Un saludo veraniego más por aquí (mucho rollo, con perdón), para enlazar dos cosas «inspiradoras» (aunque de esto tenemos de sobra 🙂 , pero son «casualidades» que por ejemplo nos conectan con esta «deriva portuguesa»… etc.):
1)
Hay un hortelano que tiene mucha fuerza en internet y en «la realidad»: Fernando G. de Vinuesa, que tiene una historia «rápida» y bonita en su vida.
Hizo una gira de grabación por Portugal, visitando varias personas que viven de huertos en Portugal.
De entrada, todos los huertos son «eco», por supuesto: o sea, sin productos «químicos» que no sean los aceptados en lo eco, claro…
Son pequeños proyectos, pero viven de ello.
Uno muy simpático es el que enlazo abajo.
Años atrás, en buena lógica, es como que muchos «íbamos a haber terminado viviendo» un poco más así, más o menos… pero en realidad suele quedarnos algo de camino para poder «comprobar bien» aquello de que, si realmente conectamos con Dios, nos irá saliendo más espontáneamente todo lo que tiene que ver «reparar» lo que hemos hecho (ayudar a Dios a reparar cosas… pues no vamos a poder reparar todo solos).
Normalmente no sentimos la responsabilidad, por ejemplo, por las cosas que en «el sistema» nos vemos obligados a hacer o a dejar de hacer, pues:
─ no sentimos cómo Dios siente la verdad de cómo está nuestra alma, la verdad sobre cuáles son las causas de las heridas que «nos deforman los deseos», digamos. Y así, tenemos esa afición a pecados ─a no sentir, a no arrepentirnos─, guiada más o menos febrilmente por la «afición» a «emociones/creencias causales inarmónicas» ─afición a no perdonar, no sentir sobre lo que nos hicieron─, etc.
─ y en general mucho menos aún buscamos el amor de Dios, su amor.
En la vida parece que «nos hemos visto obligados» a hacer muchas cosas.
Ese sentimiento de «verse obligados», ya de adultos, no nos vale para «descargar heridas», para descartar o descargar responsabilidad… pues ─se dice pronto─ en nuestras manos está el tomar nota y acción sobre todo ello (sin excepción, por lo que parece).
O sea, ya de mayores, la mayoría de gestos y actitudes «normales» no dejan de ser cosas que han degradado nuestra alma (como la de comer carne, así de simple); y son cosas de las que, como ahora somos adultos responsables, nos tocaría responsabilizarnos.
Hemos seguido haciendo cosas, o dejado de hacer cosas, sin tomar nota.
Eso es porque nos alejamos de la conciencia: nos alejamos de sentir cómo ve Dios las cosas, de sentir cómo son realmente en general, de sentir y entender lo que suponen para nuestra condición de alma…, y por lo tanto nos alejamos de sentir la relación entre:
─ lo que realmente motiva las cosas que hacemos o dejamos de hacer,
─ y nuestra vida o «falta de vida» (pues en la vida enloquecemos, literalmente, para normalizarnos, para ser normales… o «buenos»… o «malos»… etc.).
Sucedería que, al no aunarnos con cómo Dios siente lo que realmente hay en nuestra alma, nos impedimos «centrarnos» en deseos o realizar esos supuestos deseos…, o siquiera tenerlos.
La afición a «vivir en los traumas» consigue eso… y la afición a vivir en general en el terror, etc., en este contexto de no sentir a Dios para terminar no pudiendo «sacarnos las espinas» de las heridas a su manera… y no pudiendo quitarlas con su amor, ahora que es posible:
─ https://youtu.be/o-cb6LbfvCc
─ «Portugal Market Gardening Tour 2021 | parte 4: Horta do Pé Descalço»
Tenemos pues esa relación que hay entre:
─ falta de humildad y falta sinceridad en la búsqueda (falta de arrepentimiento y de perdón reales; para lo cual en realidad necesitamos a Dios, sobre todo en el caso del arrepentimiento, como vimos… para sentir su «opinión álmica» y centrarnos bien),
─ y que «no realicemos nuestros deseos»… es decir, que hagamos las cosas de acuerdo a la verdadera condición actual del alma, de la que no podemos escapar por arte de magia.
2)
El segundo es el episodio 9 de «The Regen Podcast«, que aunque tenga ese nombre «anglo», es en español, y forma parte de la divulgación de unas personas que tienen una especie de academia en torno a la agricultura regenerativa:
─ https://youtu.be/YJXwSwiQkxs
─ «Episodio 9 – El desafío de cultivar hortalizas en comunidad»
En el canal de telegram, por cierto, tal como hablamos, a la larga o a la corta, pueden ir apareciendo avisos de futuros encuentros online (aunque el verano es quizá mala época), y quizá también de encuentros físicos,
y también avisos o anuncios de nuevos canales o vías de comunicación propias de otras personas ─en esta u otras plataformas─, etc.
Esto lo pueden poner o sugerir las personas que voy haciendo también administradoras de ese canal (avisos de encuentros o de canales de cualquier tipo). Y también cualquier persona, ya que en general se puede poner «lo que sea» en los comentarios que surgen tras cada publicación del canal de telegram.
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Estoy encontrando alguna cosa un poco similar al segundo ejemplo que puse arriba (el de esa especie de «huerta asociativa»), y quizá coincide que podamos reunirnos en un entorno así algunas personas que hayan ido o no a ver a J&M a estas giras, etc.
