«Boletín» de abril 2022: a modo de resumen de algunas cosas vistas ese mes

Hola,
a modo de «boletín» mensual (de abril, 2022) 🙂 :

Enlace al audio donde casi solo leo (aunque comento un poco) este texto de abajo, que surgió a modo de «recuerdos de abril»: en ivoox / descarga

¿Quién nos iba a decir que, si no nos preparábamos… entonces, vivir esta especie de «fin de ciclo» (si es que esto que vivimos es eso ya), iba a ser como una especie de «vivir continuamente en una campaña publicitaria» de cosas como las empresas farmacéuticas?

Lo hemos entendido/sentido, en parte, en los últimos audios que hice… ya que es lógico que, si la sociedad premia durante siglos el hecho de:

– ponerle un precio a las consciencias (a la atención de la gente… pues eso es la publicidad y la propaganda que ahora SOMOS, ya que en gran medida somos «propaganda con patas»…),

– y si se premia durante siglos el hecho de ponerle un precio a las conciencias (como órgano de la verdad, en el alma… ya que la conciencia de cada persona es vendida, literalmente, en instituciones como por ejemplo los partidos políticos, etc.)…

…si se premia eso… pues eso crecerá, prosperará… hasta el punto que vemos hoy.

No hay ninguna cosa rara ahí, es simple lógica. Lo que se recompensa crece; lo que se nutre crece.

Pan y circo.

Pero hoy el circo parece que se va convirtiendo en «la realidad».

Esto lo vimos representado muy bien meses atrás por una anécdota que parece más que una anécdota. Pues hicimos un vídeo para conversar un poco en torno a lo que pasó con Baldwin, entre otras cosas. Y es que este señor, célebre actor, hizo una entrevista preparada, actuando en ella (como actor que es), para presentarla como algo real, para hacerla pasar como «la realidad» (y para hablar un poco y «exculparse» de lo que había pasado -había matado a tiros a una compañera de rodaje durante el rodaje-).

Es la inversión de ficción/realidad. De esta inversión se ha hablado mucho, ya que las películas son las que suelen presentar muchas cosas que ciertamente están pasando (aunque no exactamente igual), mientras que los noticieros son a menudo ciencia ficción (en el sentido literal, «ciencia» ficción… en el caso «médico»).

No por casualidad ya ponen directamente a actores en los puestos de gobierno como presidentes, etc., y que son aclamados en y por «la realidad» (Zelenski, mismamente, fue aplaudido unánimamente en el congreso/cámara de los diputados en España, hace poco, y es un actor profesional, presidente de un célebre país ahora).

Eso representa el movimiento en el que estamos, donde parece que se naturaliza el «circo» asociado al «pan»… o sea, al «pan» quizá en el sentido de una «necesaria forma nueva de relacionarnos con los recursos terrestres» (pan), y con cómo entendemos el ser humano (que «necesita» dinero y «mentiras» para tener «pan»)… pero siendo esta necesidad una que es gestionada o que intentan gestionar unas élites muy influidas por desencarnados a veces muy oscuros, otras veces no tanto quizá… como hemos comentado un poco en algunos audios de abril.

Y todo esto se da como despliegue de esta especie de «batalla por el alma humana».

Las diversas partes del mundo espiritual, o directamente nuestros antepasados, etc., «cosechan» nuestros deseos (cosechan así nuestras almas, en parte)… los cosechan mediante influencias de todo tipo. Muy a menudo es, como vimos, aprovechándose de nuestras heridas emocionales. Se trata de ganarse a los humanos que puedan conseguir para sus «causas», para sus dimensiones, para sus tradiciones, para que compartamos sus motivaciones, etc…

Y como siempre, el que puede «perder» la batalla, muy en general, es el libre albedrío del ser humano, para bien y para mal… entre tanto lío… al normalizar y al sellar la «mentalidad colmena» (pues parece que la Tierra hay que preservarla para que sigan encarnando las almas que por ley han de poder encarnar aquí)…

Es paradójico todo esto… porque hacernos colmena, de estas maneras, forma parte a la vez del auto-endiosamiento del humano, que es el gesto que inició la degradación del planeta hace muchísimos milenios.

La civilización en gran medida ya vive en la ficción o el «circo» de que el «orden social» (el orden de intercambiar cosas socialmente, pero en un sentido normal y no natural, es decir, normalizando el miedo, normalizando y protegiendo motivaciones de miedo (heridas emocionales), con muchas instituciones (que son para eso, básicamente)… sin el sentido de regalo… sino con la desconfianza «naturalizada»… como por ejemplo muy a menudo cuando intercambiamos las cosas por dinero, que es tan cómodo… etc.)… la civilización vive en gran medida la ficción de que eso está apartado del orden moral (= orden álmico) (= orden natural).

