemática de «impregnación» psíquica estaría relacionada con lo del tránsito. La gente con miedo no queremos soltar cosas, y la muerte no sana mágicamente los miedos ─sólo es dejar el cuerpo físico atrás, básicamente─.

Y lo único, o lo que todos conocemos más, en general, es lo material físico, entre otros motivos porque no nos acordamos de las múltiples experiencias vividas en el estado de sueño, todas las noches ─experiencias muy reales tenidas con el cuerpo espíritu─.

Y con ese cuerpo espiritual hay más sensibilidad, como siempre vemos en los relatos y testimonios, etc…. Y por tanto, cuando desencarnamos, podemos sentir igual de intensamente o más intensamente las cosas físicas que «poseíamos» en la tierra, o sea, su contraparte energética.

Parece que esas cosas físicas las podemos incluso usar para «fabricarnos» cosas cuando ya hemos desencarnado. Ya sabréis o habréis visto que lo material tiene como contrapartidas energéticas… que es como que «van» hacia esa otra materialidad del mundo espiritual, esa otra fisicidad ─sería en parte como que el mundo espiritual tiene la capacidad de «alimentarse» de lo físico, en cierto sentido─.

Por cierto, lo que cuentan los espíritus es que sus cuerpos espíritu son como «mucho más reales», y son ellos los que nos ven como «inmateriales» a nosotros, como sombras.

Y eso tiene lógica, pues como ya hemos visto, los médium y psíquicos ya sabrían de sobra que los sentidos espirituales son más intensos, etc.

O sea, en cuanto a las «fisicidades», nosotros aquí en lo físico somos como mucho menos «físicos», en ese sentido de que en realidad lo material es como mera sombra en comparación con la «materialidad» del mundo espiritual.

Por mucho que nos deslumbre el brillo de esa «materialidad espiritual» y no podamos apreciarla ─porque aún no tenemos la condición de amor y verdad para ello─, sin embargo, ella sería una «materialidad» mucho más rica (como también se sabe por tantas canalizaciones, etc.).

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Sobre esa ayuda de Jesús y María M. a desencarnados: como vimos en muchas ocasiones, les ayudan a contactar con guías, con Dios, etc., y a atreverse a salir de la tierra y de los apegos a la tierra que tantos desencarnados tienen, con buenas o malas intenciones ─o una mezcla más o menos desinformada y confusa de tales intenciones, ya que igual que nos pasa en la tierra, cuando estamos desencarnados no necesariamente tenemos claridad ni deseamos tenerla sobre si son o no son armoniosas nuestras intenciones, deseos, emociones, etc., es decir, sobre si es armonioso o no el contenido real de nuestra alma o «ánimo»─.

** Los «guías», por cierto, no serían más que desencarnados pero más avanzados en amor y verdad, ya sea porque llevan más tiempo en el mundo espiritual, o bien porque han avanzado rápido…