Ya encontré algo muy curioso, no muy lejos de Madrid, que es una huerta de quizá posible visita.
Es algo que le surgió «orgánicamente» en la vida, no hace mucho tiempo, a un hombre, Javier, ya algo mayor, de Madrid.
Desciende de varias generaciones de hortelanos, de cuando Villaverde era todavía huerta en vez de ser sólo ciudad, o sea, cuando no era todavía «solamente plantación de personas» ─o sea, de personas «pagadoras de facturas» y consumidoras de cosas antieconómicas (dañinas), que en gran medida somos─…
A la vez, este señor todavía trabaja en su empresa (que va de otra cosa).
En cuanto a varias de las cosas que hace, es un ejemplo… con contactos con diversas asociaciones, etc. Pero parece que es todo muy espontáneo; o sea, que no estaría nada ideologizado ni «religiosizado» ─es decir, en plan «tranquilo»─.
Una entrevista se puede ver entrando a la comunidad de manosdecampo, de aquel Fernando que comenté arriba (una comunidad cuyos materiales no están directamente en abierto, pero que no es muy caro).
Por cierto, hablando de alimentos orgánicos, regeneración, etc…. pongo abajo una reseña a una especie de supermercado/herbolario muy interesante que hay en Madrid, aunque lógicamente estas cosas son «caras» (aunque luego la gente se lo gasta en tabaco, etc., que da «gusto» …, así que en muchos casos no hay tanta excusa para no comprar alimentos algo más cuidadosos con nuestro tan deteriorado suelo, etc.).
Mi reseña de herbolario Navarro en google maps, y que google descartó de manera automática
Ante todo, mi reseña era positiva, es decir, ponía el máximo de «estrellas», y básicamente contaba hechos, aunque luego cometía el «pecado» de «pensar», o sea, de un cierto contextualizar en un marco más amplio… y esas cosas
(pero las reseñas no estarían para eso, quizá):
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RESEÑA:
– Actualización junio 2023
Actualizo la reseña, aunque igualmente 5 estrellas, pese a la reacción de miedo que tuvo hacia mí el otro día el encargado (que supongo que es).
La reacción es «lógica», pues la gente tenemos mucho miedo en general (y yo en general siempre he sido un tío grande, más desgarbado de un tiempo a esta parte, etc.).
Fue hace poco: debió de ser el 21 de junio (2023), en una visita a la tienda.
Me ocurrió que me di cuenta de que el encargado sospechaba que yo robaba.
Y como soy cliente que compra poco ─curioso, dubitativo, etc.─ su reacción tiene cierta lógica. Pero no es así.
Fue además bastante patético, pues sacó unas peras con muchas rozaduras, ennegrecidas. Luego, al probarlas en casa, vi que por dentro estaban normales, aunque insípidas.
No eran como las pequeñas tipo «conferencia» (estas pequeñas, por cierto, también las he visto en otros sitios, y a unos 4.50 el kg ─si recuerdo bien─, y están ricas, supongo que son bio de verdad; y en este sitio también estaban por ese precio, más o menos).
Entonces, otro día que compré tenían de esas peras pequeñas, pero ahora entiendo que la reacción de sacar aquella mañana esas con tantas rozaduras negras, y a más de 6 euros el kg., fue en plan provocación/reto (por cierto, estaban colocando la fruta, y acaban de abrir).
Pese a eso, compré un par de peras «raras», pues me dije…: bueno, a probar.
(Y, por cierto, no es el tema aquí, pero si queréis hablar de cómo gestionar el miedo humildemente…)
El encargado hablaba muy en alto con quien quizá era una nueva trabajadora. Le hablaba sobre que él tenía que aleccionarle sobre la gente sospechosa de entrar a robar algo, para que esté atenta, etc.
He tardado, pues, en darme cuenta de que lo que pasó se debía al nerviosismo que noté, en esta y otras ocasiones.
De todas maneras seguiré comprando, espero, aunque compro muy poco. Es decir, por ahora soy muy mal cliente 🙂
(y eso se debe, en parte, a que mis rachas de «sentir la necesidad» de ser «crudívoro» están aumentando, creo).
Por cierto, lo que parece que surge como política en grandes cadenas como Carrefour, etc., supongo que es la compra en plan «afiliados». (Me refiero a la compra de cosas así, tan ricas, en la tienda física.)
No sé, pero quizá se vaya haciendo todo más tipo «club».
O sea, en plan afiliarse, y por ejemplo no poder entrar sin pasar la tarjeta por la puerta antes, etc.
(y teniendo cuota pequeña, como ya anuncian en Carrefour, creo, como opción… etc.).
Muchas gracias
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Sigue la reseña (lo escrito antes del evento; recortado para que me cupiera lo anterior):
Es el super «del futuro», pues tiene de todo en este plan más «cuidadoso» …
… será «del futuro»… si nos vamos creyendo lo de devenir más cuidadoso-«ecológicos»…
aunque, la verdad, todo esto es extraño, en el mundo de la sociedad y la política… digo…
pues en teoría «se debería» subvencionar mucho lo que nos cuida más…
para que lo más básico (comida, etc.) valiera siempre al menos lo mismo, o menos… que los productos «industriales» que agotan tanto la tierra, los cuerpos, etc.
Pero por un lado los políticos hablan de que si 2030 y de ecología… y luego los precios así… uf…
y entonces, ¿el dinero, el poder, en qué se van?
(Parece que esas cosas se dedican a sistemas de gestión más o menos «inhumana» del miedo, etc.)
gracias