Es decir, vivimos y encarnamos casi a cada momento la ficción de que el miedo es natural y necesario – el miedo que subyace a todos los intercambios y relaciones «normales» -. Por lo tanto se naturaliza lo que en realidad es algo que degrada el alma, y que es un invento humano (el miedo); se institucionaliza eso, y en parte se puede programar eso (inteligencia artificial, etc.),

Cuando decimos que «se naturaliza»… es lo mismo que decir que se postula como «ley natural». Y eso es lo mismo que «endiosarse».

Los que vivimos lo que pasó el 11-S del 2001 con plena consciencia de lo que estaba pasando (sin saber lo que era, en realidad, pero siendo ya mayores de edad… y sintiendo que pasaba algo raro… aunque aún sin saber qué era… pero sí teniendo la autoconsciencia algo desarrollada, al ser ya algo mayores (yo nací en el 1974))… los que vivimos eso… dejamos pasar casi como si nada la gran ficción y manejo de masas mundiales que se dio el 11-S.

Parece que fue un salto cualitativo.

Y por ley de compensación, los desencarnados oscuros que programaron eso usando la influencia sobre las élites políticas, periodísticas, financieras, etc…. pudieron hacerlo, lo que indica que la humanidad colectivamente «quiso» que pasara, es decir, por ley se pudo dar como compensación (ya que querer el engaño en nuestras vidas individuales se «suma» colectivamente para crear, colectivamente, aquello que nos muestre nuestro deseo = ley de compensación y atracciones correlativas).

Y ahí fui un incauto… como tantas veces… al no haberme protegido mucho más del devenir tan peligroso de la sociedad de masas (sanando mis heridas emocionales y cultivando deseos más y más puros).

Y, supongo, fuimos muchos los incautos… pese a que reaccionamos… y años después nos abriríamos a ciertas verdades… etc… pero muy incautos en general… ya que seguro que se sentía en qué podría acabar esto… pues ya «deberíamos» tener nuestros terrenos bien amados, llenos de cuidado, regenerándose… y llenos de plantas que tan gustosamente nos dan gratuitamente sus cosas… y con gente afín y demás (aunque luego da miedo no tener para pagar las cosas del día a día 🙂 , como el aceite, algo para calentar, etc…. pero bueno 🙂 ).

Así que ya vimos hace tiempo que esta inversión se está produciendo: hacer vivir a la sociedad ya literalmente en la ficción.

O sea, llegar a tal nivel de falsedad en tantas cosas, que supone dar saltos cada vez más fuertes, cualitativos, en la naturalización del miedo, esa naturalización que es en general el rasgo definitorio de «la civilización».

Parece que solo se puede empezar a sentir de qué va esto si metemos la ley de compensación («karma»).

Y esta ley involucra a toda la humanidad; involucra a todos los que han muerto desde el inicio de las encarnaciones de almas en el planeta.

Y esta época, al menos la que recordamos oficialmente y creo que es llamada «histórica», consiste en muchos miles de millones de personas más que las ahora vivimos físicamente; es decir, incluye a:

– los miles de millones de personas muertas durante miles de años (que en general la mayoría está más abajo de la 6a dimensión, en el mundo espiritual).

Esto incluye a millones de niños muertos pronto, o sacrificados, o niños muertos de hambre, etc…

E incluye también a cientos y cientos de millones de:

– abortos,
– de abortos «espontáneos»… etc.

En algunos audios recientes (en los que ha surgido alguna cosa de Miguel Ayuso para acompañar a lo de Simone Weil) hemos visto cómo la gente hace casi dos siglos era sensible al hecho de que se estaba configurando algo muy nuevo (como sociedad-colmena, digamos rápidamente).

Luego ha habido muchos avisos, escritos, etc., de muchas personas que a su manera hablaban de cosas como «la abolición del hombre», etc., mucho antes de que surgiera esta época de internet, con sus ventajas y peligros… donde mucha gente literalmente casi pasamos a adorar la posibilidad de entregar nuestro libre albedrío, y a adorar los actos efectivos de entregar nuestro libre albedrío.

¿Cómo es esta especie de compensación global que vivimos?

Cada cual la vivirá dependiendo del estado de su alma, de sus decisiones, etc… pero qué curioso y dramático es el hecho de los niños de esta época… de que en esta época encarnen unas almas que no se merecen (como nadie nunca nos merecíamos tener que absorber al encarnar estas condiciones emocionales que absorbimos desde la concepción)… unas almas que no se merecen «esto»… ya que, como todos nosotros, son perfectas como almas, como creación de Dios son perfectas… creadas sin defectos… pero ahora pasan a encarnar en medio de esta locura.

De reír por no de llorar 🙂

¿Qué pasará?